battle scars - [Sope]

-6-

El despertador interrumpió mi pesado sueño. Era la primera vez en más o menos unos cinco años, que Seungmin y Hyunseo no aparecían en mis sueños, más bien, pesadillas. Esta noche fue diferente.

Agarré mis cosas cuando mi celular empezó a sonar. Mi madre quien estaba lavando los platos y mi hermano, que desayunaba en la mesa, me miraron raro. Ellos ni siquiera sabían que mi celular sonaba. Mi madre me miraba con cara de que le molestaba mi tono de llamada, así que salí a hablar afuera.
No tenía agendado el número. Seguramente eran Seungmin o Hyunseo haciéndome una broma. No contesté y lo dejé sonar.

Volví a entrar a la casa, saqué un yogurt que vencía al día siguiente de la heladera y lo fui comiendo en el camino. Ya era rutina.
Caminé algunas cuadras con mi mochila a cuadros roja y negra colgada de un sólo hombro y en la otra mano, el yogurt.
En el mismo lugar que el día anterior, me encontré a Hoseok.
-¡Yoongi! -Dijo Hoseok.
-Hoseok. -Le contesté imitando su tono pero de forma más fría.
-¿Hoseok? Llámame Hobi. Suena más.. alegre. -Me contestó.
-¿Cuál es tu casa? Supongo que vivimos cerca, podríamos ir juntos todos los días. -Me dijo.
-Aquella. -Le dije señalando mi casa.
-¿La de paredes verdes? -Preguntó Hobi asegurándose.
-la misma. -Le respondí.
-Me gusta el color verde. Representa esperanza. -Dijo Hobi.
Después de algunos segundos de caminar sin decir nada, Hobi interrumpió el silencio.
-¿Por qué no contestas mis llamadas? -Preguntó.
-¿Eras tú? ¿De dónde sacaste mi número? -Pregunté entre sorprendido y apenado por no haber contestado.
-Tengo mis contactos. -Me dijo.
Hubiera quedado mal si le decía que yo no y que por eso mismo quería saber. Por eso me quedé callado.
-Perdón por cambiar el tema tan de repente, pero como me mudé hace poco a Daegu, quería saber si conoces algún oculista, realmente no veo nada. -Dijo Hoseok.
Sonreí un poco por el cambio tan drástico de tema.
-¿Un oculista? -Pregunté entre algunas risas.
-No me parece gracioso. -Dijo Hoseok.
Aunque era una estupidez, yo seguía riéndome.

Entramos a la clase. Esta vez empezábamos con inglés. Como dije antes, la única materia que me gusta.
Veo que Hoseok se sentó adelante del todo.
Me hizo señas con la mano para que me sentara en el lugar al lado suyo.
Odiaba sentarme adelante.. pero la otra opción era sentarme solo en la esquina de la clase. Claramente prefería a Hobi.

Después de un día normal, claro, un día normal D.H. (después de Hoseok), Nos fuimos juntos como todos los días, pero esta vez, yo pagué por él, ya que le debía plata.
-Mira, yo no me quejo, pero no es necesario. -Dijo Hobi.
-Tranquilo. -Le respondí.

Llegué a mi casa a las 6:00, como todos los jueves, y me acosté en mi cama con los auriculares a escuchar música.
De repente, siento un fuerte golpe en mi pierna, era una piedra.
Había entrado por mi ventana entre abierta.
Abrí un poco más la ventana y asomé mi cabeza, a ver si veía a alguien en el jardín, no había nadie.
Me saqué los auriculares y justo en ese momento, mi celular empieza a sonar.
Era el mismo número desconocido que ya no era desconocido.

-Hola, llevo media hora tirándole piedras a tu ventana, ¿podrías dejarme pasar? -Era la voz de Hobi.
-¿Por qué le tiras piedras a mi ventana? No podías tocar el timbre o golpear la puerta como una persona normal o medianamente civilizada? -Le dije claramente en broma.
Él rió.
-Abre. -Me dijo.
Bajé a abrirle la puerta.
-¿Por qué escuchas música tan fuerte? Podía escucharte desde abajo. -Dijo Hobi.
-No sé, costumbre. -Le respondí.
-Bueno, déjame decirte que con esa "costumbre" te vas a quedar sordo antes de los cuarenta. No queremos eso, ¿verdad? Pobre de tu futura esposa. -Dijo Hoseok.
"Esposa"... claro.
Cerré la puerta y nos quedamos escuchando música sentados en el piso, aunque mi cama estaba ahí, la usábamos como respaldo en vez de como asiento.
No pareció importarle.
De repente escuché que llegó mi padre.
-Yo sé que esto es un segundo piso, pero sal por la ventana. -Le dije.
-¿Qué? -Respondió confundido.
-Lo que escuchast.. -No pude terminar mi frase.
Mi padre abrió la puerta.
-¿Tenemos visitas? ¿Hace cuántos años no pasaba esto? -Preguntó.
-Hola. -Saludó.
Hobi le correspondió el saludo sacudiendo su mano.
-Ehhmm.. Papá, él es Hoseok. Hoseok, él es mi papá. -Dije incómodo.
-Encantado de conocerlo. -Dijo Hoseok.
Si sólo supiera que nos haría la vida imposible...