Autora
Ruddy conduce hacia su casa, bajo la profunda mirada que le da Irina. Se remueve incómodo en su asiento porque se siente extraño al percibir como sus ojos marrones lo observan con adoración, como si fuese la mejor cosa del mundo y reconoce que nadie nunca lo ha visto de esa manera.
Luego que tuvo su participación en el bar que acostumbra tocar los viernes, ella se le acercó y lo invitó a comer algo. Se quiso negar, eso es indiscutible, pero recordó que hay cosas que debe aclarar y ella es la persona perfecta para hacerlo. Así que la llevó a un restaurante que le gusta mucho, cenaron entre miradas furtivas y pensamientos profundos.
Irina no puede desviar sus ojos del rubio, hay algo en él que la atrae como una polilla a la luz y no sabe decir qué es realmente. Es un chico atractivo, no se puede negar, pero su esencia es más que nada que le llama la atención. Además de la forma tan maravillosa que la hizo suya, nunca había experimentado el acto tan delicioso y está consciente que recibió más placer en esa noche que en toda su vida. No lo puede dejar ir.
Su boca se torna amarga al recordar cómo él le dijo que no podían seguir viéndose porque ama a la tonta de Amelia y quiere hacer lo posible por conquistarla. La ira invadió su sistema, solo quería acabar de una buena vez con su prima y arruinar sus planes.
Otra vez ella, es una burla que su prima siempre se quede con lo que quiere. Desde siempre deseando en silencio la vida de Amelia, la forma de ser y hasta a sus padres...
Entonces, encuentra un chico que en realidad le gusta y está deslumbrado por su "perfecta" prima. La odia, es una espina en su talón y una piedra en su camino.
-Linda casa -halaga, observando cada rincón del lugar y se maravilla al notar el lujo en los detalles. Ruddy es un chico rico, la cajita feliz completa.
-Gracias, ponte cómoda. -Irina se sienta en uno de los sofás, sus manos acarician la piel suave y es consciente que es más cómodo que la colcha en la que duerme.
-Toma esto. -El rubio le pasa una copa de vino, ella la toma complacida y le da un sorbo largo sin quitarle la mirada de encima.
Ruddy se sienta a su lado, suspira disimuladamente y se arma de valor para hacer lo que ha estado pensando. Lleva una mano a la pierna desnuda de la chica y la atrae hacia él para besarla.
Irina se sienta a horcajadas sobre Ruddy, sus brazos rodean su cuello y acaricia el pelo de su nuca. Saborea su boca probando el vino exquisito en sus labios, es tan rico estar así con él que podría quedarse en esa posición para siempre.
-Háblame de ti. -Sus ojos azules están más claros que de costumbre y ella ronronea cuando le palmea el trasero con fuerza.
-No sé qué quieres que te diga, mi vida no es interesante. -Besa su cuello y pasa sus uñas por sus mejillas pecosas-. Mejor hablemos de ti y de lo mucho que me gustas.
-Vamos, Irina. Estamos saliendo, es lógico que nos conozcamos mejor. -Su argumento le ha gustado y sonríe complacida, pero algo no le cuadra.
-¿Estamos saliendo? Pensé que te gustaba Amelia. De hecho, me dijiste que la amas. -Su voz sale como un reproche y hunde sus uñas en su cuello, haciendo que él se queje.
-Sí, pero ella tiene novio. -Toma sus manos, evitando que siga lastimándolo-. Así que debo seguir con mi vida y me parece buena idea estar contigo. -Los ojos de Irina brillan al escucharlo y él ruega porque ella no vea la verdad en los suyos.
-Soy hija única, mis padres son unos irresponsables y no les debo nada, solo lo malo. -Se queda mudo al notar la rabia, rencor y odio con que habla-. Me crie en un vaivén entre vecinos y mis tíos.
-Lo siento, no debí ponerte en esta situación. -Trata de alejarla, pero ella se aferra a él impidiendo que lo haga.
-No es nada, las cosas que te pasan es para volverte más fuerte. -Suspira sonoramente-. Teníamos muchas precariedades, tanto así que dormía en la habitación de mis padres en el suelo. -Sus ojos se vuelven cristalinos al recordar las cosas horribles que le pasaban.
-Vaya. -Es lo único que logra decir. Siempre ha pensado que su vida era un asco, pero escuchando a la chica castaña eso cambia un poco.
-Ajá, eso cambió cuando me habilitaron una pequeña habitación que solo cabía una cama y no tenía puerta. -Se pierde por un momento al recordar el lugar estrecho y mal pintado en el que dormía en su adolescencia.
-Supe que tu padre murió. -Ruddy se atreve a tocar el tema, necesita llegar al grano de lo que quiere saber-. Perdón por hablarte de esto, pero me da curiosidad.
-Sí, desapareció de un momento a otro cuando tenía dieciséis. Pero no fue eso, en realidad lo mataron. -Sus ojos escanean los de él profundamente.
Ruddy nota algo en esa mirada que le da escalofríos, ella acaricia de su cuello a su mejilla con sus largas uñas.
-Lo siento, debió ser duro para ti. -Asiente y desvía la mirada.
-Así es, pero está superado. La vida se ha encargado de cobrarle a los responsables y seguirá haciéndolo.
-No logro entenderte, Irina. -Toma sus manos, pues su piel arde por la forma en la que sus uñas se estaban clavando.
-Debes tener algo claro de mí, cariño. Yo mato por lo que quiero -susurra sin dejar de mirarlo.
Tiembla ligeramente y traga saliva al escucharla, se recrimina por haber accedido a llevarla a casa y pasar por esto. Sopesa si vale la pena arriesgarse de esa manera, es claro que Irina tiene problemas y la mirada que le está dando lo confirma.
Pero debe ayudar a Amelia a saber la verdad y sacarle información a ella para poder hundir a Joseph y sus hombres. Ahora no le quedan dudas de que tuvo algo que ver con la muerte de los padres de su prima y está consciente que hay algo más que desconoce.
Vale la pena, se dice. Solo falta que Matías haga lo que dijo para empezar a unir cabos. Si ella es una asesina, debe alejarla de Amelia de inmediato.
-Supe que tú y Amelia tuvieron problemas, debe ser difícil vivir así. Te propongo algo. -Ella lo mira expectante y sus manos tiemblan ante la anticipación.
-¿Cómo qué? -Se le escapa una sonrisita al notar que su plan está saliendo mejor que nunca.
-Si no tienes donde quedarte, puedes venir aquí hasta que encuentres algo. -No aguanta la emoción y se adueña de su boca en un apasionado beso.
ESTÁS LEYENDO
Has sido tú © [Disponible En Físico]
Romance☆Disponible en físico y ebook en Amazon☆ Amelia y Matías son amigos desde niños y han estado juntos en las etapas más significativas de su infancia. Una tragedia provoca que ella pierda recuerdos del pasado y parte importante de su vida. Todo cambi...