十一

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"El corazón de la natación está en las pequeñas cosas" era lo que tenía escrito un pequeño papel pegado en la puerta del club, y según Nao ese era el lema del mismo. Nos habló sobre la importancia del orden y la limpieza del club, así como que podíamos tomar lo que necesitáramos mientras lo devolviéramos a su lugar. Nos dijo que extenderíamos las banderas y las marcas, entregándole las primeras a Haru.

Realmente la piscina no era muy larga, la pintura del piso comenzaba a despegarse, dando paso a que se asomara el concreto, lo único que no se veía oxidado eran las barras de los bancos de salida, a diferencia de la valla que se encontraba alrededor del club. Sumado a eso, el olor a cloro que la piscina emanaba era exagerado, digo... Entiendo que antes de la limpieza la piscina estuviera llena de microorganismos dañinos pero, ¿no también nos afectaría el exceso de cloro? Yo miraba los alrededores a la par que acomodaba un par de banderas junto a Haru, mientras terminaba de acomodar las de su lado, me fijé en él y sonreí, me sentía a gusto estando con mis amigos en el mismo club de la escuela. Al finalizar nuestro trabajo, nos acercamos a Nao.

— Buen trabajo, ahora, elegiremos al líder— Dijo. ¿No Natsuya era el líder?
— ¿Líder?— Preguntó Asahi extrañado. Tenía la misma duda.
— Así es, el Club de Natación se divide en dos secciones: chicos y chicas, y cada una se subdivide según el grado, en primeros, segundos y terceros, así que en total hay seis secciones, y cada una tiene su líder, en este caso, vamos a elegir al líder de los chicos de primer año, _____— Me llamó el peligris después de su explicación— A pesar de que entrenarás con nosotros, sigues formando parte de la sección de primero de las chicas, Aki de la clase 2 es su líder, ¿de acuerdo? Hablé con sus senpais y me dijeron que no hay problema, pero, cuando participen en una competencia en conjunto, tendrás que practicar con ellas, ¿entendido?— Me comentó. Me parecía bien, era algo justo. Técnicamente yo tendría que estar entrenando con las demás chicas.
— Sí, Serizawa-senpai— Le respondí y él sonrió.
— Bien, una cosa más, Natsuya es el líder de los chicos de tercer año, pero también del club de natación, así que para evitar confusiones simplemente lo llamamos "Capitán", ¿sí, Asahi?— Nos dijo. El mencionado asintió y de repente cambió a una mueca de confusión.
— Sí- eh, espera, ¿qué?— Preguntó con una ceja levantada.
— Serás el líder de los de primero, ya que fuiste el primero en postularte— Respondió Nao con una sonrisa. ¿Sólo por eso sería el líder? Bueno, qué más da.
— ¿Está bien si soy yo...?— Asahi miró a Makoto.
— Yo creo que sí, tienes la energía— Dijo el castaño. Asahi miró a Haru.
— Sí, eres el representante del cuidado de animales de todas formas— Dijo el azabache.
— ¿R-representante del cuidado de los animales?— Cuestionó el pelirrojo mirándome. Alcé los hombros.
— Hay una tortuga de caparazón blando en la pecera, ¿no? Estudias su forma de nadar y nos hablas de ello— Dije yo sonriéndole con una ceja levantada.
— ¡A-ah! ¡Entonces humildemente acepto sus palabras!— Terminó por decir hacia Nao con una leve reverencia.
— No te preocupes, no harás nada difícil, simplemente después de decidir el horario de práctica de cada sección, te quedas a la reunión de asignación de carriles— Le dijo Nao con una sonrisa, como siempre.

Al ser el primer día podíamos nadar como quisiéramos, Haru no dudó en lanzarse a la piscina y yo lo seguí. Podía sentir el cloro del agua, tenía que acostumbrarme mientras. Ya tenía tiempo sin nadar, extrañaba esta sensación. Al terminar la primera "práctica", nos dirigimos los cuatro a la salida de la escuela, Aki nos alcanzó y nos saludó.

— Oooh, _____-chan, ¿por qué no entrenas con nosotras?— Me preguntó. Yo la miré y sonreí.
— Sabes que siempre he estado con Makoto y Haru— Le respondí. Ella hizo un puchero.
— Sí, pero ya estamos en secundaria, las senpais son muy amables y nos falta una chica para completar un relevo— Me dijo.
— Estaré con ustedes en el relevo, no te preocupes por ello, practicaré con ustedes cuando se trate de ello— Le comenté. Ella levantó una ceja y frunció sus labios.
— Más te vale— Me amenazó y me abrazó por los hombros, yo reí.
— Sí, sí— Terminé por decir. Después de eso Asahi y Aki continuaron sus caminos, dejándonos a Haru, Makoto y a mí yendo por el nuestro, cuando llegó el momento, nos despedimos del castaño y nos dirigimos Haru y yo a nuestras casas... Bueno, a su casa. Al entrar me quité los zapatos y lo primero que hice fue ir a ver a Makkou— ¡Hola~!— Le dije alargando la palabra, él me recibió con un festejo moviendo su cola y lanzando un pequeño ladrido.
— Hola, Makkou— Le dijo Haru mientras le colocaba su plato con comida. El perro comenzó a comer. Volteé a ver al azabache y él miraba al animal, en un momento se percató de mí acción e hizo contacto con mis ojos, me estaba sonriendo con ellos, y le devolví el gesto— ¿Comemos?— Me preguntó y yo asentí. Decidimos que prepararíamos algo nuevo, entonces buscamos entre las recetas que le dejó su madre y pensamos en qué podíamos combinar.
— Hmm... ¿Qué te parece calamar con salsa de tomate dulce?— Sugerí yo, Haru me miró seriamente pero sus ojos mostraban asco— Ya, ya...— Seguí buscando hasta que...— ¡Ah! ¿Y si combinamos la caballa con piña?— Le pregunté con una sonrisa emocionada. Tal vez suene como una mezcla de sabores extraña, pero al chico pareció interesarle.
— Bien, veamos cómo prepararla— Dijo y comenzamos a cocinar. Me gustaba mucho convivir de esta manera con Haru, no necesitábamos hablar tanto pero aún así nos divertíamos. Estaba asando la caballa cuando volteé a ver al ojiazul, se encontraba cortando la piña. Se veía muy concentrado. Me fijé en su perfil, sus facciones se veían más marcadas, parecía más maduro que antes, y vaya, ya había crecido mucho. Estábamos de la misma altura, ¿no se supone que a esta edad las chicas crecíamos más? Miré sus ojos, a pesar de no verlos de frente podía saber qué había en el profundo de ese azul, un azul precioso, que competía con la belleza del color del mar... ¿Qué estoy pensando? ¿Desde cuándo...? Sentí cómo un calor comenzó a subir a mis mejillas, entonces Haru volteó a verme— Oye, el pescado se está quemando— Me dijo, y efectivamente, el olor comenzaba a llenar el lugar, la caballa estaba casi de color negro. Di un respingo y apagué la estufa. Me quedé quieta con una pala de cocina entre las manos. ¿Realmente había descuidado la comida por pensar en los ojos de Haru? Estaba muy avergonzada. El chico me miró curioso— ¿Qué te pasa?— Me preguntó. No podía mirarlo a la cara. Giré mi cabeza.
— Eh... Yo... Estaba pensando en que... Tal vez deberíamos ser chefs— Dije de manera torpe. Pude escuchar una pequeña risa, por lo que volteé de golpe hacia Haru.
— ¿Qué tonterías dices? Siempre has querido ser nadadora— Me respondió. Un sonrojo subió a mi cara nuevamente— A menos que quieras cocinar a tus víctimas de las competencias— Me dijo, y se cubrió la boca. Fruncí mi ceño avergonzada.
— ¿Te estás burlando? Yo puedo ser nadadora olímpica y chef al mismo tiempo si me lo propongo— Le reclamé colocando mis manos en mi cintura, sin soltar la pala.
— Claro, si lo que quieres es quemar todos los pescados del mundo— Me respondió. Vaya, Haru-chan estaba demasiado burlón hoy.
— Bueno, si de eso se trata, el primero serás tú— Le dije apuntándole con mi utensilio de cocina. Él me miró burlón y me sonrió.
— El olor a pescado quemado ya te dañó el cerebro— Me dijo mientras regresaba a su labor de la piña.
— Tú...— Dije. ¿Por qué teníamos una discusión tan tonta? Me acerqué de nuevo a la estufa y miré el pescado. Di un pequeño suspiro y continuamos con lo nuestro. Al final Haru se comió el pescado quemado.

[Suspendida] Volviéndonos uno (Haruka Nanase y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora