21. Traición. (de 10:00 p.m. a 11:00 p.m.)

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10:00 p.m. Sede de la ADICT.

La noche había caído. El reloj continuaba implacable su marcha hacia delante. Los chicos de ADICT se habían encerrado en la sala de aislamiento rápidamente, mientras Blanca, Alfonso y Emilio se habían plantado delante de la puerta de entrada, Juanjo y Héctor, sentados en los ordenadores, ya intentaban localizar, sin éxito, a Marta, mientras que en el hall de entrada la tensión crecía por momentos.

—No vais a salir de aquí...—Blanca se mantenía en sus trece, ocupando la puerta y flanqueada por sus dos compañeros.

—¿Sabes lo que pasará si no encontramos la estela ya?— preguntó Natalia—. Que Marta logrará colocarla en la maqueta de vuestra pequeña mansión, liberará el sello y entonces ya dará igual virus que no virus porque tendrá todo bajo su control. Incluidos a esos dos que van contigo.

—No por mucho tiempo— dijo Blanca—. A lo mejor pensáis que Serafín no sabe nada de esto. A lo mejor pensáis que no sé hacia dónde va vuestra amiguita.

—Muy bien, se acabó— Laura sacó la thaser y apuntó a Blanca—. Como note que haces el más mínimo movimiento (y, créeme, lo notaré), te frío.

—Ni té frío ni chocolate caliente, Lauri— murmuró Javi—, vamos a abrirnos paso a tortas y listo...

—Tú y tus sutilezas— dijo Blanca—. Adelante. Aquí os espero— sonrió, con desdén.

Javi dio dos pasos al frente y se encaró con Blanca.

—¿Sabes, Blanca, por dónde te puedes meter el virus, o prefieres que te lo deletree?— preguntó, susurrante y amenazante. Blanca se mantuvo impasible. Alfonso avanzó de improviso y atacó a Javi con rapidez. Éste hizo una esquiva por milímetros y agarró el brazo de Alfonso. Lo apartó con un leve empujón hacia atrás y luego descargó la planta de su pie en el pecho de su oponente, que salió despedido contra Blanca. Ésta lo sujetó sin mayores complicaciones.

—Matadles— dijo, solamente.

Alfonso se lanzó contra Laura; Emilio, contra Natalia. Blanca se encaró con Javi. Laura disparó con la thaser intentando hacer retroceder a su adversario. Natalia y Emilio comenzaron a estudiarse mutuamente y a dar vueltas en círculo. Lo mismo hizo Blanca mientras Javi, impasible, se dedicaba a estar en posición de alerta y en guardia.

Laura esquivó un ataque de Alfonso y lo contrarrestó con rapidez. La pelea estaba muy igualada también en el flanco de Natalia. Blanca se decidió a atacar a Javi, pero éste la estaba esperando. Se apartó un metro hacia la derecha y golpeó el estómago de la segunda de los Vicuña con la tibia de la pierna derecha, enviándola a través de la puerta. Plantó el pie en el suelo, lo usó pasa impulsarse y dio un salto hacia Laura y Alfonso, y con la planta del pie de la pierna izquierda alcanzó a éste en el pecho y lo empotró contra la pared.

—Vaya, gracias— dijo Laura, molesta.

—De nada— replicó Javi.

—¡¡Podía yo sola, le tenía donde quería!!

—Sí, a punto de arrancarte la cabeza...

—Ña, ña, ña...

Natalia había inmovilizado a Emilio, que intentaba zafarse por la fuerza. No pudo. Natalia hundió sus colmillos en el cuello del otro vampiro y lo desgarró. Emilio pegó un grito de dolor y cayó al suelo. Y Blanca volvió a entrar. A Laura se le agotó la paciencia. De improsivo le quitó a Javi la estaca que llevaba en el cinturón y la lanzó contra la segunda de los Vicuña, a tal velocidad que ésta no pudo ni reaccionar. Recibió el impacto en pleno corazón. Con un grito, se desmoronó en el suelo, transformada en cenizas.

ADICT II: TornadoWhere stories live. Discover now