prologo

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Todo el palacio era un caos, el rey Min Jung-Su había ordenado a todos sus empleados de confianza presentarse ante el, no entendían lo que sucedía y eso les ponía los vellos de punta.

El rey era conocido por sus impecables reglas, y aunque él no era mala persona incumplir con uno de sus mandatos significaba abandonar el palacio y todos los beneficios que tenía en el

Por que si, el rey alobaja a todos sus empleados al rededor de su imperio cerciorarndose de que no les faltara lo necesario para su bienestar personal.

—mi señor, ya están todos presentes.

El rey se levantó de su trono y camino por el salón hasta ser visible por sus empleados.

— los he convocado aquí el día de hoy, para anunciarles que el día de mañana llega mi único y querido hijo, Min Yoongi.

Entre  los asistentes habían expresiones de desconcierto por parte de los presentes, nadie nunca había visto el rostro del primogénito del rey.

Desde la muerte de la Reina, el pueblo y los empleados nunca tuvieron la oportunidad ver el rostro del príncipe y hasta pensaban que era solo un mito la existencia del bebé.

¿Cuanto ha pasado desde entonces?

—espero que todos lo traten con el debido respeto que se merece, pueden marcharse — cuando estaba a punto de dar media vuelta e irse recordó — Jung Hoseok, ven a mi despacho por favor.

Luego sin esperar respuesta alguna se marchó,el funcionario jung hoseok camino tranquilamente para reunirse con el rey.

—¿Solicitaba mi presencia señor?—hizo una reverencia ante el mayor.

—¡Hoseok, mi querido muchacho! — golpea  suavemente el hombro del castaño — debo pedirte dos favores.

Claro, el rey nunca buscaba la presencia del contrario a menos que sea para darle una orden, pero no se quejaba, para eso está el ahí.

—¿En que puedo ayudarlo magestad?.

—necesito que cuides la espalda de mi hijo— sonrió — y busca un mayordomo para el, puedes marcharte ahora.

Y es que el rey siempre decía lo que tenía que decir y cortaba por completo la conversación.

Hoseok se puso en su tarea de encontrar un mayormo adecuado para el, busco el currículum de todos los que habitaban el palacio y encontró al rededor de cinco bien capacitados, tres chicas y dos chicos, los llamo y llevo con el rey.

— Jennie, da-hyung, hwasa —respiro profundo — Minho, jihyng.

Recobro la compostura y continuo hablando.

—son los mayordomos más capacitados que he podido encontrar, su magestad puede elegir el que sea más de su agrado.

El rey observo a cada uno de los ahí presentes y fue como se dio cuenta que no conocía a la mitad de su personal; aunque parecían buenas personas el no podía darse el lujo de poner a su hijo al cuidado de un completó desconocido, quizás infiltrado de otro reino.

No, el no podía permitir que su hijo sufriera el mismo destino que su querida esposa.

—Por ahora pueden retirarse — hablo con voz autoritaria haciendo que todos salieran casi corriendo del lugar.

—¿Y que le parecieron señor?.

—a ninguno lo conozco Hoseok — suspiro decepcionado — ¿Sabes porque te elegí como el protector de mi hijo?

—no magestad.

—tu padre era un gran amigo mío, por ende te conozco desde que eras un bebé. puedo estar seguro que en tus manos mi hijo estará fuera de peligro, eres uno de los mejores soldados que tengo y además tienes mi completa confianza.

El moreno agachó la cabeza comprendiendo lo que su rey quería decir.

Pero

¿Donde podría conseguir a un mayordomo de confianza antes de mañana?

—lo haré mejor señor, lo tendré aquí antes del atardecer — hizo una reverencia y se dio media vuelta para volver a su trabajo, pero antes de poder avanzar una bola gigantesca de sábanas chocó contra su cuerpo.

—lo lamento mucho — se escuchó una voz amortiguada bajo el montón de de Ropa.

Hoseok se quedó petrificado, conocía perfectamente esa voz y que estuviera frente el rey quizás no era buena idea.

Rápidamente quitó las sábanas dejando ver unos esponjosos risos.

—hobi Hyung — sonrió haciendo desaparecer sus ojos en dos líneas sin percatarse aún de la tercera presencia en el lugar.

—¿Quien eres jovencito? — pregunto intrigado el  mayor de los tres.

Los grandes y redondos ojos almendrados miraron curioso al señor de cabellos blanquecinos, vestimenta lujosa y joyas finas, rápidamente comprendio de quién se trataba.

—so-soy par-k Jimin magestad — hizo una exagerada reverencia que se veía incluso dolorosa.

El rey, Sin decir una palabra observo al castaño esperando una respuesta de su parte.

—lo lamento mucho — se inclinó levente mente — e-el es mi hermano, le dejé en claro que no debía estar por estos lados, pero cr-eo que se perdió.

El cobrizo chico asintió exageradamente con su rostro completamente avergonzado.

—¿Hermano? No tienen el mismo apellido.

—e-es una larga historia.

Hoseok Miro suplicante a Jimin y este rápidamente entendió, tomando torpemente las sábanas esparcidas por el suelo, haciendo una nueva inclinación para el mayor y corriendo por todo el pasillo.

— asumiré la responsabilidad.

El soberano río entretenimiente por la escena recién vivida pero rápidamente recobro la compostura.

—no tengo interés por sus problemas familiares, a menos que pongan en peligro la integridad de mi familia.

El castaño negó repetidas veces haciendo sonreír al contrario.

—entonces creo que ya encontramos un mayordomo de confianza para mi hijo, mañana los quiero listos a primera hora.

Nuevamente se marchó dejando a Hoseok con la palabra en la boca.

¿Jimin mayordomo del príncipe?

Dios santo, Jimin nisiquiera esta entrenado, esta perdido, si completamente perdido.

Amor Pasional •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora