Si tuvieras que elegir, deberías tener en cuenta todos los factores. Deberías considerarlos de tal forma que, cuando por fin llegues al punto sin retorno donde las decisiones son tomadas sabiendo las consecuencias, puedas tomar las correctas. O, al menos, las que te parezcan correctas a vos. Todos sabemos que ningún factor externo nos saca a flote cuando el barco por fin se hunde y este caso no es una excepción a la regla.
¿Qué deberías considerar? ¿Qué cosas realmente son el punto de quiebre? ¿Cuántos intereses en común mejoran una relación y cuántas diferencias la empeoran? ¿Es igual para todo el mundo? ¿O es una cuestión que se basa pura y exclusivamente en la comunicación de las partes involucradas? Si tuvieras que elegir, ¿preferirías subirte al Titanic o a un bote de remos?
Si de elecciones se trata, soy la menos indicada para dar consejos. Tal vez por eso estoy escribiendo esto, para aclarar la madeja de pensamientos que es mi cabeza. Para poner un poco de orden en un universo de caos. ¿Por qué cosas vale la pena arriesgarse? ¿Cuándo es necesario tomar el timón del barco y cuándo es mejor dejar que vaya con la corriente? ¿Qué pasa si la corriente es muy fuerte y perdemos todo el control, quedando completamente a su merced? ¿Qué ocurre si estoy cansada de remar en el mar abierto y decido rendirme? Si el Titanic se hundió en un día... ¿es posible que nos pase lo mismo?
Hay días en los que hay más pros que contras. Y otros donde hay más contras que pros. Existen días donde la lista es tan pareja que casi no tiene sentido hacerla. Días donde sentís que es más fácil hacer ta-te-ti, o tirar una moneda al aire. Días donde por momentos estás seguro de todo y por momentos dudas de hasta tu sombra. Si cada punto negativo en un hueco en el barco, ¿cuántos contras son necesarios para hundir nuestra embarcación? ¿Hay posibilidades de llegar a puerto o deberíamos resignarnos a permanecer en el fondo del mar?
Si tuvieras que elegir, ¿podrías responder todas estas preguntas, conociendo las consecuencias de cada respuesta? Porque yo no puedo. Será por eso que estoy dejando el barco en tus manos. Estoy confiando en que puedas hacer lo que yo no: decidir si sirve de algo navegar juntos, o si cada uno debería tomar un bote salvavidas e intentar llegar a la orilla lo más entero posible.
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Mi Cerebro en Épocas de Finales
Short StorySiempre me gustó pensar que soy esa clase de persona que puede empezar algo y terminarlo sin distraerse. Es hora de aceptar que no lo soy. Este libro contiene cuentos cortos, historias y pensamientos ocasionales que tengo de vez en cuando, pero sobr...