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Børns-PastLives
"Nunca pensé que te esperaría tanto tiempo por ti [...] Así que guarda ese corazón para mí Porque chica sabes que eres mi destino [...] Nuestro amor es más profundo que los océanos del agua"
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Abby estaba frente al espejo mirando con detalle aquel vestido de bodas que estaba portando, se veía bien no podía negarlo sin embrago no compartía la misma sensación de felicidad que su familia ¿Cómo había aceptado ésto? Casarse con alguien que no conocía luego de aquel baile, su mirada estaba perdida en un punto dijo de aquel vestido, su familia y la de el prometido ya estaban esperando por ella en la iglesia, sin embargo no podía hacerlo no quiero más bien, sus pies estaban prácticamente atados a el suelo impidiendo que ella diera un paso más.
-Es hora de ir a la iglesia.- dijo una muchacha atrás de ella mientras mantenía una sonrisa fingida, sabía perfectamente cómo se sentía Abby y al parecer era la única persona cercana a ella que la entendía.
-En unos instantes bajo.- susurró para después acomodar la falda del vestido se sentía tan nerviosa.
Lentamente fue bajando aquellas escaleras con dedicándole una sonrisa a todo aquel que pasara frente a ella, una carreta ya la estaba esperando afuera de su casa y arriba de ella estaba Rose la amiga de Abby quien anteriormente le había pedido bajar.
-¿Está todo listo?- preguntó hacia aquella chica.
-Todo está justo como me lo pediste.- con una pequeña sonrisa, ladeó la cabeza y subió con ayuda de algunas personas dispuesta a ir aquella iglesia.
Sus manos sudaban y no había parado de mover su pie en todo el camino sintiendo aquella adrenalina correr por todo sus cuerpo.
-Hemos llegado Abby.- dijo Rose tocando su hombro.
-Acabemos con esto de una vez.- dijo con pesadez bajando de aquella carroza, después de todo aquel vestido no era para nada incómodo ni grande, por algo lo había mandado a hacer sencillo aunque su madre se negara una y otra vez no era tan importante después de todo.
Del brazo de su padre caminó por la iglesia evitado la mirada de quien la esperaba junto al padre. Estaba tan sumida en sus pensamientos esperando el momento indicado cuando escuchó la voz de aquel anciano preguntarle por segunda vez si aceptaba a aquel sujeto por esposo.
Le dedicó una mirada al padre y otra al hombre que se encontraba a su izquierda el silencio si hizo eterno y sentía la mirada de todos los presentes sobre ella.
-No- dijo con firmeza- Los siento pero ésto no es lo que quiero para mí.- y sin más que decir lanzó el ramo hacía aquella señora quien no paraba de mirarla con reproche logrando así golpearla en el rostro y salir corriendo de aquella iglesia.
Todos estaban sorprendidos ante aquella repentina decisión. Y aunque trataron de detenerla corrió y corrió lo más que sus piernas alcanzaban, con la respiración agitada y sintiendo que ardor en el pecho y la nariz abrazó con todas sus fuerzas a quien la esperaba al llegar a aquella carroza.
-Estas aquí.- dijo con alegría el rizado.
-Jamás hubiera aceptado casarme con alguien que no seas tú.- dijo con una gran sonrisa en su rostro uniendo sus labios junto con los de Laurie.
-Vamos ya.- ambos subieron a aquella carroza riendo como dos niños pequeños que acababan de cometer una travesura.
La carroza avanzó sin perder tiempo, después de todo tenían a sus cómplices entre ellos Rose quien fue la encargada de preparar las maletas y organizar todo para que pudieran partir y Reginald quién ahora mismo dirigía aquella carroza llevándolos a una pequeña casa a las afueras de la ciudad que le pertenecía a él, después de tono no irían a un lugar predecible.
Ya estando ahí Abby se cambió y ambos estaban en la sala junto al fuego de la chimenea.
-Por un momento tuve tanto miedo de que no llegaras.- dijo Laurie tomando las manos de ella.
-No podría hacerlo, sabes que llevo toda mi vida enamorada de tí y no me importa lo que piensen los demás, ahora solo me importas tú.-
Ambos se fundieron en un reconfortante abrazo sintiendo sus corazones latir al mismo tiempo, Abby escondiendo su rostro en el cuello del chico respirando su dulce aroma.
-Te amo como no tienes idea.- dijo Laurie para después tomar las mejillas de ella y unir sus labios lentamente disfrutando hasta el más mínimo rose, después de todo Laurie era un caballero y su forma de ser era lo que había enamorado a Abby desde que lo conoció.
Esa tarde la pasaron con una felicidad increíble, no podían creer que aquel plan había salido bien.
-¡No puedo creer que lo logramos Laurie!- gritó con alegría la castaña.
-Yo tampoco, pero no me arrepiento de nada.- dijo con una gran sonrisa en sus rostro.
Lentamente Abby se acercó admiró con detalle las facciones de Laurie, sus hermosos ojos verdes, y delicadamente fue pasando sus dedos contorneando el rostro de él, marcando pasando por su mandíbula, luego su nariz y finalmente sus labios.
Había comenzado a llenar de besos el rostro de Laurie, primero la frente, después las mejillas, seguido de su nariz provocando que risas se escaparan de los labios de Laurie para finalmente besarlos lentamente.
°°° Los años pasaron y poco después de que se dieran a la fuga la familia de la chica aceptó que era Laurie a quien ella amaba y tuvieron una boda maravillosa, los más felices eran por supuesto los recién casados y justo en ese momento sintieron que aquel loco plan había valido la pena.
La felicidad que ambos sentían ahora no se podía comparar Laurie cargaba en sus brazos a un pequeño varón que había nacido hacer apenas algunos meses quien era exactamente igual a él.
Abby se acercó a ellos dos sintiendo su corazón latir con fuerza, Laurie le entregó a el pequeño con mucha delicadeza y admiró con una sonrisa a su familia.
Se sentían tan bien, el uno con el otro formando aquella pequeña familia que sin duda alguna era el tesoro más preciado para ambos.
Jamás pensaron el día que se conocieron que años después se encontrarían en ésta posición. __________________________________ ¡Hola! Espero les haya gustado :)
¿Qué les pareció el trailer de Dune? ¡Timoteo se ve hermoso! Yo me estoy muriendo por ver ya la película.
