c. 003

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Jack miraba al pequeño infante juguetear con los lápices de su oficina, haciendo garabatos adorablementes graciosos representando lo que solía ser su día a día.

“—¡mira mira! soy yo, papi Jack ¡y mi tía Michelle!” sonrió adorablementes el pequeño rubiecito mostrando un pedazo de papel que su padre le había dado para que se entretuviera en lo que terminaba su larga jornada.

¿cuánto tiempo había pasado desde que recogió de la basura a ese pequeño mocoso? ah, nada más ni nada menos que dos, casi tres largos y maravillosos años, Gustabin ya había cumplido los seis años y era simplemente la adoración del gruñón y malhumorado superintendente Conway.

el azabache sonrió con ternura, acariciando suavemente esos despeinados cabellitos claros de su hijo -porque si, puede que no tengan la más mínima relación sanguínea pero esos ojitos azules le habían dado una nueva razón para seguir con vida- mientras asentía “—va para el refrigerador, campeón” y volvió a desviar su mirada hacia los informes pendientes que su jefa le había entregado.

¿así se sentía tener una familia? pensaba conway, hacia tantos años que no sentía ese hermoso calor en su pecho que aparecía cuando cuidaba al infante; a veces...por las noches, Jack recordaba la fatídica noche en la que se le fue arrebatada la alegría de su vida, sus dos pequeños y su adorada Julia, la sangre en sus manos mientras intentaba detener el líquido vital que escurría por aquella herida mortal. El pensar que no fue capaz de proteger a su familia lo torturaba sin piedad...

¿se habia intentado quitar la vida? si, más de una vez, pero el universo era cruel y el era un cobarde, ni de la dulce paz de la muerte le era otorgado. Pero si estuviese muerto, no hubiera podido encontrar a Gustabo, ese niño que sin querer le había devuelto las ganas de vivir, poniendo su mundo patas arriba.

el daría su vida por el pequeño...el no se le escaparía de su vida como lo había hecho su inocente Mathias, de eso el se aseguraría.

“—¿porque lloras?” unas ligeras caricias le sacaron de su ensoñación ¿en qué momento las lágrimas empezaron a salir? ni la menor idea, pero su atención rápidamente se fue al infante que le limpiaba con delicadeza las saladas gotas.

“—¿eh? no no gustabin, estoy bien, sigue dibujando que papá tiene que terminar su trabajo.”

y así, entre silencio y ocacionales comentarios sin sentido,al padre e hijo les llegó la noche.

ambos, tomados de la mano salieron de las instalaciones del cnp encaminándose al audi rosado -cortesia de una pequeño capricho del menor- con tal de llegar finalmente a su hogar.

“—¿que es una novio?” con una evitente inocencia rompió el silencio el ojiazul, haciendo que conway por poco y se ahogara con su saliva.

joder, ¿seis años y ya iba a empezar con esas platicas? un suspiro incómodo salió de sus labios mientras mantenía su mirada al frente “—primero, se dice un novio o una novia, no una novio...ya habíamos hablado de las palabras en femenino o masculino”—dedicandole una mirada rápida prosiguió “—y un novio o novia es... una persona que quieres mucho de manera romántica con la que deseas iniciar una relación de pareja.”

y básicamente gustabo quedó igual.

miró con una mueca de disgusto a su padre “—¿que es romántica? ¿que es relación? ¿que es pareja?¿me puedes comprar una?” ni rápido ni perezoso bombardeó al cansado hombre de preguntas que, si somos honestos, no tenía ganas de contestar.

“—no estoy obligado a responder esas preguntas, además ¿quién te dijo esa palabra? no la escuchaste de la tele ¿o si?”

las orbes zafiro del pequeñin se desviaron a la ventana mientras que sus dos cachetitos se coloreaban de un suave color carmín “—no...” murmuró jugueteando con sus deditos, algo tímido de lo que estaba por decir; ante la inquisidora mirada de su padre empezó a hablar “—osit- digo, Horacio me dijo que uh... que quería un novio para que le diera besito y que si quería ser su novio...y yo le dije que si porque le—” sus mejillas se volvían poco a poco más rojas“— le quería dar besitos para que estuviera feliz, así que eso...”

Jack guardó silencio por unos segundos, frunciendo el ceño cada vez más y aguantando las ganas de gritar -obviamente no quería asustar a su hijo- ¿conocía a horacio? si, claro que lo conocía a él y a su padre alcohólico que no hacía más que hacer disturbios en la vía pública, consideraba que no era la mejor influencia para su hijo, pero aún así su pequeño parecía estar aferrado a ser amigo de ese niñato, y ante los ojitos que le ponía ¿que podía hacer?

pero soportarlo era una cosa y que este quisiera agarrar a su niño de novio era muy diferente, ¡son niños, joder!

“— así que... ¿Horacio?”

© softhugss

➤ little thing . spain rp ೆ ̖́‧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora