Capitulo 2

323 34 7
                                    

Acarició las puntas de su cabello por última vez antes de acercarse al espejo, el nuevo corte le gustaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Acarició las puntas de su cabello por última vez antes de acercarse al espejo, el nuevo corte le gustaba. Un par de años tardó en conseguir una larga melena, pero ese día había decidido cortárselo ella misma por encima de su hombros. 

Había pasado tantas cosas, unas peores que otra, y el año anterior no había sido el mejor, y tampoco el peor; pero, aun así, necesitaba un cambio, un cierre de ciclo. No quería pintarse el pelo y arruinar su bello color marrón, así que cortárselo fue fácil. 

Tienes el color de pelo más bonito que haya visto... Sí, es marrón, pero es el marrón más bonito que yo haya visto. 

No, esas palabras no tenían nada que ver con su decisión. Obviamente, no. 

Miró sus propios ojos verdes, viendo en ellos todos sus recuerdos, todas sus alegrías y tristezas, toda su determinación; se alejó de su reflejo y se acercó a la ventana. Sonrío al contemplar una pequeña y bonita mariposa que frenó a descansar sobre su dedo.  

— Jess ¿Estas segura de esto?— preguntó una mujer.

— Completamente. —Dejó volar al insecto.

— Pero sabes que...

— Tía, sé que te preocupas, pero esta decisión la vengo pensando desde hace tiempo y lo sabes—la interrumpió—. Me esforcé bastante en estar bien, en vivir la vida día a día, en ganar cada oportunidad que tengo y no lo dejaré pasar.

— Pero no has visto a tu hermano en años, no sabes como es, no tienes idea como reaccionará.

— Lo sé, pero, con lo que pude averiguar, es dueño de una Network y no creo que sea capaz de arruinar su fama dejándome en la calle. 

—Tienes más oportunidades aquí cerca ¿Por que justo esa?

—Esa puede ser la que más me abrirá puertas —contestó con simpleza. Su tía nunca supo si eso fue o no verdad—. Estaré bien. 

— De todas maneras, te enviaremos dinero cada mes para asegurarnos de que todo esté bien.

— Junto a mi tío me han cuidado por años, ya no hace falta que se rompan el lomo para consentirme. En unos meses cumpliré dieciocho años, tengo que empezar a ser independiente. Buscaré algún trabajo y...

—Vos lo dijiste dicho, aún tienes diecisiete años, por lo tanto, sigues siendo nuestro deber mantenerte—intervino un hombre.

— Tío... — intentó protestar.

— No se discute más. Además será mejor así te dedicas completamente a tus estudios.

— Sigo orgullosa de que hayas conseguido una beca en esa escuela tan prestigiosa, muy pocos logran algo así.

— Es que soy súper talentosa —dijo en modo de chiste, pero no era una mentira. Desde muy niña tuvo un fanatismo por el teatros y cuando piso uno por primera vez, se prometió que sería la mejor. 

Somos FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora