Capítulo 8

164 22 45
                                    

La noche anterior había sido un poco intensa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche anterior había sido un poco intensa. Después de analizar la situación por un buen rato, Jessica comprendió que tenía dos opciones: dejar que las palabras duras de su hermano le afectarán o seguir con su vida, simulando una fortaleza superior con la que realmente contaba.

Obviamente eligió la segunda ¿Por qué? Era más satisfactorio hacerle pensar al Golden que él no era gran cosa en su vida, aunque en cierta manera eso no fuera del todo cierto.

Ahora ella mostraba una sonrisa enorme al público que la observaba en ese escenario. Su primera obra había sido todo un éxito y sabía que a muchos le había encantado su actuación.

— ¡Amiga eso fue increíble! — Aillen la abrazó bien entró al camarín—. Estuviste asombrosa, no sabia que eras tan buena actriz

— Gracias, pero me estás asfixiando.

— Perdón, es que realmente me encantó y a los chicos del fundom igual —exclamó—. No pudieron venir a saludarte, pero me dijeron que te felicite por tremenda actuación.

— Los vi entre el público, realmente es muy lindo de su parte haber venido —expresó con cordialidad.

— Disculpen la interrupción —Una de las profesoras ingresó al camerino—. ¡Estuviste increíble Jessica! Tienes un gran futuro por delante.

— Se lo agradezco demasiado, profesora Laura —le dedicó una sonrisa sincera.

— Ahora espero que mejores tu pequeño problema así podes explotar al 100% tu actuación... Nos vemos el lunes, querida.

— ¿Problema?— cuestionó Aillen una vez solas

— Tengo que mejorar mi rendimiento físico para lograr obtener un protagónico — suspiró—. En el pasado lo intenté, pero no me fue del todo bien.

— Te ayudaría, pero no soy muy buena en los deporte —de repente una idea se le vino a la cabeza—. Ahora que lo pienso, Ezequiel podría ayudarte, es un gran deportista.

— No, ni en sueños —sentenció, decidida.

— Pero ¿Por qué?

— ¿Te imaginas estar a solas con él? ¿O lo engreído que se pondrá si se lo pido? Nop, me niego a darle esa satisfacción.

— No puedes ser tan orgullosa —rio bajo— ¿O acaso no quieres estar a solas con él por miedo a caer rendida a sus pies?

— Sigue soñando Aillen. 

— Bueno, supongo que tendrás que olvidarte del papel protagónico porque un entrenador mejor que Ezequiel no encontraras, al menos gratis.

Somos FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora