Cartas de Dalila

El despertar

No encontramos un campeón, encontramos dos, y no quedó ninguno en pie... Madre a pesar de haber hecho lo que se tenía que hacer el pesar me invade ¿alguna vez llegaste tarde sin saber siquiera que tenías que llegar? Te arranca una pieza que ni siquiera sabías que existía en ti, las Driyats son seres caprichosos y embusteros, dejaron de querer a Berrian y simplemente decidieron que lo mandarían asesinar.fuimos testigos de lo que pasa a una mente cuando la naturaleza y el tiempo se ponen en tu contra, no te dejes engañar, ese hombre era capaz e inteligente pero la paranoia había echado raíz en su cabeza. encontramos resguardo en el mismo templo que buscábamos, uno dirigido a ninguna deidad pero con un ser más antiguo que el tiempo o de terrenos no cartografiados aún; un miembro de la corte del invierno, encerrado eternamente en una pared de jade perdida por la oscuridad, cuanta perdición en un solo espacio. Gracias a tu educación hacia él bien este ser intercedió por nosotros con Berrian, oh mi alma susurra que ojala no lo hubiera hecho, de pronto su semblante fúrico se volvió uno cansado su cuerpo ejercitado mostraba viejas heridas, su afán por ganar la batalla mostraba la guerra perdida, me enseñaste a torcer los cuellos a las gallinas antes de poder recitar una canción y aun así mi determinación fue débil cuando Berrian nos pidió libertad, ahora debo creer que existimos aún después de esto madre, de no ser así me será imposible dar otro paso al frente. Terminaron muchas guerras hoy, es injusto que hayan hecho a Berrian candado para todas. Al menos terminaron todas de manera pacífica ¿has sabido algo de un idioma en clima? Necesito aprenderlo. Dudo que vayamos a ver las luces este año, te deseo paz madre, feliz cambio de estación.