Los hermanos Durst (hoja 1/3)

31 1 1
                                    


Vakura se fue, no temo por seguridad por supuesto, pero desapareció aún más repentinamente de lo que llegó, tengo fe de volver a verle tanto como la tengo en que sacaré al elfo de su prisión de jade. En más malas noticias... empezando por el principio.

Fui despertada por Rose asustada, Thorn desapareció durante la noche, sumado a eso nos rodeaba una niebla tan densa que era imposible ver nada a cinco metros. Desperté a los chicos y empezamos a buscar a los alrededores de la mansión si Thorn no se había querido ir antes con todos nosotros no iba a tomar camino sin rumbo durante la noche por su cuenta

Vakura hizo algún hechizo con el que pudo rastrear que en efecto no se había ido, pero tampoco estaba alrededor de la mansión, sino dentro de ella en lo más alto.

No dudamos mucho antes de entrar, la niebla era demasiado densa para ir a cualquier otro lado y habíamos prometido a los niños cuidar de ellos. Después de encontrar un modo en que la puerta no se cerrara y sellara una vez entrásemos caminamos juntos el lugar tenía demasiado polvo para un par de días, quisimos preguntar a Rose cuanto tiempo llevaban solos o ahí afuera, pero Rose ya no estaba con nosotros, si para entonces alguien aún no desconfiaba del lugar, esa fue la señal definitiva para querer hacer lo nuestro pronto y salir de ahí.

Subimos sin escalas hasta el último piso que nos daban los escalones, pero Vakura sentía a Thorn aún más arriba, debíamos buscar más escaleras en aquel piso, las escaleras conectaban a un pasillo en cada piso adornado con armaduras coronadas con cabezas de animales, a lo largo de dichos pasillos se ramificaban las habitaciones. El piso donde estábamos, siendo el más alto, era el único que tenía habitaciones en la parte de la casa por la que las escaleras estaban. 

Cartas de DalilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora