ADORE YOU ➳ moody spurgeon ✓

01 | Cole Mackenzie.

capítulo uno;

⸙

DESPUÉS DE LAS FIESTAS NAVIDEÑAS, el regreso a clases sin duda fue lo mejor que pudo haber pasado para Blair, ella realmente extrañaba a sus amigos. La niña Lovett y el joven Blythe se habían vuelto muy buenos amigos, por lo que Ruby no desaprovecho y le rogaba a su ahora mejor amiga que hablara de ella con Gilbert.

Blair quería ayudar a la pequeña Gillis, pero no quería incomodar demasiado a Gilbert solo hablando de ella, por lo que optó por no mencionar nada, no quería que su amiga se hiciera falsas ilusiones.

Había pasado un año desde que llegó a Avonlea, y fue el mejor año de su vida.

Hace mucho tiempo, Gilbert fue a casa de los Lovett a despedirse de sus amigos, ya que partiría en un barco como trabajador para viajar.

Al llegar a la escuela, Blair notó a un chico que no había visto antes con una boina, este se encontraba sentado sobre una roca dibujando. Ella curiosa se acerco a él.

—Hola. —le saludó y el chico le miró.

—¿Hola? —saludó él confundido.

—Mi nombre es Blair Lovett. —se presentó sentándose a su lado —No te había visto antes... ¿Tú eres?

—Cole Mackenzie. —respondió el chico, Blair ofreció su mano para estrecharla y él la acepto.

—Es un hermoso dibujo. —alagó Blair mirando a el cuaderno.

—Gracias. —dijo y al momento una pelota cayó cerca de ellos.

—¡Oye Cole! ¿Nos pasas la pelota? —gritó Billy Andrews, Cole pareció ignorarlo —¡Oye niña! —gritó de nuevo y Cole volteo —si, tú.

Cole tomó la pelota y se la lanzó.

—Buen brazo, ¿Jugamos? —preguntó el chico Andrews.

—No, no quiero, pero gracias. —respondió y se sentó otra vez.

—También sé dibujar, aunque no creo que sean tan buenos como los tuyos. —comentó Blair.

—Estoy seguro de que son muy buenos, ¿Los tienes aquí? —preguntó él, Blair asintió y sacó su cauderno.

—Este fue el primero que hice, —informó señalando su dibujo de un oso —después este. —señaló uno de un espejo —Este espejo estaba en mi casa anterior, mi abuela materna decía que estaba hechizado, y por las noches se podía ver a una mujer. Ella te proponía un juego, y si lo ganabas te concedía un deseo.