la realidad supera a la ficción. (I)

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HUANG RENJUN



Mis dedos fluían creando palabras como un pianista sobre su teclado, deleitándome con cada nota que salía de mi mente. Los ojos me escocían debido a la escasa luz de fondo y la fuerte luz blanca de la pantalla, pero estaba tan fascinado en mi escritura que no podía dejarla a medias. Estaba en mi salsa, mi concentración al máximo gracias al silencio absoluto y la oscuridad que me envolvía sobre mi ambiente en medio de la noche.

Mi nueva historia estaba en mitad de su creación. Amaba escribir historias de todo tipo; desde romanticismo exagerado y surrealista, hasta crudas historias de horror en donde se narraba explícitamente casos de asesinatos. Amaba esa sensación que daba el embelesarse en una historia, alejarse del mundo real para introducirse por completo en un mundo ideal creado por mi propia mente, en donde yo era el Dios y creador de todo, y que podía modificar las cosas a mi antojo.

No es que sea el mejor haciéndolo, pero disfruto de cada segundo de adrenalina cada vez que surge una idea nueva en mi cabeza, de cada segundo de placer en donde mis dedos teclean y crean una palabra, y luego otra y otra, para después crear múltiples párrafos los cuales, finalmente, son elegidos para ser llamados historias. Es una sensación de satisfacción y felicidad difícil de explicar, que sólo aquellos que la han sentido son capaces de entenderlo.

Sin embargo, todo lo que sucedía por mi cabeza, debía permanecer allí, puesto que nadie más sabría comprender mis sentimientos. Mis creaciones no son más allá que palabras ricas en tramas, leídas por nadie más que yo. Son como mi secreto mejor guardado, como un tesoro el cual nadie jamás sabrá de él porque nunca en mi vida lo mencioné. Y prefería que así se quedase, como algo que sólo yo sea capaz de valorar. Suena egoísta, lo sé, pero ciertamente creo que mis creaciones no son más que ideas desordenadas, pero ordenadas de cierta forma para que parezcan algo llamado "libro".

Dejé que mis pensamientos nadaran sobre el río, imaginándome cada escenario con suma concentración, atento a que no se me escapase ningún detalle. La historia que empezaba a escribir trataba sobre un solitario joven universitario, tan normal como cualquier ser humano, sin embargo, no sabe que hay un pasado que lo persigue desde el principio, y que sus acciones pasadas tarde o temprano tendrían sus consecuencias.

«Aquel día, normal como cualquiera, Jisoo se levantó más alterado de lo normal. Sus ojos se abrieron apenas el sol de la mañana azotó su rostro, anunciándole que un nuevo día empezaba para él. El corazón lo levantó de la cama de un brinco, y sólo así fue que pudo regresar a la realidad. Cuando vio que todo en su habitación estaba tranquilo y en paz como siempre, pudo calmarse recién. Soltó un suspiro de alivio. Había tenido otra de esas raras pesadillas.»

Así era como comenzaba el primer párrafo de mi nueva historia corta. Simple, pero lo suficientemente completo como para poder darle una buena empezada.

Continué, dejando que las ideas crearan sus palabras.


«Solía ser normal para él, pero ya era algo que comenzaba a preocuparle. Y es que siempre se repetía el mismo sueño una y otra vez. Él en medio de un pasillo oscuro, corriendo sin aliento por él mientras un ente, el cual no podía identificar, le perseguía sin cansancio. Trataba fuertemente de controlarlo, pero le era imposible, el sueño aparecía esporádicamente cuando quería. Y cada vez que aquello sucedía, era como el prólogo de un día de mal agüero, como un amuleto de mala suerte, puesto que, durante días, su suerte empeora y todo le va mal. Un hecho extraño y que podría llamar casi sobrenatural, y que sólo le pasaba a él.

highway to h(ell)eaven ° nctDonde viven las historias. Descúbrelo ahora