¿me amarías más... si matara a alguien por ti? (I)

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❝¿Me amarías más... si matara a alguien por ti?

¿Tomarías mi mano? Son las mismas que usé cuando maté a alguien por ti.❞

If I Killed Someone For You - Alec Benjamin.




JAEMIN


Es difícil describir con palabras adecuadas lo que es el amor, mucho más cuando estás tan bañado de él que ya ni siquiera se es posible ver o actuar con naturalidad. El amor es tan poderoso, que puede llenarnos de vida o matarnos tan impiadosamente que hasta nuestra alma fallece de manera brutal.

Y es curioso, porque aun sabiendo el riesgo que conlleva enamorarse, lo hacemos de igual manera, mayoritariamente de forma involuntaria. Es como si nuestro cerebro fuese masoquista, naturalmente le gustase sufrir, y decidiera siempre tomar las peores decisiones, y al final, terminamos padeciendo sus consecuencias que no traen nada más que cargas que muchas veces se nos hace imposible de acarrear. Sufrimos por amor, lloramos por amor, nos transformamos por amor, matamos por amor.

Muchos podrán decir que el amor es una mentira, que no existe, que sólo es un ideal falso creado para destruir las esperanzas de la gente. Sin embargo, no estaría hablando de lo horrible y hermoso que es simultáneamente el amor si no fuera por mi propia experiencia, porque, por más que haya sido feliz durante el amor, también sufrí la ida de éste, y las nefastas consecuencias que tuvo con el romance que yo creí, sería eterno.

Porque tal como un día cualquiera Lee Jeno se enamoró de mí, un día cualquiera fue que su efímero amor por mí se desvaneció tan fácilmente como el vapor del agua hirviendo.






Mis ojos se abrieron lentamente al sentir la fría brisa escabullirse por la ventana. Las cortinas se mecían al ritmo del viento, y los tenues rayos del sol se escapan hacia dentro de la habitación. La sonrisa en mi rostro fue instantánea al despertar por completo y recordar lo sucedido la noche anterior. Mi cuerpo reaccionó con un cosquilleo al imaginar las manos de mi querido Jeno acariciar mi cintura, tirar de mi cabello... o sus labios mordiendo los míos y marcando territorio en cada rincón de mi cuerpo... Dios, sin duda su mayor talento es el sexo, y me siento agradecido de ser el único capaz de comprobarlo.

Me incorporé en la cama, inhalando el aroma a sexo que aún se impregnaba de las desordenadas sábanas. Jeno ya se había levantado, podía oír los huevos freírse desde la cocina. Mordí mi labio inferior, ¿es que acaso no podía ser más perfecto? Tenía todo lo que me gustaba, y más.

Y es que, aun después de tres años de relación, no podía dejar de sentir cada momento como si fuese la primera vez. Mis entrañas aún cosquillean cada vez que me sonríe, o cada vez que pronuncia con sus deliciosos labios y su grave voz mi nombre, o cuando me acaricia, o cuando hace literalmente cualquier cosa. Me tiene bajo sus pies y eso es algo que admito y que ya no puedo cambiar, porque estoy profundamente enamorado. Tener a Jeno para mí solo era más que una bendición; algo muy bueno tuve que haber hecho en mi vida pasada como para tener a semejante hombre a mi lado.

highway to h(ell)eaven ° nctDonde viven las historias. Descúbrelo ahora