Ha sido un día largo. Miro al techo mientras escucho música en el móvil, tumbada en la cama y esperando con ansia que mi padre suba a regañarme por la hora en la que he llegado de casa de Isaac.
Suena mi móvil. Es Gabriela.
-Hola guapa, ¿qué tal estás? -Pregunta.
-Hola, bien, en la cama descansando para mañana-respondo-¿y tú?
-Bien, he llegado hace poco a casa, tengo que contarte tantas cosas cuando vengas, he conocido a un chico que está cañón-ríe.
-Gabriela, dices eso de todos y cada uno de los tíos con los que sales-contesto en tono burlón.
-Es que quiero disfrutar la vida, tú en cambio eres un muermo, ¿hace cuanto no sales con alguien? -Pregunta.
-Prefiero no responderte a eso-digo pensando en que quizás lleve más de ocho meses sin tener una cita.
-Me encanta ser tu amiga, cuando estoy mal, solo tengo que acordarme de ti, ver lo basura que es tu vida y se me pasa-dice.
-No todo en la vida son los chicos, también existe el instituto, los trabajos, la familia ... ¿Sabes de lo que hablo? -Vacilo.
-Si, algo me suena-ríe-bueno querida, mañana se la más guapa de todos y bebe mucho en la fiesta de por la noche, dale un beso a tus padres ya ese amigo tuyo tan buenorro, Isaac-recalca.
Dejo el móvil encima de la mesilla y enciendo la lamparita, pongo los pies en el suelo y camio al balcón, abro la puerta y salgo en dirección al banco a sentarme. Hay bastantes estrellas esta noche, pero mi atención siempre es captada por la luna. Desde pequeña he sentido una atracción total por el universo y sobre todo por esa redondel, blanco y gigante que alumbra el cielo. Tengo varios libros que hablan sobre la luna y los horóscopos, o sobre constelaciones. Mis padres me los prohibieron tener, según ellos, eso solo me trae pajaritos a la cabeza, por eso los tengo escondidos en la habitación de Dayana.
Acaricio las flores del macetero que tengo a mi mano derecha y cojo el cuaderno que dejé la otra noche en el banco, busco una hoja en blanco, cojo el bolígrafo y busco una inspiración para escribir.
"Anna se despertó esa mañana..."
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Y de repente, tú.
RomantikEs cierto aquello que dicen, que perseguir un sueño no es nada fácil y más si nadie te apoya, Carla es una joven a punto de terminar el instituto cuyo sueño ser escritora. Su último verano antes de que sus padres la obliguen a ir a una universidad e...