𝐻𝐸𝑅 𝐶𝐻𝐸𝑅𝑅𝑌 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑆𝑇𝐼𝐶𝐾 [𝙸𝚗𝚘 𝚈𝚊𝚖𝚊𝚗𝚊𝚔𝚊]

♥︎ 𝕠 𝕟 𝕔 𝕖 ♥︎

Una copa. Dos copas. Tres copas.

Seis copas.

Seis pequeñas copas de sake fueron suficientes para que Ino y yo comenzáramos a actuar incoherentemente. Supongo que eso se debió a nuestra corta edad y la -casi- nula resistencia de nuestros cuerpos inmaduros hacia el alcohol.

Y es que, tratándose de nosotras, beber no era apropiado en ningún sentido existente.

-¡ZuZu, baila conmigo!

Enarqué una ceja al escuchar eso y miré con sorpresa a la rubia parada a mi lado. Había apoyado su cuerpo contra el borde de la pila e inclinado su cabeza ligeramente hacia adelante. Mis ojos se dirigieron fugazmente hacia las dos grandes masas de piel en su pecho que se apretaban contra el cemento. Aparté la mirada rápidamente.

A esas alturas de la noche yo estaba muy consciente de lo que hacía y decía. La única diferencia de con mi yo sobria, era que las ideas que normalmente me parecerían tontas, ahora las consideraba bastante racionales.

-Sería un honor, mademoiselle.

Me alejé del borde al decir eso y le tendí una mano.

Ino soltó una risita y se apartó con rapidez del borde. Inconscientemente había puesto mis ojos, una vez más, sobre sus grandes atributos que saltaron por la velocidad en que ella se movió.

Sacudí la cabeza y volví mi atención hacia sus ojos. O, mejor dicho, su ojo que no estaba cubierto por su largo flequillo.

-¿Por qué cubres la mitad de tu rostro? -pregunté de pronto.

Entonces comprendí que ya ni siquiera podía mantener mis pensamientos para mí misma, y eso definitivamente sería un problema.

Ino ladeó la cabeza y luego sonrió. Aceptó la mano que le tendí pero no se movió de su lugar.

-Me gusta así -contestó sin cambiar su expresión juguetona.

A mí nunca me había gustado mucho.

-A mí no.

-¿Ah, no?

La rubia miró nuestras manos y esbozó una media sonrisa.

-No. Creo que eres demasiado bonita para ocultar tu rostro.

Y así, con esa oración mía, fue como comenzó nuestro pequeño juego.