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Regresó a casa con solo quince minutos para prepararse antes de que Harry pasara a recogerla.

Supuso que Harry le habría pedido referencias a Dana antes de ofrecerle un trabajo.

Se puso su vestido negro y botas de cuero. Se retocó el maquillaje y se pasó un cepillo por el pelo.

Se había pasado un buen rato la noche anterior buscando información sobre Harry Styles en Internet. Así había descubierto que era el dueño de una mina de oro en la zona oeste de Australia. Además, estaba muy involucrado en una organización benéfica llamada Rapper One y, de acuerdo con una reciente encuesta de la revista, era uno de los solteros más cotizados del país. Sus intereses amorosos eran muchos y variados. Vio fotos en las que aparecía con atractivas y sofisticadas mujeres.

Estaba pensando en eso cuando llamaron a la puerta. La abrió y vio que llevaba puesto un elegante traje oscuro. Supuso que estaría hecho a medida. Lo había combinado con una camisa negra y corbata, que le daba un aire algo diabólico y muy tentador. Incluso sus ojos parecían más oscuros.

-Ho-hola -tartamudeó ella algo nerviosa mientras cerraba la puerta.

-Buenas noches, ____. ¿Estás lista?

Su sonrisa hizo que le temblaran las rodillas. No se acostumbraba al efecto que parecía tener sobre ella.

-Supongo que sí.

El trayecto en coche hasta el restaurante fue bastante corto, pero estaba tan nerviosa que no paró de hablar. Había elegido un restaurante francés que era muy glamuroso e íntimo. Había velas encendidas en todas las mesas.

-Bon soir, señor, señorita -los saludó un camarero antes de acompañarlos a su mesa.

Harry pidió que les sirviera un champán muy caro y no tardaron en llevárselo. En una esquina del restaurante, un músico tocaba antiguas canciones francesas con un acordeón.

Harry levantó la copa hacia ella.

-Por una exitosa noche -le dijo.

-Bon appétit -contestó ella brindando con Harry.

-¿Qué te apetece? -le preguntó él entonces.

No pudo evitar apartar de su mente un montón de imágenes eróticas.

Cuando decidieron lo que querían cenar, Harry avisó al camarero.

-Nous voudrions l'assiette des fruits et fondue de Brie pour les deux, s'il vous plait. Pour le plat principal, mademoiselle voudrait le filet de saumon au beurre rouge et je voudrais l'Entrecôte è la bordelaise -le explicó Harry-. Merci.

El camarero asintió con la cabeza.

-Merci, Monsieur.

____ hablaba francés bastante bien, pero escuchar a Harry en ese idioma había conseguido que se derritiera un poco más. Tenía un acento maravilloso.

-Bueno, ¿de qué se trata? -le preguntó ____ después de unos minutos.

-He hablado con Dana hoy. Con tus referencias y lo que sé de ti hasta ahora, creo que eres la mejor mujer para el trabajo -le contestó Harry.

-¿Sí? ¿Y si no quiero el trabajo?

-Creo que va a gustarte -le dijo él.

Tomó un sorbo de champán y lo estudió por encima de la copa de cristal.

-¿Tan seguro estás?

-Siempre lo estoy -le dijo Harry-. Y, solo por curiosidad, ¿es urgente tu situación económica? Y, si no te importa comentármelo, ¿por qué necesitas el dinero?

En Busca de una EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora