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____ despertó al amanecer con una sonrisa de satisfacción y un suspiro. Iba a guardar las últimas horas en su corazón para siempre.

No se movió para no despertar a Harry. Quería mirarlo.

Se fijó en sus largas pestañas y en esos labios que parecían hechos para el pecado. Le tentó la idea de despertarlo para pecar un poco más, pero se levantó de la cama. Se puso un ligero chal sobre los hombros y salió de la tienda para ver el paisaje con la luz del nuevo día.

Le asustaba la intensidad de sus sentimientos. Él le había dicho que podrían seguir viéndose en Australia si así lo querían. Le había dado la impresión de que hablaba en serio, pero tampoco se le había olvidado que había prometido no casarse nunca.

Harry no dejaba de confundirla constantemente. No sabía qué pensar. Estaba segura de que no quería ningún tipo de compromiso.

-¿Qué haces levantada? -preguntó una voz ronca detrás de ella.

Pudo imaginarlo diciéndole eso mismo dentro de un año, dos o veinte. Pero sabía que era mejor no pensar en eso y que solo era sexo, nada más. Sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas y las ocultó con una sonrisa.

-Esperando a que venga mi amante a buscarme.

-Aquí está -murmuró Harry abrazándola-. Y quiere saber quién es el que te hizo tanto daño para ir a por él y darle un buen puñetazo.

Se quedó sin aliento al oír sus palabras.

-¿De qué estás hablando?

-Del malnacido que te hizo daño. Te lo pregunté en el restaurante la noche que nos conocimos. No es el hombre del que me hablaste, él no llegó a ocupar tu corazón. Hay alguien más, ¿verdad?

Le sorprendió que fuera tan perspicaz.

-Él ya no importa -respondió ella.

-Pero aún no lo has superado -le dijo Harry-. Y ahora es un buen momento para hacerlo.

-Tienes razón -asintió ella-. Era un aristócrata inglés, rico y viudo. Yo era la niñera de su hijo. Me enamoré de él y pensé que me correspondía. Estaba tan feliz que se lo conté a mi familia, creyendo que eso era el éxito. Era demasiado estúpida para darme cuenta de que el éxito no significa encontrar un hombre rico y enamorarme de él -le contó-. Después, cuando me fui de allí, no le mencioné mi fracaso a mi familia. Y, como no hemos estado en contacto, siguen pensando que...

-Eso no fue un fracaso, ____. Eres una mujer extraordinaria, leal y valiente -le dijo mientras la besaba en la frente-. No pienses más en él. ¿Qué quieres que haga tu amante ahora?

-Que me lleve a la cama y que luego...

Le susurró algo al oído y Harry sonrió.

-Los deseos de mi señora son órdenes para mí -le dijo tomándola en sus brazos.

Veinticuatro horas más tarde, se preparaban para la reunión con el jeque. Mientras se miraba en el espejo, ____ recordó por qué estaban en Dubái.

Se había puesto un conservador traje azul marino, una recatada blusa color crema y un moño.

Harry estaba de pie junto a una de las ventanas panorámicas de la suite. Estaba leyendo mensajes en su teléfono con el ceño fruncido. Llevaba un traje azul marino muy elegante.

Admiraba a ese hombre y lo respetaba. Le había dado una nueva confianza en sí misma y había mejorado su autoestima. Le había demostrado que no todos los hombres eran unos canallas.

-¿Cuándo nos vamos?

-Dentro de poco -repuso Harry levantando la vista y sonriendo-. Estás perfecta. Y nunca he conocido a una mujer más puntual y bella.

En Busca de una EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora