Lindo doctor

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Era un lindo día, hoy no había escuela y los dos jóvenes quisieron pasar todo el día juntos. Pero no salió como esperaban.

Ari fue el primero en despertarse y al ver a Temo aun dormido se levantó para preparar el desayuno. Le encantaba consentir a su novio llevando el desayuno a la cama y comerlo juntos.

-Buenos días bonito- dijo al entrar con la bandeja del desayuno-. Despierta porque te preparé un delicioso desayuno.

Como respuesta solo obtuvo un quejido de Temo y eso era raro ya que desde antes de desayunar ya estaba levantado.

-Mi amor, ya levantate- le decía una vez más, pero al acercarse para besar su mejilla la sintió caliente y tocó su cara-. Ay Tahi, tienes fiebre.
-Me siento mal, Tahi- murmuró Temo.
-¿Te duele algo?
-Solo la cabeza.
-Tranquilo Tahi, voy a traerte una pastilla y un trapo húmedo para que te reduzca la temperatura.

Dejó la bandeja en una mesa y salió del cuarto para buscar una pastilla, después de unos momentos regresó a la habitación con las cosas, Temo estaba recostado sobre sus almohadas.

-Toma esta pastilla, te sentirás mucho mejor- dijo Ari dándole la pastilla y colocando el trapo húmedo en su frente-. Y con esto reducirá la fiebre.
-Gracias Ari- sonrió Temo.

Una vez que se tomó la pastilla comenzó a comer su desayuno junto con Ari, le agradaba tener su compañía y más en esos momentos.

Después de un rato Temo terminó de desayunar, la temperatura había reducido y Ari tuvo que salir a comprar unas cosas. Temo aprovechó ese rato para dormir.

Ari pasó a la farmacia a comprar otras medicinas que les hicieran falta para cuando alguno de los dos se enfermara de algo. Llevó al mostrador las cosas y la cajera lo miraba de manera coqueta.

-¿Algo más, guapo?- le preguntó con una sonrisa.
-Sería todo- respondió Ari sin mirarla mientras sacaba el dinero de su cartera.
-Llevas mucha medicina, ¿estás enfermo? Porque si es así yo te puedo curar y tal vez... Hagamos algo más.

Ari la miró mal y antes de reclamarle sonó su celular, inmediatamente contestó al ver que era su Tahi.

Llamada
-¿Qué pasó AMOR?- dijo Ari remarcando las últimas palabras frente a la cajera.
-¿Podrías traer algo para los escalofríos?- dijo Temo con la voz temblorosa-. Estoy cobijado pero aun tengo frío.
-Si mi amorcito, ahorita las compro. Si quieres ponte una de mis sudaderas y te vuelves a cobijar. En un rato llego, te amo Tahi.
-Y yo a ti mi niño.
Llamada finalizada

-Y por último me das algo para los escalofríos, mi novio no se siente bien- dijo Ari con burla al ver el rostro enojado de la cajera.
-¡¿Eres gay?!- exclamó-. Pero eres demasiado guapo como para serlo.
-Pues si planeabas coquetear conmigo quiero decirte que estabas perdiendo tu tiempo conmigo porque si soy orgullosamente gay.

Ari pagó las medicinas y se fue dejando molesta a la cajera.

El rizado llegó a su casa, preparó un té de manzana con canela, colocó unas galletas en un plato y en una esquina de la bandeja puso un pequeño florero con unos girasoles que compró. Temo sonrió al ver a Ari entrar con todo eso.

-Ay mi amor, que lindo eres- dijo Temo y besó a Ari, el cual correspondió.
-¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo más mi amor?- preguntó Ari con ternura.
-Aun tengo algo de frío, ¿me abrazas?

Así fue como la pareja se la pasó el resto del día, abrazados en la cama y dándose amor.

Aristemo- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora