Aristemo- One shots

Pesadillas

El entrenamiento de basquet estaba por comenzar y Ari aun no aparecía, su novio comenzaba a preocuparse.

-Temo, ve a buscar a Aristoteles y le dices que se dé prisa- dijo el entrenador.
-Si entrenador- dijo Temo.

Buscaba a Ari por todo el patio, en los vestidores y al subir las escaleras del segundo piso vio una escena que le rompió el corazón. Ari y Yolo se estaban besando.

-Me encantas Ari- dijo Yolo.
-No sé cómo no me dí cuenta de la hermosa persona que eres- dijo Ari acariciando su rostro-. Tú eres mejor que Temo.

Dicho esto volvió a besarla y cuando Temo se quiso acercar ambos desaparecieron, repentinamente la escena cambió y ahora estaba en su departamento de México. Caminaba con algo de temor hasta que sus pies toparon con algo y al mirar hacia abajo encontró a Ari con una herida de bala en el pecho.

-¡No mi amor, otra vez no!- dijo Temo llorando y tirándose a su lado-. ¡Vas a estar bien, no me dejes por favor!
-Fuiste tú- logró decir Ari y Temo quedó en shock.
-¿Qué?
-Fuiste tú quién me disparó.

Temo no entendía lo que Ari decía pero al ver a su mano notó que tenía un arma y la soltó.

-Eres un asesino- dijo antes de cerrar sus ojos.
-¡Perdoname Ari, no quise hacerlo!- decía llorando aun más-. ¡Noo!

Temo despertó de golpe y con la respiración agitada, cuando logró tranquilizarse un poco notó que estaba en la habitación de su departamento y a su lado Ari dormía, lo abrazó mientras rompía en llanto. Al escuchar los sollozos Ari despertó con preocupación y encendió la lámpara del tocador.

-¿Qué pasa Tahi? ¿Por qué lloras?- le preguntó con tranquilidad.
-Nunca me dejes Ari- dijo Temo entre lágrimas y abrazándolo-. No resistiría a estar lejos de ti.
-Aquí voy a estar siempre, amor. ¿Tuviste una pesadilla?

Temo asintió y secó sus lágrimas para después contarle su pesadilla a Ari. El rizado rió con la primera, pero con la segunda lo dejó preocupado ya que sabía cuál era el mayor temor de Temo.

-Tranquilo mi amor, solo fue un sueño- dijo Ari volviendo a abrazarlo-. Nada de eso pasó y sigo aquí contigo.
-¿Me prometes que nunca me vas a dejar?- preguntó Temo con su tierna voz que a Ari le encantaba escuchar.
-Nunca lo haré porque eres mi primer y único amor. Si volviera a nacer te buscaría por tierra y mar solo para volver a amarte.

Temo sonrió con aquellas palabras de su novio y lo besó. El beso se fue intensificando poco a poco a tal punto que aquella noche comenzaba a ser romántica. Ambos hicieron el amor ya que querían demostrarse que ahí estaría el uno para el otro.

Después de un rato ambos solo estaban cubiertos por las mantas de su cama y abrazados, Temo acostado sobre el pecho desnudo de Ari.

-¿Por qué te amo cada día más?- dijo Temo mirándolo con amor.
-Esa es la pregunta que yo me hago desde que estás conmigo- dijo Ari-. Solo quiero que sepas que nunca te voy a dejar de amar.
-Yo tampoco te voy a dejar de amar.

Ari le dio un beso a Temo en la frente y durmieron abrazados lo que restaba de la noche.