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Me apresuré para llegar a casa cuando ví la hora, me pasé más tiempo del debido fuera, lo que me preocupa más es que últimamente minari está teniendo ciertos comportamientos que me alarman, un buen ejemplo fue lo de hoy en la mañana, no es algo normal que llore por una simple sartén y menos que piense que no me merece, ella no es así, estoy segura de ello. Por eso, hay una posibilidad de que piense que tal vez estoy enojada con ella, cuando en realidad soy yo la que tiene la culpa.

Al llegar, dejé las cosas a un lado y la pizza sobre la mesa, empecé a servirla en platos para luego dirigirme con ellos hacia la habitación, en esta no se escuchaba ruido alguno, lo que me pareció sumamente raro, al entrar me dí con la sorpresa de que mina se encontraba dormida, al parecer no se a movido de la cama desde que me fui, algo que en cierta parte agradezco, es bueno que descanse porque casi no lo hace cuando tiene trabajo, ya saben, prácticas, sesiones de fotos, entrevistas, más prácticas, hacer ejercicios, aunque no entiendo porque eso último si ya práctica mucho sus coreografías, pero ella me dijo que es parte de su horario, así que lo cumple.

Acaricie su cabello y le dí un besito en su cabezita para que duerma mejor, dejé los platos sobre la pequeña mesa que esta al lado de nuestra cama y me dirigí nuevamente a la cocina para traer lo demás. Acomode todo en su respectivo lugar y empecé a moverla para que despertara.

mina~... mina~... despierta mi amor, te tengo una sorpresa — le susurré cerca al oído, lo que funcionó

¿Sorpresa? Eso no importa, dame un abrazo  — dijo con voz somnolienta, estirando sus brazos para que yo hiciera lo que pedía

Al hacerlo me sentí en paz, sentí la verdadera tranquilidad en sus brazos, aún no puedo creer lo que hace esta maravillosa mujer en mí.

Mi amor ¿no estás molesta? — pregunté para saber si tendría que pedirle perdón de rodillas si era necesario

Claro que no, lo único que estaba era preocupada por ti, no sueles tener cuidado en la calle, pueden atropellarte tranquilamente y tu ni cuenta hasta que tienes los huesos rotos — dijo bromeando mientras reía y negaba con la cabeza

Bueno, aveces hay que correr algunos riesgos para complacer los deseos de la princesa — respondí sonriendo y tomando el puesto del caballero que rescata a la princesa

¿Así? ¿Acaso mataste al dragón? — se burló, mientras yo me levantaba para traer sus sorpresas

Las sostuve tras mi espalda y le mostré solo el adorable llavero

Pues yo venía lista para enfrentar al temerario dragón pero este pequeño pingüino se interpuso en mi camino y resultó ser el encargado de cuidar el castillo, lo cual me obligó a tomar la decisión que de ahora en adelante me encargaré de cuidar a la bella princesa myoui y su hermoso castillo de cualquier peligro que lo aceche — dije inventandome cosas para divertir a mina, mi princesa

Yo creo que el pingüino lo haria mejor, es mas lindo y fuerte — respondió jugando conmigo

Eso no decías hoy en la mañana, exactamente en la hora del desayuno, donde por cierto no desayunamos — dije con una sonrisa de lado, ya saben, insinuante a más no poder

Ella cubrió su rostro con sus delicadas manos para tratar de ocultar el evidente sonrojo que le provoque, lo que a mi vista era el gesto más tierno que he visto el día de hoy, y eso que aún falta para acabar el día



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La melodía  - Mina y Tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora