Piso Mojado (ponny)

tres

Hola! Gracias por leer. Después del capítulo hay un mensaje importante sobre el capítulo. Por favor leanlo. Gracias!!!

Alfonso suspiro viendo la puerta de su casa y dudaba de abrirse. La noticia que tenía que dar a su mama era pésimo y no quiso que ella se alarmara de esto. Desde que se mudó con él, siempre ha tenido trabajo.

Alfonso(pensando): Espero no destruirte con esta noticia mamá.- y finalmente entró a su casa.

Elena viéndole llegar sonrió.

Elena: hola hijo ¿qué tal tu día?

Alfonso se sentó a su lado en el sofá y suspiró.

Elena: qué pasa amor cuéntame. -lo mira preocupada.

Alfonso: no te quiero mentir mama no es nada bueno. -la mira y vea cómo su cara cambia de preocupación a miedo. El agarra las manos de su mamá.

Alfonso: no quiero que te asustes mamá pero me despidieron. — baja la cabeza avergonzado.

Elena: ¡que! ¿Hijo que vamos hacer? -se levanta y pone una mano en su pecho.

Alfonso: mamá tranquila, sólo tengo que volver a la tienda. -levanta a intentar calmarla.

Elena: pero hijo sabes que te dan casi nada. -una lágrima cae de sus ojos.

Alfonso limpia la lagrima y la abraza.

Alfonso: es solo mientras sigo buscando mejor pero estaremos bien vas a ver mamá no me rendiré hasta que te dé el mundo. -sigue abrazandola.

Entonces así lo hizo Alfonso, volvió al tienda en donde trabajaba antes y lo aceptaron. Lo bueno del caso fue que este trabajo estaba más cerca a su casa. Aunque el trabajo del centro comercial era mejor, estaba a una hora de distancia. Pero así eran las cosas en su barrio, no pagaban lo suficiente cómo en la ciudad.

Pasó una semana rápida y obtuvo su primer cheque de pago. Tan pronto como recibió el cheque, desapareció de la misma manera. Tenía que encontrar algo mejor que no podía pagar nada más que sus facturas.

Señora: ¿cuánto cuestan estos chocolates? -dice mirando a Alfonso.

Alfonso: un peso.

Senora: gracias.

Alfonso: de nada señora que tengas buen día.

Anahi: Peter que haces, no puedo estar en este tipo de tienda. -Abrieron la puerta de la tienda y entraron los dos.

Peter: Any, no puedo aguantar más acaso ¿Prefieres que orine en el auto?

Anahi: Claro que no Peter pero realmente no podrías haber orinado fuera, los hombres hacen eso.

Alfonso escuchó la puerta abrirse y también reconoció la voz. Su peor pesadilla. Cuando escuchó las voces acercarse trató de caminar hacia otra área pero ya era demasiado tarde.

Anahi lo vio intentar esconderse.

Anahi: No puede ser, ahora me estas siguiendo ¿hasta cuando? No te escondas ya te vi maldito.

Alfonso vuelve los chips que tenía en su mano en su lugar y rodó los ojos.

Alfonso: ya cálmate quieres? no te seguiría si tuviera un arma en mi cabeza.

Peter los mira entre los dos confundidos.

Peter: Any no sé cómo conoces a este hombre, pero ¿sabrías dónde está el baño? -pregunta a Alfonso de manera suplicante.

Alfonso: claro señor, está por ese lado. -le muestra el camino con una sonrisa y Peter va rápido y se mete al baño.

Anahi: no sabia que sabias como sonreír. -cruza sus brazos y lo mira burlona.

Alfonso: no tengo respeto para gente como tú. -sigue arreglando los estantes.

Anahi: no vaya que te toca la misma suerte que la última vez y pierdas otra vez tu trabajo. -dice sonriendo.

Alfonso al escuchar esto detuvo lo que estaba haciendo y la miró con rabia.

Alfonso: no te atreverías. -se acerca a ella su ira una vez más se apodera de él.

Anahi la mirada que le estaba dando la hizo retroceder.

Anahi: tal vez si tu madre te criara con modales no perderías tu trabajo.

Una vez que las palabras salieron de sus labios, él estaba justo frente a ella.

Alfonso la agarró y la sacudió lleno de rabia.

Alfonso: con mi mama no te metas escuinla. -él le advierte y Peter vuelve y llama por ayuda.

Llega el gerente.

Gerente: ¡Alfonso dejala! -y lo quita rápidamente.

Alfonso sale de su rabia y ve a su gerente frente a él. Esto no podría estar pasando otra vez.

Alfonso: lo siento, lo siento.

Anahi: Señor iba a comprar algo y me dijo que no me tiene respeta mejor que tuvieras mejores empleados. -dice y se va con Peter.

El gerente lo mira enojado.

Alfonso: ya mejor ni me diga ya me voy. -dice a su gerente y mira al suelo avergonzado.

Se da cuenta de una tarjeta en el suelo y la recoge.

Ya en casa lee la tarjeta. Era de un negocio. Decía; Franco Puente "Construimos casas dentro y fuera de tus sueños."

Había un número y Alfonso tomó el teléfono.

Tal vez la visita de la chica de sus pesadillas fue una bendición disfrazada.

Espero que disfrutaron el capítulo quería explicar lo de la tarjeta del negocia de los Puentes. La tarjeta de presentación trata de construir casas y decorarlas. Entonces es un gran negocio.