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A pasado 1 año desde aquel día en donde Jay descubre que soy su mamá, los primero dias le fue un poquito difícil decirme mamá ya que antes me llamaba por lo nombre, pero ahora mas o menos lo lleva, sus amigos no saben que soy su mamá todavía, ya que va a decirles esta tarde, en lo que Pay y yo salimos, estoy realmente nerviosa ya que el se a visto inquieto este último mes y tengo miedo de que haya encontrado a otra, pero trato de no pensar eso. Eh estado quedandome con ellos ya que no quieren dejarme sola.
— Seguro chiquito? Si quieres puede llamarme por mi nombre, se que es difícil todavía —
— No ma, ya estoy bien, solo que hacía mucho que no llamaba asi a nadie y bueno, pero ahora estoy mejor que nunca llamándote mamá —
— Okey, pero sabes que no te preciono amor —
— ExCuSe Me? —
— Tu eres mi vida Payton —
— Espera que? — esta vez dijo Jay.
— Okey, los amo a los dos bien? —
— Bien — dijeron y se sacaron la lengua.
Reí ante aquel acto, tan maduro por parte de ambos.
— Ya está la comida, siéntense — dije.
— Ammmm, yo s-saldré, vuelvo para nuestra cita — volvió a hacerlo, se fue, es raro, y si, me invito a una cita, solo espero que llegue.
— Que le pasa a este? —
— No lo sé, pero tiene nombre y es tu padre no este Jay — el solo resoplo y se fue a sentar, lo enoja que se vaya sin mas.
Le serví la comida y comimos muestras charlábamos, al terminar el labio los platos y yo los seque, los guardamos juntos.
— Me iré a lo de mis amigos, si te sientes sola, me llamas mamá, nada de traer chicos, okey? — reí ante su acto — Bien adiós, te amo — Me beso la cabeza y se fue.
Para tener 14 años, mide casi lo mismo que yo y es bastante maduro.
Mire la hora y eran las 15:18 pm. Pay me dijo que saldríamos a las 21:00 asique simplemente subí a ver que podía ponerme y dormir un rato.
Después de un rato se hicieron las 19:45, me desvesti y me meti a bañar, después me cambié el aufit, que consistía en un vestido negro corto un poco pegado al cuerpo con unas Air Force, si, tengo 25 años y siguen sin gustarme los tacones, por último me maquille, simple pero bonito.
Jay se quedaría a dormir en donde los Felt.
Cuando ya estuve lista, Llego Payton, con una rosa roja y arreglado, con un pantalón negro y una camisa blanca, y sus Jordan negras y blancas, el tampoco usa zapatos.
— Wow — logró decir cuando m evio bajar.
— Hola — dije con una sonrisa.
— Estas, hermosa nena — me paso la rosa.
Me sonroje y el río, me beso y toma de la mano y así salimos para irnos hasta el lugar que Payt había reservado.
— Esto es.... Hermoso — sonreí. El lugar era un restaurante, se veía caro, luego lo regalaría por eso, pero fue un detalle bonito.
Nos sentamos y cenamos, había reservado alado de una ventana que daba a un paisaje precioso.
Después de charlar unos minutos, vi como sonaba mi canción favorita, entonces comencé a tararearla mirando hacia la vista.
Payton se levantó, asique lo mire, me extendió su mano y me paro junto a él. Ahí es donde todo comenzó...
— Sabes... Eres la mujer que cualquiera podría pedir, desde primaria me traías loquito nena, eres todo lo que necesito, en que momento te fijaste en mi eh? Eres mucho, muchísimo para mí y para cualquiera, nadie se compara a ti, eres simplemente perfecta siento tu. Eras, mi sueño más grande en secundaria, recuerdo llegar a casa y hablarle horas a mi mamá sobre ti, pero nunca me atreví a decirte nada, y por eso empecé con Nadya, pero jamás llegué a amarla como te amo justo ahora y aquí a ti. Por eso, esta misma noche, quiero que termine de ser mágica... — en ese momento se arrodilló y sacó una cajita roja de su pantalón, todos miraban — Tn Freeman ¿me harías el honor de ser mi esposa? — llorar era poco. La gente esperaba mi respuesta, de verdad lo amaba? Si, que le respondería?
— SI! — dije alto y el me puso el añillo, y me beso, la gente gritaba y festejaba.
— Te amo — dijimos al mismo tiempo y reímos.
Cuando todo se calmo, fuimos a pagar.
— Cuánto sería? — preguntó Payton, quién me quito la cartera para que no pagará.
— Tranquilo, la casa invita, y felicidades por su matrimonio, les deseamos lo mejor — dijo la cajera muy amable y amigable.
Le agradecimos y nos marchamos, obviamente les dejamos propina.
Al llegar, guardamos todo y nos fuimos a su habitación, el se metió a bañar y yo me acosté en la cama y me puse su camisa. Cuando salió, con unos pantalones grises y sin remera me le quede mirando, aquellos perfectos y marcados abdominales.
— Oye, que miras amor? — sonrio engreído.
— Callate — reí y es se sentó en la orilla de la cama para ponerse sus zapatillas no era tan tarde.
Me acerque y comencé a tocar sus hombros y a hacerle masajes muestras besaba delicadamente su cuello.
— Que intentas nena? — no lo veía pero juro que estaba cerrando sus ojos.
Me pare y me senté en sus piernas seguí besando su cuello.
— Mmmh —
— Te ves super sexi con mi camisa — desprendió los tres primeros botones.
Me beso y en medio del beso sonrio, me dio vuelta y se me subió encima sin dejar caer su peso.
De a poco las prendas fueron desapareciendo.
(...)
Después de aquel momento, el cayó rendido en mi pecho, y así nos dormimos.
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