CAPÍTULO 76

2K 240 677
                                    

┍━━━━━━┙◈┕━━━━━━┑

ENTRE FLORES

GENCIANAS Y VIBORERAS

┕━━━━━━┑◈┍━━━━━━┙

Bajo la noche lóbrega que acompañaba la ciudad de Yorkshin, la araña se presentaba rebosante de alegría. Quizás ellos no habían seguido específicamente los planes u opciones esperadas, pero todo les había jugado a su favor y salieron ampliamente victoriosos. La suerte en esa madrugada les daba la mano como una vieja conocida; tan solo fingía ser buena, pero en realidad solo esperaba a apuñalarlos por la espalda. Nadie puede vivir en la gloria por siempre, en vez de vida estaríamos hablando de mera utopía. La suerte destella, si la tienes contigo por mucho tiempo te segara y una vez que se apague quedaras atado a la infinita oscuridad.

Seren caminaba a la par que los demás individuos de esta banda, se veían bastante despejados y ya no estaban en tensión alrededor de esta joven. Avanzaban por la calle como si se tratara de una noche como cualquier otra, no parecía que sus manos habían cometido una masacre unas horas atrás.

Por otro lado, Kurapika ya había llegado a su hotel y comunicado con sus amigos; Gon y Killua casi que no podían creerlo. Para sorpresa de pocos se trató una llamada corta que mostró que este seguía con vida. Hace mucho tiempo que los preadolescentes no habían podido escuchar la voz de este muchacho.

Para este rubio poco seguía manteniendo su valor, estaba confundido... sintiéndose ahogado en un vacío inigualable. Kurapika, parado en aquel imponente edificio, apreciaba como un viento frío estaba chocando su cara. Él, con sus párpados cerrados, se detenía a pensar "¿y ahora qué?".

Caminando en silencio por los pasillos pensaba que al menos estaba al corriente que Seren había podido salir a salvo de esta; no tenía ni la mínima idea de por lo que ella había pasado o las técnicas utilizadas, simplemente se alegraba un poco porque siguiera de pie. Kurapika no podría cargar con la muerte de un cercano, al menos no una vez más. La culpa y resentimiento carcomía su alma, un estado de putrefacción propio que consumía cada gota de bienestar que ese cuerpo lograba conseguir. La felicidad estaba frente a Kurapika, pero este prefería cegarse a sí mismo; él estaba únicamente vivo para dedicarse a la venganza de aquellos que fueron parte de su pueblo y en ese momento con la araña muerta se encontraba con mil incógnitas en su cabeza.

La de cabellos amarronados caminaba al frente de los demás por órdenes del líder; él sentía la necesidad de obsérvala y también sus movimientos, cualquier descuido aquí era igual a perder oportunidades de ganar. Ella iba con pasitos aniñados, casi se trataban de saltos diminutos. La joven tenía una sonrisa cuando se detuvo para pedir algo en tono tranquilo.

—¿Puedo ""comprar"" cosas para comer? —Consultó señalando una pequeña tienda de conveniencia que estaba ya en cercanía de las afueras de la ciudad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Puedo ""comprar"" cosas para comer? —Consultó señalando una pequeña tienda de conveniencia que estaba ya en cercanía de las afueras de la ciudad.

ǁ Inhuman ǁ Hunter x HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora