Cargaba a su amo con cuidado, con delicadeza, algo torpe pues no estaba acostumbrado a ser cuidadoso pero lo intentaba en su máximo esfuerzo.
Porque Gon era un humano extraño, y su rareza provocaba que él hiciera cosas extrañas.
No era de esperarse que estuviera en un debate mental por aquel hombre joven que con cuidado y pesar cargaba, se arrepentía de no haberlo salvado antes, pero no podía salir por su cuenta cuando ni siquiera habían formalizado el pacto. Cuando ambos estaban en los sueños del otro, cuando se juntaban en uno solo, Killua se sentía vivo. No se sentía como "El aterrador Dreameater" o "Pereza"; él se sentía como Killua, un chico común y corriente que finalmente podía sentirse amado.
Pero era imposible.
Confiar en un humano es lo peor que él podía hacer. Confiar en alguien más que no fuera su hermano era idiota. Confiar, creer que hay algo bueno en los humanos, era estúpido.
Y aún así, el cazador de puntas verdes le sonreía con honestidad.
— Yo lo daría todo por ti, por conocerte, porque siempre estés alegre.
¿Killua tenía permitido la felicidad? ¿Él podía sonreírle a Gon?
— ¿Puedo ser tan egoísta?
¿Egoísta? ¿Tú eres egoísta, Gon? Pero si tú nunca pides nada, siempre estás ayudando a los demás y también proteges al más débil con tu vida, ¿eres egoísta?
Se detuvo en medio del camino a la cabaña que Lujuria le había dicho. Miró a su amo, quien estaba jadeante y con una fiebre horrible. Había detenido el sangrado y recuperado sus nervios con la ayuda de primeros auxilios de Lujuria, pero aún debía descansar.
— Ni siquiera llevamos un día y ya me estás dando problemas —suspiraba el albino quien no pudo evitar examinar a su nuevo dueño; era musculoso, pero no grotesco. Era alto y tenía unas facciones masculinas pero bien delineadas, especialmente esa tierna nariz y sus labios que no eran gruesos, pero no eran finos, cosa que sería realmente incómodos de besar si fuesen así y que al final, eran perfectos como estaban.
Parpadeó varias veces y alzó una ceja. ¿Qué mierda había pensado?
Ah, los demonios también eran un problema pero los amos mucho más.
— Por estas cosas yo quería seguir durmiendo, ¿por qué tuviste que..—se detuvo, tragando saliva, mirando el rostro de Gon con un terrible sonrojo en su nariz y mejillas. El pecado de aquella noche era el rostro de su amo, su olor, su figura y su personalidad. Pero lo peor de todo era el sueño que estaba teniendo, sueño que para gracia o desgracia del albino, podía ver y de hecho se estaba alimentando inconscientemente de él.
Soñaba con Killua, ambos durmiendo al costado del otro, tomados de la mano.
Desnudos.
Rápidamente, corrió como alma que se llevaba su jefe y apretó al hombre en su pecho, no sin antes haberle metido un golpe en la nuca que mentiría y diría que también le dieron los soldados, pues suave no había sido.
ESTÁS LEYENDO
❝Dreameater❞ | [Gonkillu]
FanfictionGon se habia enamorado de un demonio con sed de sangre, bello, peligroso, seductor y con el corazón roto. - Todos me dicen Dreameater, me alimentaré de tus pesadillas más oscuras. Él no era malo, él era así porque el mundo había robado su amabilida...