❝Dreameater❞ | [Gonkillu]

☽ Descanso 7

La oscuridad lo rodeaba nuevamente.

Se encontraba en el mismo círculo vicioso de hacía doscientos años donde fue encerrado por su propia culpa, por su descontrol y su ira.

Y es que "la pereza" puede llegar a ser el pecado más fuerte de todos.

Por el simple hecho de que él mismo, sabiendo lo que pasaba a su al rededor, nunca tuvo el valor de detenerlo. Y cuando quiso hacerlo, por el mismo pecado por el que había sido encerrado, se descontroló y creo un propio desbalance en su cuerpo.

Sí, porque él pudo haber evitado la muerte de su hermana pero no lo hizo.

No lo hizo por miedo, por meterse en la cabeza que alguien más la salvaría, por pensar que su hermano mantendría su promesa.

Tenía la pereza de no crecer y ser más fuerte para protegerla.

No tenía ganas de ayudar a nadie a pesar de que solo amaba a su hermana y era la que estaba sufriendo.

Y se envolvía en el miedo y la comodidad de la nube que le decía diariamente que debía salir a ayudarla.

Entonces la oscuridad nuevamente proyectó el fatídico día de su descontrol. Muchos cuentan la destrucción de los nueve países del trueno como una leyenda para su reconstrucción. Otros, comentan que el mito del devorador de sueños no era real, ¿pero entonces quién se llevaba sus sueños y amanecían sin éstos?

Y la leyenda cuenta que..

Rayos, truenos y centellas caían sobre el mundo. Las aguas de las mareas chocaban duramente contra las montañas y los montes, destruyendo y haciendo caer en picada la naturaleza.

El fuego que rodeaba las aldeas y pueblos cerca de la zona eran quemados hasta los cimientos, las personas morían bajo la lluvia de electricidad que caía por toda la zona.

Killian gritaba y sollozaba, sus ojos no llevaban ni un tan solo color, ni un brillo, ni una esperanza. Él fervientemente intentó centenares de veces salir de su nube pero siempre quedaba allí de nuevo.

Porque era débil, pero pudo haber protegido a Alluka.

El descontrol de aquel día fue tal que nueve naciones fueron eliminadas del mapa y olvidadas bajo las garras del pecado de la Pereza. Los montes fueron evaporados y destruidos uno a uno y en el mismo día, el anterior pecado pereza falleció.

Entonces el creador de los hermanos pecado decidió encerrar al autoproclamado Dreameater por doscientos años bajo un sello de descanso. Hizo que su joya fuera evitada por siglos hasta que un hombre, el hombre que guiaría al pecado lo encontró.

El círculo de oscuridad nuevamente lo rodeaba, pero ahora se movía para alzar su cabeza ante el tenue llamado de una dulce voz que conocía hacía poco físicamente, pero que de alguna forma, fue el único apoyo que tuvo en su largo letargo.