15.

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- Aiden, ¿estás listo? Como no apures vamos a llegar tarde – Los gritos de Shawn resonaban entre las paredes del piso superior.

- ¡Que sí, que ya voy! – Aiden suspiró algo cansado, a veces Shawn podía ser bastante terco.

Los dos días habían pasado muy rápido y en este punto ambos se estaban preparando para ir con Byron y los demás. El menor trataba de cubrir lo mejor que podía sus ojeras, pensar en qué pasaría con Byron le había mantenido esas 48 horas en vela.

- Espero que no se den cuenta de tus ojeras… - El pelinaranja miró a su hermano algo preocupado.

- ¿Tanto se notan? – Shawn no respondió, así que supuso que sí – Maldita sea…

- No te preocupes, ya se nos ocurrirá algo – La pequeña sonrisa del peligris logró calmar levemente al menor.

En cuanto salieron a la calle, Aiden no dudó en cubrir su boca y nariz con la bufanda, a finales de Diciembre era cuando el tiempo solía estar más frío.

Cuando llegaron, la madre de Byron se encargó de abrir la puerta con una gran sonrisa que fue correspondida por ambos chicos. Al entrar Aiden se sorprendió al ver a Bryce con una camiseta corta y las mangas subidas, el albino rió ante esa reacción.

De pronto, su mirada se clavó en Byron. El rubio llevaba el mítico traje de Papá Noel pero de color blanco y con una falda en lugar de un pantalón, verle así vestido ocasionó que un muy fuerte sonrojo pintase la blanca piel de Aiden mientras su hermano trató por todos los medios no reírse en voz alta.

La comida se pasó realmente rápida entre trivialidades y bromas, así que pronto llegó la tarde. Los padres del rubio habían decidido dejar la tarde solo para los chicos ya que ellos irían a Inazuma a ver a unos viejos amigos, lo cual dejaba la casa únicamente para Byron y los demás.

- Bueno, ¿qué hacemos? – La pregunta de Bryce no obtuvo una respuesta inmediata.

- Lo primero, encender esta cosa – El albino rió divertido mientras miraba las manos temblorosas de Claude meter troncos en la chimenea, no tardó en levantarse y ayudarle.

En ese momento, el timbre de la puerta principal sonó llamando la atención de todos, Shawn sonrió levantándose del sofá.

- Ya abro yo – El peligris abrió la puerta abrazando a la persona al otro lado.

- ¿Axel? No esperaba verte aquí – El delantero sonrió con Shawn todavía colgado de su cuello.

- Shawn insistió mucho en que viniese a verlo por Navidad, así que vine cuando tuve tiempo – La mirada confusa de Aiden se clavó sobre los dos chicos.

- Shawn, ¿hay algo que no me hayas contado? – El peligris rió nervioso y algo sonrojado.

- Creo que se me olvidó decirte que Axel y yo estamos saliendo – Aquella revelación dejó en shock a los dos chicos mientras Claude y Bryce seguían intentando encender la chimenea.

Aiden frunció el ceño dándole la espalda a la pareja, ahora comenzaba a entender por qué Shawn pasaba más tiempo con el móvil que con él. Se levantó algo enfadado y comenzó a caminar en dirección a la puerta principal.

- Oye, ¿dónde vas? – El peligris desvió su mirada hacia su hermano.

- Voy a tomar un poco el aire, déjame en paz – Salió dando un portazo.

En cuanto puso un pie en la calle se arrepintió de haber salido tan rápido ya que no había cogido nada de abrigo y no recordaba en qué momento se había quitado su bufanda, pero no le importó.

Caminó en silencio hasta llegar a su casa, entonces se sentó en la entrada clavando la mirada en la nieve a su alrededor.

- Maldito Shawn… - Bajó la cabeza murmurando mientras temblaba.

De pronto sintió algo sobre sus hombros y un olor que reconocía a la perfección, así que no dudó en levantar la cabeza viendo aquellos ojos rojizos que le miraban con cierta curiosidad y preocupación al mismo tiempo.

- ¿Qué haces aquí? – Las palabras parecían ahogarse en la propia garganta del pelinaranja.

- Te vi salir sin abrigo y temí que te enfermases, así que aquí me tienes – Casi por instinto, Aiden agarró los extremos del abrigo para que le rodeasen más, era realmente cálido - ¿Qué es lo que ha pasado hace un momento?

- Últimamente, Shawn me ha estado ignorando bastante, le ha prestado más atención al móvil que a mí. No tengo nada en contra de que Axel y él estén juntos, de hecho me parece bien, pero no sé, pensé que me entendería un poco más – Enmudeció durante algunos segundos – A pesar de que sea frío, sigo siendo un niño de 14 años cuyos padres se han ido a miles de kilómetros…Pensé que Shawn se daría cuenta de que ahora solo le tengo a él.

Los brazos de Byron rodearon el pequeño cuerpo de Aiden sorprendiendo al ojiverde.

- Entiendo cómo te sientes, y es cierto que Shawn debería haberse dado cuenta de ello, pero no me gusta que pienses que solo le tienes a él, al fin y al cabo yo también estoy aquí para lo que necesites – Las tranquilas palabras del mayor hicieron que los ojos de Aiden brillasen antes de enterrar su rostro en el pecho de Byron, el mayor sonrió antes de acariciar su pelo.

- Seguro que ahora está preocupado por mí, me siento un completo idiota… - El menor recibió un pequeño golpe en la cabeza que le hizo subir la mirada - ¿A qué ha venido eso?

- No me gusta que digas mentiras, así que no te insultes – El tono rojizo llenó las mejillas de Aiden antes de que volviese a ocultar su rostro en el pecho de Byron, el mayor rió divertido abrazándole – Deberíamos volver con los demás, la idea de que Claude y Bryce estén usando fuego en mi casa no me parece demasiado buena.

Aiden rió levemente antes de levantarse junto con el rubio. De camino a la casa de este pudo notar como Byron entrelazaba su meñique con el suyo, él solo sonrió haciendo lo mismo hasta que llegaron a casa.

A pesar de ese pequeño enfrentamiento, la tarde transcurrió con completa normalidad mientras disfrutaban los seis juntos, quizás las cosas no eran del todo malas…

ATARDECER ;; Inazuma Eleven ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora