38

603 79 22
                                    

Horacio

Habían pasado unas semanas desde que había hablado con Volkov, esa fue la última vez que supe de el, esperó que esté bien.

En ese tiempo, se nos habia unido el chico que nos ayudó en el atracó, se llamaba Emilio, era agradable, pero daba miedo, mejor dicho, imponía respeto.

Gringo no lo queria mucho, decía que todo el rato me miraba el culo. La verdad que yo no le hacía mucho caso, no creía eso. Emilio se hacía llamar Diablo, además no tenía pinta de ser Gay, siempre me decía a mi, a Cebralin, Xiaomi y Gringo, pinches jotos.

La relación de Xiaomi y Cebralin, estaba bien, creo, al chino no le gustaba mucho besarse o ser cariñosos en público y Cebralin parecía que lo respetaba. Eran todo lo contrario a mi relación con John, a este no le importaba que nos vieran, incluso que nos escucharan cuando teníamos relaciones.

Aunque no todo era color de rosas, a Gringo le podían los celos.  Las cosas entre el y Culebra habían empeorado, Gringo cada vez que podía, lo empuja con el hombro, me besaba delante de el aproposito para molestarle.

Hace 5 días, culebra explotó, Gringo le había empujado e hizo que su comida se caiga al piso.  Culebra lo empujó enfrentandolo, Gringo le dio un puñetazo, Culebra no se quedo atrás, lo tiro al piso y lo golpeó varias veces en la cara.

Gringo me pido disculpas, pero que Culebra había empezado, sabia que no era cierto,no nací ayer, pero le hice creer a Gringo que si.
Ese mismo día, Nadando se había llevado a Culebra para hablar. Ninguno de los 2 había vuelto.

Temia por Culebra, me caía bien. Pero me tranquilice al verlo pasar por la puerta. Yo estaba con Gringo sentando en el sofá. Vi como la expresión de este, cambió drásticamente. A decir verdad, esos días que no estuvo Culebra, Gringo estuvo cariñoso, no habían celos, porque Emilio tampoco estaba en la casa.

Nadando se acercó a nosotros, detrás de el venía Culebra, este último me saludó con un abrazó, yo se lo devolví, pero rápidamente me  separe de el al ver que Gringo se habia ido de la habitación.

Lo seguí hasta el patio. El estaba sentando dejo del árbol de mango que teníamos, me dijo que se puso a pensar, que los árboles tenemos que cuidar. Bueno en realidad no.
Me senté a su lado y lo tomé de la mano.

H- oye, fue solo un abrazó, además estos días estuvimos super bien, no hay que arruinarlo ¿si?- dije mirándolo a los ojos.

J- tienes razón- dijo y me acarició la mejilla- te amo mucho Horacio-

Era la primera vez que Gringo me decía te amo, la verdad que no entendí muy bien porque, pero automáticamente le dije que yo también lo amaba. Éste solo me dio un beso y luego nos acostamos en la sombra del árbol.

Veíamos las nubes, como 2 niños pequeños que dicen que forma tiene cada 1. Yo le dije que con Gustabo solíamos hacer esto todas las tardes cuando teníamos 16 y 17 años.

J- lo extrañas mucho ¿verdad?- solté un suspiró.

H- no te das una idea- dije triste.

J- quieres verlo?-

H- puedo?-

J- si, a ver, te puedo acompañar, pero tiene que ir solo-

H- esta bien- dije contento.

J- bueno, puedes verlo hoy en la noche, llámalo ahora y dile que a las 10, se encuentran en la plaza central-

H- vale, gracias- dije abrazandolo.

J- confío en que el y tu no harán nada estúpido-

H- nono, tranquilo-

Saque mi teléfono del bolsillo y le marqué.

Llamada

GUSTABO CERDO ❤.

Horacio??!!!

El mismo!!

HORACIO COMO ESTAS?

BIEN, oye, me dejaron verte hoy en la noche.

KOMO?!!

Lo que escuchaste, hoy a las 10 en plaza central.
SOLOS!.

está bien, nada de llamar a la policía ni nada.

Exacto, no sabes las ganas  tengo de verte.

Yo igual.

Bueno, me tengo que ir, adios.

Adiós

Corté, estaba super feliz de poder encontrarme con Gustabo. Se lo agradecí a Gringo, este me dijo que no era nada y que la mafia estaría ahi, escondidos, cosa de que si queremos huir, un tiro a cada uno.

Gringo me dijo que me tenía que alistar, asique nos levantamos y fuimos a la habitación, Gringo, hace una semana, me había acompaño a ir a comprar ropa, a las 8 fe la mañana, con una máscara de dinosaurio. Asique que tenía ropa propia.

Me bañe, Gringo me dio privacidad, cosa que era raro en el. Aproveché y le mande mensajes a Gustabo que no le diga nada a Volkov ni a Conway, no tenemos que cagarla.
Este digo que nadie sabía de nuestro encuentro. Borré el chat y me terminé de cambiar.

Al salir del baño, Gringo estaba cambiado, mire la hora en mi teléfono eran las 8:42, aún quedaba mucho tiempo. Gringo me dijo que el iría a hablar con los de la mafia, porque tenían que ver en donde se tenían que colocar cada uno. Veo que aún no confían del todo en mi, pero yo creo que si todo esta noche sale como ellos quieren, lo van a hacer.

Me parece un poco  injusto, ya que yo estoy aquí más tiempo que Emilio y a el no le hicieron esto, bueno, el comentó que había estado varios meses trabajando para Nadando, pero igual. El único que confía en mi ciegamente, es Gringo y agradezco eso, creo que si no fuera por el, no estaría por ver a Gustabo en estos momentos.

A decir verdad, no es tan mala la compañía de este, creo  que esta le estoy tomando cariño,  cosa que  me deja mal, porque tambien quiero a Volkov, es más, diría que estoy loco por el. Pero Gringo no se queda atras. Ambos son muy atractivos, son dulces, me cuidan y otras cosas más. Pero estoy casi seguro que amo a Volkov. Creo.

Tome mi teléfono y le escribí a Gustabo. Le dije que por más que quiera, no le diga a nadie, así podía ganarme la confianza de los secuestradores. Este me dijo lo mismo que hace un rato, que no le había dicho nada a nadie, que solo el sabía. Yo le insistí hasta que confie en su palabra.

🐙🐙🐙🐙🐙🐙

La ciudad de los SantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora