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Gringo

Noté a Horacio hundido en sus pensamientos, estaba ido, algo no le gustaba, lo sabía por la expresión de su cara, mejor dicho, algo le asustaba.

J- bebe, estas bien?- dije tomándole la mano.

H- sisi bebe, no te preocupes-

No me estaba diciendo la verdad, pero no quería presionarlo, asique solo le di un beso en la mejilla, este solo lo recibió en silencio.

J- quieres ir a casa?-

H- me parece bien-

Fuimos hasta el auto, entramos y maneje hasta la mansión. En todo el caminó, Horacio no dijo nada, solo miraba por la ventana y suspiraba de vez en cuando. Me preocupaba verlo así y no poder ayudarlo, porque no sabía que le pasaba, en esos momentos, desearía poder leer mentes o algo por el estilo.

J- estas seguro que estas bien? te notó raro...-

H- no es nada, tranquilo- este saco su vista de la ventana y giro a verme, junto su mano con la mía que estaba libre y las entrelazo. Tenía de que me cuente lo que le estaba pasando, pero no quería que se sienta presionado.

Tal vez tenía ganas de volver a estar con Gustabo como antes, pensar eso me dolía, yo quiero que Horacio este a mi lado, pero porque el lo quiera así. A veces pienso que el solo esta conmigo por lastima o porque soy una de las personas que lo secuestró, pero el se porta de formas muy lindas conmigo, es cariñoso y dulce.

No soy de esas personas que les gusta el amor y esas cosas, es más, antes que llegará Horacio, solo estaba con Lamar, para sacarme las ganas y todo eso, no había amor de mi parte, pero me daba lastima, el está enamorado de mi, pero yo no siento o mismo por el y siento jamás lo voy a hacer.

Además, Horacio me hace muy feliz, a veces cuando lo miró, tengo ganas de tomarlo de la mano y decirle que nos vayamos lejos, dejar toda está mierda atrás, pero no es posible, la mafia es mi familia y a la familia no se la abandona, nunca, pero creo que soy capaz de abandonarla por Horacio, por estar con el siempre.

Cuando llegamos, notamos los demás autos, Nadando y los demás ya habían llegado, entramos a la casa y todos estaban en el living hablando. Cuando nos vieron, Evo y Cebralin se tiraron arriba de Horacio, yo solo reí.

Ev- que bueno que no nos hallas traicionado- dijo feliz

H- jamás lo haría, ustedes son como mi familia, además no estoy tan mal acá- me sentí aliviado con lo que había dicho Horacio.

Ce- tu también eres de la familia-

J- bueno, bueno, vamos saltando que me pongo celoso- dije riendo.

Ev- tu lo puedes tener toda la noche, déjanos por lo menos abrazarlo-

X- Ceblalin, yo que tu mejol suelto un poco-

J- no te pongas celoso Xiaomi- dije riendo

X- yo no tengo polque estal celoso, lo digo pol ti-

N- sisis claro, en fin Horacio, nos demostraste que eres fiel, asique en hora buena-dijo sonriendo.

H- gracias pero, me preguntaba si ya puedo salir- se notaba que esta un poco nervioso.

N- no estoy muy seguro, no por ti, sino por la policía y eso-

X- podemos hacel como que lo soltamos, polque en si, Holacio no esta secestlalo-

N- es una buena idea Xiaomi, ¿que dices Horacio?-

H- me parece bien- dijo feliz.

Ce- VAMOS A PODER IR AL CINE Y PASEAR!!!- grito feliz.

Ev- OSTEAAA es verdad-

H- Y VAMOS A IR DE COMPRAS- dijo y los tres empezaron a saltar de la felicidad como niños pequeños a los que les compraron sus dulces favoritos.

J- bueno, bueno, parecen niños pequeños- dije riendo.

H- pero tengo un par de dudas...- todos lo miramos- primero, ¿de que voy a trabajar?¿ voy a poder estar con Gustabo cuando yo quiera?-

N- bueno, puedes trabajar en el taller, la mayoría somos mecánicos y lo de Gustabo, puedes, pero no le tienes que contar sobre la mafia ni traerlo aquí-

H- esta bien y otra duda que tengo, es que Volkov y Conway van a querer que me meta en la policía y si les digo que ya no quiero, van a sospechar-

N- bueno, en ese caso puedes ser un topo en la policía, además, nos puedes borrar los atencedentes que tenemos ¿no?- yo mire sorprendido a Nadando y algo molestó-

J- no estoy de acuerdo- por mi voz se notaba que estaba molestó- puede trabajar de otra cosa-

x- Glingo coño, deja los celos de lado homblee-

J- no son celos solo que... culebra me interrumpió.

Cu- no quieres que este cerca de Volkov porque ambos se gustan- dijo con un notó neutro.

J- que coño has dicho?- dije enfrentándolo.

Ce- que Horacio y el ruso están locos el uno por el otro- dijo acercándose a mi para hacerme frente.

H- basta, parecen 2 niños pequeños, a mi no me gusta el ruso ese y además...-

Cu- no? Horacio di la verdad, lamentablemente a ti te gusta el, sino como explicas cuando fue el secuestro? tu estabas con el-

N- Culebra, basta, a ti no te incumbe la vida privada de Horacio- culebra salió de ahí super enojado.

Yo mire a Horacio de una forma triste o de estar decepcionado, el me tomó de la mano y me llevó a mi habitación, cerró la puerta y nos sentamos en la cama.

H- no quiero que pienses nada malo, ese día no paso nada, no hubo nada con el y no me pasa nada con el- tomó mi mano- oíste?-

Yo asentí y este me dio un tierno beso, luego de un rato el beso de hizo más intenso, sentí sus manos en mi pecho, poco a poco me fue sacando la remera, se acostó en la cama mientras me besaba el cuello dejando marcas.

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La ciudad de los SantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora