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Volkov

Pase a buscar a Horacio a su casa, estaba un poco nervioso ya que tenía pensado hacerle una propuesta que puede cambiar mucho las cosas. Estoy decidido, hoy le pediría matrimonio a Horacio.Espero que el me acepté, la verdad es que me he cuestionado mucho si el desea hacerlo, no quiero presionarlo o algo por el estilo.

Tengo todo listo, vamos a ir a comer a un restaurante, al mejor de la ciudad para mí niño, vamos a tener una velada como siempre, quiero que sea una sorpresa, pero le di un pequeño adelantó de que está sería mucho más especial.

Greco como siempre me había ayudado con el tema de ropa y también con el anillo, ya que yo estaba entre dos y no podía decidirme fácilmente.

V- bueno, acá es donde hoy vamos a comer- dije abriendo la puerta para que Horacio baje del auto.

H-uhhh es lindo- dijo mirando el edificio.

V- y eso que todavía no viste el interior- dije mientras pasábamos por la puerta para entrar.

Sabía que a Horacio le encantan los espejos y verse a si mismo reflejado, en la entrada había uno muy grande y con piedras alrededor que brillaban. Era muy lindo la verdad, incluso para una persona como yo que no sabe mucho de eso.

H- WOW... Necesito tomarme un foto- dijo sacando su móvil.

V- está bien, yo voy a ir a hablar en la recepción para que nos lleven a nuestra mesa-

H- está bien- dijo con una sonrisa y probando poses para sus fotos.

La verdad que me hubiera gustado tomarme con el, pero necesito repasar mí plan con ella. Al principio quería poner el anillo en la copa y que el la vea, pero me sonaba muy de película, así que preferí que me luego de la comida, yo mismo lo haría, prefiero hacerlo de una forma más "clásica" por así decirlo.

La chica me dijo que tenía todo lo que yo le había pedido, la flores favoritas de el, la comida y el postre, la verdad que me parecía súper buena onda que solo por darles mí tarjeta de crédito, me den un par de flores, comida y postre, se lo comenté a Conway, pero este se molestó diciéndome que me habían estafado o algo así, pero yo creo que el está celoso, porque en este tiempo conocí a Raúl y nos llevamos muy bien.

En fin, volví con Horacio para ir a nuestra mesa,bueno más que mesa, era toda nuestra área, había reservado un balcón para poder tener más privacidad entre nosotros. Un chico nos llevó hasta dicho lugar. Me apresuré y entre primero, para poder ver la reacción de Horacio y la verdad es que me quedé muy a gusto con el resultado.

V- te gusta?- pregunté son una sonrisa.

H- que si me gusta? Me encanta!- dijo imitando mí gesto.

V- que bueno, llevo preparándolo bastante tiempo-

Horacio se me acercó y me dio un beso, el cual fue dulce y tierno.
Ambos nos sentamos un frente al otro, como la comida ya estaba servida, nos pusimos a comer y hablar sobre como había ido nuestro día.

A todo esto, ya eran las 11, ya habíamos comido, incluso el postre, así que este era mí momento, era ahora o nunca.

V- Horacio, te acuerdas que te conté de que está cita sería más especial?-

H- si, bueno lo es-

V- si, pero no solo por eso-

H- a qué te refieres?- pregunto curioso.

V- sabés? Hace tiempo que vengo pensando ésto y la verdad que tenía miedo... Miedo de tu respuesta, pero estoy decidido a decirte ésto de una vez por todas- suspire- Horacio, tu me cambiaste la vida, nunca, pero nunca ame a alguien cómo a ti, jamás pensé enamorarme así de alguien o que alguien sienta algo por mí, pero tú Horacio, me desmostraste lo que es sentirse querido, amado y la verdad es que- tomé la caja que tenía en mí bolsillo, me levanté de la silla y me dirigí al costado de Horacio,este solo me miraba en silenció- quiero ser el hombre que te haga feliz toda tu vida- me arrodillé y abrí la caja, dejando ver el anillo- Horacio Pérez... Te casarías conmigo?- dije con una sonrisa.

H- Viktor... - dijo sorprendido- claro que me gustaría- dijo feliz.

Horacio me extendió su mano para que le colocada el anillo, cosa que hice. El lo miro con una sonrisa, para luego mirarme e inclinarse un poco para besarme.

La verdad que yo me sentía en las nubes, no puedo explicar la felicidad y el alivio que me transmitió su repuesta,la verdad es que ya me veía tener toda una vida con el. Tener un perro, mí gata Mika y dos o tres hijo corriendo por toda nuestra casa.

La ciudad de los SantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora