coraline 2: el misterio de la otra madre

Capitulo 31. Hola y Adiós Coraline

Jack se inclinó un poco tomando a Coraline entre sus brazos como un príncipe macabro cargando a su princesa moribunda, caminando con pasos lentos pero largos coloco a Coraline cerca de la entrada de la casa donde la Beldam se hallaba, la mujer miro con indecisión el cuerpo de Coraline mientras que alexander se colocaba a un lado de la peli azul. La sangre no dejaba de brotar del cuerpo de Coraline

Bajo la atenta mirada de wybie, alexander y Jack la Beldam logro romper un poco de su vestido manchado en sangre y entregándoselo a Jack, con algo de indecisión la Beldam llevo su mano a su pecho y soltando un grito de dolor arranco un hueso de su pecho...un hueso pequeño y delgado con la forma de una aguja de cocer, la sangre broto de la herida de la Beldam manchando el suelo, con las manos temblorosas entrego la aguja a Jack y este inserto algunas hebras del vestido que le había dado la Beldam con cuidado Jack se acercó hacia Coraline, Jack inserto sus largos dedos en el ojo que aún mantenía sano...Coraline dejo salir un grito de dolor.

Jack tenía la aguja lista y miro a la Beldam, observo como las manos esqueléticas de la mujer se acercaban hacia sus ojos de botón arrancándolos por completo y entregándoselos al mensajero de los mundos...con dificultad la mujer se inclinó un poco en el marco de la puerta quedando sentado con las piernas estiradas...había una sonrisa extraña en sus labios

-esta tan afilada que no sentirás nada- dijo la Beldam con la voz apagada- espero de todo corazón que puedas vivir una vida feliz

- ¿porque suena como una despedida? - pregunto Coraline sintiendo como la aguja era clavada en sus ojos...realmente no sentía ningún dolor

-porque lo es- contestó Jack a la pregunta de Coraline-en el momento en el que estos botones sean cocidos en ti ella morirá...estos botones fueron los que convirtieron a esta mujer en la bruja...son botones malditos

Coraline sentía como el hilo atravesaba su piel, sentía el tacto frio de las manos de Jack ayudando a la aguja a pasar fácilmente, había un asola pregunta que rondaba su mente con la voz débil y ronca decidió hacerla

- ¿Cuál era tu nombre? - pregunto finalmente Coraline con la voz en un susurro

-mi nombre- dijo la Beldam como un susurro-Leah...ese era mi nombre...pero por más que intento, no puedo recordar el nombre de mi esposo...de seguro, no era tan importante

Una pequeña carcajada salió de los labios de la Beldam, una risa que fue detenida por un ataque de tos, una gran cantidad de sangre salía de su boca y de la gran herida del pecho la cual parecía abrirse más y más...la Beldam podía sentir como la fuerza se escapaba de su delgado y esquelético cuerpo, sabía que el momento de partir estaba cerca.

-realmente lo siento- murmuro la Beldam con un tono triste y nostálgico

-no te preocupes- contestó Coraline con un tono amable y cálido- te perdono

Coraline sintió como las manos de Jack se alejaban de ella, sabía que los botones finalmente habían sido cocidos en ella, pero aún tenía una inquietud en su corazón

- ¿Leah? - pregunto Coraline rogando poder escuchar la voz de la Beldam

Pero la Beldam no la había escuchado, Coraline levantó notando como la visión se apoderaba de aquellos ojos de botón, no había diferencia entre sus ojos normales y esos botones, la única diferencia era el aspecto que generaba...desvió la mirada hacia donde había visto por última vez ala Beldam...la mujer se hallaba recostada, con una expresión tranquila en el rostro cadavérico, una sonrisa marcada en sus finos labios...finalmente había vuelto a ser la mujer que fue en vida

-Coraline miro a Jack con los labios apretados en una fina línea, la preocupación se apoderaba de su rostro, la herida en su pecho se había cerrado por completo dejando solo una mancha de sangre