Secretos del mago oscuro

El discurso de Grindelwald

Harry lanzo la pokebola hacia su dragón atrapándolo en ella, mientras empezaba a caminar detrás de Newt, Tina y Letra que parecían estar asustados con su varita en alto. Agradeció por un momento que Voldemort no le hubiera quitado la mochila, porque eso significaría perder sus bienes más preciados y a su dragón. No habia intentado hacer magia a pesar de que ya se habia quitado esa maldita manga para esconder la marca tenebrosa. Habia usado el collar que le habia dado Mcgonnagall para esconder su rostro y cambiándolo por uno muy diferente. Piel oscura, sin cabello y ojos cafés, pero aún se podía notar la cicatriz en su frente un poco. Ahí fue cuando apareció un sujeto muy extraño, de piel morena y que parecía que se habia vuelto loco, tenía los ojos como inyectados en sangre, sorprendido de ver a Leta.

Harry se mantuvo alejado, mientras vio a una chica llamada Nagini con rasgos asiáticos, aparecer con un tipo que por alguna razón le parecía familiar como si lo hubiera visto en otra parte, llamado Credence. Pero su comportamiento le parecía bastante estúpido, repitiendo cosas que no sabía quién era, quien era sus padres y parecía más desubicado en esa época que él. Hasta el punto que se murió el hermano de Leta por no haber podido asesinar a la persona que más amaba Corvas Lastrange porque este ya habia muerto en el mar años antes, cuando se hundió el titánica.

Una puerta de la cual Harry no sabía de su existencia se abrió, dejando ver que habia una especie de auditorio debajo de las lapidas, donde estaban apareciendo cientos de magos y algunos entrando por otras lapidas. Fue cuando entendió porque todos esos magos se estaban reuniendo, habia escuchado en sus clases de historia de la magia cuando no se quedó dormido o lo corrieron de la clase de esta reunión de magos para presenciar a Grindelwald el cual estaba en el centro caminando en círculos, con algunos de sus más fieles seguidores a su lado. También habia visto cómo es que habían llegado varios aurores, se podía decir provenientes de Francia e Inglaterra, países que querían evitar el aumento de poder de Grindelwald, pero lo más sorprendente es que Dumbledore no estaba presente en la reunión para tratar de detenerlo y que sus planes no fueran llevados a cabo.

-Mis hermanos, mis hermanas el obsequio de sus aplausos no es para mí, sino para ustedes mismos.-dijo Grindelwald empezando a dar su discurso, notaba en la forma en la cual ese mago tenebroso era respetado, no tuvo la necesidad de realizar un hechizo sonoras para escucharse en cada uno de los rincones, usar cualquier hechizo. Se paraba con elegancia, se podía ver su cabello blanco y como tenía un ojo algo diferente, vestía con clase.-Que vinieron hoy por las ansias y el conocimiento, de que las viejas costumbres dejaron de servirnos. Vinieron hoy porque ansían algo nuevo, algo diferente. Se dice que yo odio a los no-mágica, a los muggles, a los no magos, los sin hechizos. Yo no los odio, no los odio. Porque yo no peleo por odio. Digo que los muggles no son inferiores, son diferentes. No es que no valgan, tienen otro valor, no son desechables, solo tienen una disposición diferente. La magia florece solo en almas únicas. Se le otorga a los que tienen destinos importantes.

-he y que gran mundo haríamos para toda la humanidad, los que vivimos por la libertad, la verdad y por el amor.-Harry pudo notar que era la primera vez que estaba ante un discurso de Grindelwald y porque decía que era muy bueno con sus palabras, a diferencia de Voldemort no necesitaba poder y miedo para convencer a los presentes, solo sus palabras. Parecía que el discurso iba dirigidos a todos y aun asi a cada una de las personas presentes como si fuera una carta dedicatoria.-Ha llegado el momento de compartir, mi visión del futuro, que nos espera, si no nos levantamos y tomamos el lugar que nos pertenece en el mundo.

Harry veía cómo es que iban entrando los aurores y caminaban entre las personas. Grindelwald parecía muy tranquilo, tomando una especie de calavera que se podía ver de color naranja en su interior conectado a una manguera y empezó a aspirar el contenido que habia dentro de la misma. Para después sacar una enorme cantidad de humo por la boca, la cual empezó a convertirse en la peor pesadilla de varios de los magos presentes. Imágenes de la segunda guerra mundial en todo su esplendor, ciudades destruidas, aviones sobre volando las ciudades lanzando misiles, tanques de guerra y al final una gran explosión que casi los dejaba sordos. Harry lo reconoció como la bomba de Hiroshima. Esa guerra habia pasado, estaba escrito en todos los libros de historia universal muggle y Grindelwald no habia podido evitar que pasara. La última vez que lo vio, le habia mencionado que trataba de evitar una tercera bomba atómica y al parecer su derrota salvaría al mundo de la destrucción o más bien a los muggles de su destrucción, ¿La pregunta que rondaba la mente de Harry era cómo?