Al empezar el año escolar, un muchacho nuevo ingresa al instituto Konoha: Sasuke Uchiha. Tiende a tener un intelecto formidable y también a ser un poco antipático, pero al cruzarse con ella eso cambiará.
Sin embargo, tendrá que esconder su otro Yo...
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Desde qué el profesor nos encargó el trabajo, nunca pero nunca pensé que me asignarían con él, prefería que fuera con Gaibe qué es el más flojo de la clase, pero no, me tocó con el malagradecido del chico nuevo. Qué a la hora de juntar los grupos, no dijo nada, sinó que me miraba con cierta aburrición y joder no sé cómo terminará todo esto, y para variar un poco mí hermano se fue de juerga con sus colegas y me dejó sus quehaceres pendientes; sacar la basura era una de esas y en medio de la noche, lo que me falta para terminar este día de mierda es qué un maniático venga y que me asalte, porqué es verdad tengo que irme hasta la otra cuadra para tirar la basura y bueno, ahora me encuentro por el centro. Mi estómago gruñía con intensidad, porque desde que regrese del entrenamiento no he probado ningún bocado y ahora esto, genial, bien hecho Yu Haruno, me las pagarás.
¡Qué otra cosa me puede salir mal!
Al momento de qué dejara las bolsas en el contenedor, escuchó gritos casi audibles venir hacía mí dirección, por instinto me gire para ver lo que sucedía con todo ese alboroto y con lo qué me doy es un golpe tumbador que me tiró al piso, junto con el extraño que me noqueó y que al momento de verlo traía unos lentes oscuros y una chamarra de cuero con capucha que a los bordes decoraciones de felpa cubriéndole la cara, solo podía admirar su nariz y labios rosados, los gritos histéricos eran cada vez más cercanos, él se levantó agarrándome de la mano para levantarme.
Termine todo lo que tenía previsto, quedándome pensativo en la sala de mí casa, hasta que decidí agarrar mí teléfono revisando si tendría decenas de mensajes, y en efecto tengo varios de Izuna, algunos de la banda, otros sin importancia, escuché unos pasos bajar las escaleras, era mí padre quién sostenía un periódico, está de buena cara que al verme me dijo sorprendido.
—¡Creí qué estarías con Izuna y la banda! Qué sorpresa...—exclamó sorprendido, para después seguir su camino hacia el comedor que estaba a unos centímetros de la sala, yo rodeé los ojos en señal de aburrición, para luego echar mí cabeza hacia atrás-Si yo tendría tu edad nuevamente, me iría de juerga todas noches. Tienes qué relajarte.
—Qué fácil, para alguien qué no tiene dos vidas y que una sea secreta.- manifesté sarcástico, escuchando unas risas de mí viejo padre y el sonido de el agua servida.
—touché.
Contestó desde la cocina, sonreí ganador por mí victoria, para después levantarme abrupto del sofá y dirigirme a mí habitación, sacándome la camiseta manga larga y quedarme en jeans desabrochado, prosiguiendo a la búsqueda de la ropa adecuada para esta noche, la noche de mí gemelo famoso, en menos de una hora baje al salón agarrando mí abrigo negro y para tomar las llaves que estaba encima de la mesa, y a su lado mis lentes oscuros; me encaminé hacia la salida, no sin antes ver mí reflejo en la puerta de vidrio me veía diferente está vez; mis piercing's, mí atuendo alocado y a la moda dudo no ser reconocido con esto.