7 Días Contigo [RUBEGETTA]

Sexto Día (segunda versión)

antes que nada, por fin lo cambie por que no soportaba ver ese capitulo asi, lo siento que no sea una actualización pero esto es por mi salud mental, nunca dejare de decir que aprecio mucho su apoyo y sus comentarios pero me gustaría ver opiniones de como podría mejorar, no teman a comentar errores en la estructura o narración de la historia

Me levanté un poco preocupado, ayer en el camino al hotel no pude hablar con Guillermo por que se encontraba muy enojado y con un poco de suerte no era conmigo, pasó todo el recorrido hasta donde nos hospedamos maldiciendo a Rubén y susurrando cosas inentendibles ni audibles.

Aproveche que se encontraba perdido en sus pensamientos para entrar a mi cuarto de manera veloz pero no lo podría evitar para siempre, seguro tocaría la puerta y me pediría alguna explicación, enojado y lanzando todo a su paso por la histeria, por aquello no pude dormir y me encontraba temprano despierto esperando que Guillermo entrara y actuara como siempre cuando alguien se me acerca de una manera romántica, no quería que se repitiese una de esas veces, no aguantaría ver a Rubén dañado por mi culpa, me pase toda la mañana intentando buscar la manera en calmarlo y explicarlo todo esperando que Rubius no corra peligro, ya había preparado que le diría pero aun asi estaba con los nervios a flor de piel porque no sabía cómo iba a reaccionar.

Desde la ventana pude ver como las personas ya empezaban a circular las calles, tome mi teléfono y vi que ya había pasado mucho tiempo desde que me había despertado, escuche como tocaban la puerta esperando a que diera permiso para que entraran y asi di la orden.

Guillermo entro cabizbajo y un poco melancólico, daba pasos un poco cortos hasta mi cama donde tomo asiento y me miro a la cara, pero yo aún seguía viendo a la pared de la habitación, pasaron algunos minutos y por el silencio no pude evitar fijar mi mirada hacia Willy, para mi sorpresa seguía mirándome, pero con sus ojos cristalizados.

—Déjame preguntarte solo una cosa— el silencio por fin nos había dejado pero la tensión tomo su lugar —¿Lo amas? ¿no es cierto?

—¿Qué? — mi cerebro aun no procesaba todo esto, no era como lo que yo esperaba que reaccionara Guille.

—Antes... cuando los demás se acercaban a ti, tenía miedo de que te alejaran de mí, pero en aquel entonces a ninguno de ellos les dabas esa mirada con la que ves a Rubén— dejo de mirarme para ver la puerta de la habitación —él te alejara de mi ¿verdad?

—Guillermo... yo... lo siento, en serio no sabía cómo decírtelo, pero Rubén y yo hemos sentido esto a lo que no sé cómo llamarlo desde antes, y ahora que estamos juntos cara a cara no podemos evitar sentir esto— bajo la cabeza hacia sus piernas, empecé a acariciar su espalda con mi mano por inercia tratando de transmitirle paz —si... lo amo

—¿Por qué? — empecé a escuchar pequeños sollozos y la voz de Guille empezó a temblar— Se q-que a veces actuó de una m-manera muy inapropiada, que no te hecho feliz como cuando nos conocimos y te hago sufrir mucho, pero por favor... por favor, no me dejes

—G-guille yo... lo siento, por favor no llores— como si hubiera ignorado mi petición, Guillermo rompió en llanto frente a mí, verlo de esta manera, tan débil y pequeño ante mis ojos me recordaba al antiguo Guillermo, lo abrace mientras el ocultaba su rostro en mi pecho— en serio lo siento mucho, pero...

—No, no lo digas, yo en serio cambiare por ti, no hare esto de nuevo por favor, pero no me dejes— su abrazo se volvió más fuerte como si no quisiera dejarme por ningún medio —ya no te hare daño, yo cambiare por ti, por favor no me dejes

—Y-yo... no sé, Guillermo ya me has prometido esto en el pasado incontables veces cuando hacías algo tan malo... cuando me lastimabas tanto como para no poder estar alegre por el resto de mi vida, no sé si pueda confiar en ti como antes— me separe del abrazo para verlo fijamente —no hay nada en el mundo que me asegure que cumplirás tu palabra.