La lluvia caía ignominiosa por las calles de Japón al inicio del verano, era una lluvia inusual, una singularidad, al igual que la presencia de aquel individuo en las afueras de la mansión Kido, ya habían pasado 10 años desde el día en que tuvo que empacar sus cosas e irse lejos de aquel lugar que alguna vez fue su hogar y habían pasado 5 años desde la última vez que pisó Japón.
Mientras se dirigía al lugar que alguna vez había llamado "hogar", recordaba, y mientras recordaba podía sentir mas y mas enojo, su enojo se convertía en furia con cada paso que lo acercaba a aquellas paredes, su recuerdo, la sensación de sentirse desdichado, las humillaciones y las lágrimas habían sido una constante aquellos años, sería difícil incluso imposible, olvidar aquellas historias que lo habían marcado y moldeado a ser el hombre que estaba en frente de aquellas puertas.
El muchacho tocó el timbre fingiendo seguridad, lo cierto es que tenía miedo de enfrentar su pasado y encontrarse de cara a la tristeza nuevamente, casi se sintió aliviado cuando una empleada domestica salió a anunciarle que no había nadie.
—...necesito hablar con Mitsumasa Kido... es de extrema urgencia.
—...—Silencio.—Eso ya no va a ser posible, señor.
"Muerto" había dicho la chica en la puerta. Había esperado demasiado para tomar el valor suficiente e ir a encarar al viejo, al final todo había sido en vano puesto que su alma ya había abandonado este mundo. Ahora ¿Qué se supone que haría? ¿Cómo encontraría las respuestas que necesitaba si ese hombre se las había llevado a la tumba? Pero eso no era del todo cierto, había alguien que seguro conocía todos sus secretos y qué le podía dar las respuestas que su alma tanto había necesitado y por tantos años.
No había tantos cementerios cerca de la mansión pero su suposición era que seguramente estaría en el que pudiera proveer de más lujos al anciano aún en la muerte así que se dirigió hacia allá sin dudarlo.
Caminar por aquellas calles entre la lluvia lo hacían recordar su suerte por aquellos años, haber sentido el desprecio y la furia de una persona sin merecerlo y eso solo lo hacía sentir el mismo desdén de vuelta, su carácter se había vuelto fuerte desde entonces, aprendió a no volver a confiar en las personas, a ir siempre con cautela y a no dar su cariño y confianza a la ligera, eso solo lo había hecho un hombre solitario, a sus 20 años apenas había conocido de manera casual y fugaz las relaciones personales de amistad y amor y salvo unas pocas personas que tenían su amistad y confianza, el era un hombre que la mayor parte del tiempo era solitario, casi no se divertía y trabajaba demasiado para poder volver a verla a ella.
Aquella mujer era la única persona en el mundo que deseaba ver con desesperación, había pasado muchos años buscándola en vano, habia gastado recursos que no tenía y su búsqueda al final debía conducirlo al lugar en donde inicio todo, por mas que él lo odiara. Revivir el pasado y volver a ese horrible lugar después de prometer que nunca volvería a cruzar su camino con los Kido era un sacrificio que solamente estaría dispuesto a hacer por ella, para volver a verla, para velar por su bienestar y para nunca volver a alejarse de su lado.
Su hermana.
Los años habían pasado, y su rostro cada vez se volvía mas y mas difuso en su memoria, los detalles de sus facciones, se desdibujaban con cada año que su memoria de ella se iba perdiendo, es por eso que debía darse prisa.
Perdido en sus pensamientos y después de tomar transporte, se encontraba justo en la entrada del cementerio, supo que ese era el lugar que estaba buscando por todas las carrozas funebres estacionadas en las afueras, por los lujosos autos que las acompañaban y por el tumulto de gente que se veía a lo lejos, parecía que estaban comenzando.
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Vínculos (Saint Seiya)
FanfictionPasaron casi diez años desde que se vieron por última vez, él buscaba a su hermana, ella solo quería poner en orden su vida y reclamar la herencia que le pertenecía pero ellos y las personas que los rodean aprenderán que el destino es caprichoso y p...