Capítulo 27 🍭 (Domingo fatídico)

443 19 9
                                    

Narra Elizabeth

Al llegar a la casa ambos nos ignoramos. Yo subí a mi cuarto y pues según yo el se quedo abajo.

Yo solo estaba mal, estresada por lo de Kara. La herí de una manera inexplicable y ante todo ella era mi hermana.

Estuve el resto del día de mi cuarto al baño y la cocina no más. En la noche intente hablar con Kara, pero esta no me contesto cuando llame a su puerta.

A la mañana siguiente me levante y asee. Bajé las escaleras y no me encontré con nadie en la cocina. Lo cual era totalmente raro subí al cuarto de Kara y no había nadie. Caminaba hacia mi cuarto para buscar mi teléfono. Y poder llamar a Kara, pero me detuve cuando vi entreabierta la puerta de Sebastián. El nunca deja la puerta así es muy paranoico cuando a su cuarto se refiere.

Me adentro en la misma y me encuentro con la peor imagen que podía ver en estos precisos momentos.

Kara estaba acostada en la cama con Sebastián abrazándola más Kara tenía puesta una de sus camisas y Sebastián en bóxer. Todo mi mundo se derrumbo por completo al ver esa imagen lágrimas amenazaron con salir de mis ojos. Yo cerré la puerta sin importar el ruido que esta ocasionara. Corrí hacia mi cuarto  tome mi teléfono y tome un poco de dinero para por si acaso.

Justo cuando abrí la puerta de mi cuarto para salir me encontré con ambos. Tenían una cara de asustados que no podían con ella.

— Yo debo irme. — Dije intentando caminar, pero Kara me detuvo. —

— Eli no es lo que crees te juro... — La interrumpo. —

— No me debes, mas bien deben explicar nada. Si ambos se quieren y desean estar juntos los felicito. A parte lo merezco por lo que dije ayer. — Corro el brazo que me impedía pasar y salgo de la casa hecha una magdalena. —

Llevaba caminando unas horas con esa imagen en la cabeza.

Llegué a la conclusión de que me lo merecía por completo me metí con algo que por así decirlo que era de ella antes de yo llegara. Debí decirle que me gustaba y que mientras ella no estaba yo lo besaba, pero también debía saber que lo quería de verdad.

Luego de esa conclusión decidí ir a visitar a Samuel debe de estar terrible. No paraba de pensar que se había hecho el duro conmigo para no hacerme sentir mal.

Al llegar al hospital me encaminé a la que según yo era su habitación, no obstante, me encontré con que él ya no estaba ahí.

Fui a la recepción, pero no había nadie.

— ¿Qué haces aquí? — Dice alguien detrás de mi. —

Me volteo — Samuel. — Me lanzo a sus brazos y lo abrazo — ¿Qué haces afuera de la habitación, caminando y vestido como para dar una consulta? — Digo aun con mis brazos alrededor de su cuello. —

— Ya estoy mejor, no me detendré por esto. — Dijo y iba quitando mis brazos —

— Lo siento olvide por un momento... — Puso su dedo en mis labios. —

— No digas nada. No hay nada mejor que tus abrazos para sanarme y lo acabo de comprobar. — Sonreí ante su comentario —

— ¿Quisieras dar una vuelta conmigo?

— Pero que pregunta es esa. Claro que si, vámonos.

Nos encaminamos a su auto.

Pasamos un lindo día tanto bueno que incluso olvide lo de la mañana. Fuimos a almorzar en una cafetería a las afueras de Los Angeles y regresamos.

Luego de eso regresamos y fuimos a un local donde habían maquinas de jugar y ahí estuvimos un muy buen rato.

Nos reíamos de las ocurrencias de Samuel y como le ganaba en cada juego. Él me decía que era porque me dejaba ganar, pero yo se que no.

Al salir de ahí él me llevo a mi casa. Al principio me negué, pero era imposible no me dejaba ir en taxi.

El transcurso de regreso fui igual de chistoso y divertido. Agradecía demasiado que no me preguntara algo con respeto a mi hermana o a Sebastián. Solo nos enfocamos en nosotros.

Al llegar me baje y sorprendiéndome Samuel hizo lo mismo.

— ¿Qué haces te puedes hacer daño?

— No te preocupes. Te dije que estoy perfectamente.

— Eres imposible. — Ambos reímos —

— Gracias por este magnífico día.

— Gracias a ti. Sin ti hubiera sido un domingo fatídico.

— No preguntare el porque. Aunque debes saber que desde que te vi en el hospital noté que tú hermosa cara tenía algo de tristeza. — Se acerco peligrosamente hacia mí. —

— Gracias por respetar mi decisión. Y claro por no preguntar y arreglar mi día. Me divertí mucho. — Me puse de puntitas y bese su mejilla. —

— Siempre lo haré. — Dijo y de un momento a otro poso sus labios sobre los míos —

Al principio fue un beso lento y para ser sincera me costo responderle, pero al final lo hice

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al principio fue un beso lento y para ser sincera me costo responderle, pero al final lo hice. Se torno en uno mas intenso en el momento que mordió mi labio y le di paso de meter su legua y jugar con la mía.

— ¿Qué cojones esta pasando aquí? —Ambos paramos el beso y volteamos a ver al muy enojado Sebastián. —

— Samuel, hazme el favor y vete. — Dije y el asintió. Me encanta que me entienda y no oponga resistencia. —

Este se monta en su auto y se va como se lo pedí.

— Entra en la puta casa ahora.

Eso hice no quería empeorar las cosas. Ya estaban color de hormiga roja.

— ¿Por qué mierdas lo estabas besando Elizabeth del Castillo? — Puta madre mi nombre y apellido. —

— No tengo porque darte explicaciones.

— Claro que tienes así que hazlo de una puta vez.

— No tengo. Yo no te pregunto ni cuestiono lo que haces con Kara no lo hagas tu conmigo. — Le grité y subí corriendo las escaleras —

— Elizabeth. — Gritó desde la planta baja. Me asuste al escuchar ese gran grito que saco. —

Me encerré nuevamente en mi cuarto y me metí al baño. Al salir de este estaba lista para dormir hasta que tocaron mi puerta. Un escalofrío corrió por mi cuerpo.

— Kara — Suspiré — ¿Qué haces aquí? Me iré a dormir ahora.

— Te voy a ayudar a ir al viaje anual.

Escuché bien. Me va ayudar a ir al viaje.

Ay papá 😣
***

Y pásense por el perfil de Jiminbiased25

Att. Drama Queen
Los quiero ❤️

Agresivo y DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora