TWENTY NINE: THE CHANGE

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CAPÍTULO 29

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CAPÍTULO 29

EL CAMBIO 

EL CAMBIO 

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Tom

Y mi plan de pasar solos este día, se fue por la borda. Harrison se enteró de todo y decidió acompañarnos, no me molestaba tanto como parece. Es mi amigo, y según lo que supe, no le fue bien con la chica con la que salió.

— Así que esto paso de una cita, a una reunión de amigos — dije riendo — Solo bromeo Haz, nos alegra que hayas venido con nosotros — le explique.

— Lose, quien no quiere pasar el tiempo con el hermoso Harrison Osterfield — bromeo — Bueno la chica de ayer.

— No pienses en ella — le sugirió mi novia — Ella se lo pierde. Ahora, terminen, que quiere ir al zoológico.

— Si señorita mandona — respondí.

Terminamos de desayunar, felizmente era temprano así que no muchas personas podían notar nuestra presencia. Además que, bueno yo estaba en cubierto, llevaba una gorra y unos lentes, que pues no deberían estar ahí porque era un día nublado. Salimos del restaurante después de una muy buena comida. Subimos al auto, y Haz fue el encargado de conducir en esta ocasión.

No fue mucho tiempo el que tardamos en llegar. El zoológico tenía una magia especial, saben a lo que me refiero, es como ser parte de algo natural. Aunque no lo fuera, era lo más cercano. Ello me hizo acordar a Tessa, realmente la extrañaba también, y sabía que no la vería por un tiempo, al menos hasta antes de la premiere de Spiderman, pues automáticamente después de ello se grabaría otra película de Marvel.

Terminamos de comprar los tickets para entrar, y se lo entregamos al encargado.

— ¿Así que de Nuevo pareja? — termino preguntando Harrison. Lo miré, era algo obvio no — Lo sabía, viste que doy buenos consejos.

— Que sirven a los demás, pero no a ti — bromee, él se rio también.

Seguimos caminando por los distintos ambientes que tenían dentro, primero vinos algunos leones, y osos, estaban durmiendo, así desde lejos pudimos apreciar su belleza salvaje, y la melena muy bien cuidada que tenían.

— Creo que cualquier persona envidiaría su melena, es realmente hermosa — admitió Sophia a mi lado.

— Obvio que yo no — bromee sarcásticamente — Creo que...

Sentí un pequeño golpe en mi hombro que me interrumpió, por lo que voltee, y me di cuenta de una pequeña niña de aproximadamente 10 años, que me miraba con sus ojos azules — ¿Podríamos tomarnos una foto juntos por favor? — preguntó.

Yo sonreí y asentí — ¿Cómo te llamas? — pregunté mientras miraba hacia la cámara de sus padres.

— Sofía — respondía, pero su nombre era diferente al de mi novia.

— Te llamas igual que mi novia, solo que se escribe diferente — dije.

— ¿Es ella tu novia? — preguntó señalando a Sophia, quien observaba la escena con bastante ternura.

La mire esperando que me dijera algo, o lo negará, pero lejos de ello, me dio un afirmamiento con la cabeza, así que respondí — Sí.

— ¿Puede tomarse una foto conmigo? — preguntó de nuevo, Sophia asintió con una sonrisa y se acercó a la pequeña.

— Gracias chicos — respondieron a lo lejos sus padres — ¡Vamos Sofía, tu hermano debe estar esperando!

La niña se despidió y se fue corriendo hacia donde estaban sus padres. Realmente me sorprendía que la pequeña nos conociera pero me alegro el día.

— ¿Estás bien? — le pregunté.

— Si, te lo dije ayer, si los medios dicen algo, ya no es mi problema — sonrió.

— Bien, tortolos, debemos seguir, quiero ver a las tortugas — nos interrumpió Haz.

Los tres regresamos al camino, y seguimos recorriendo las instalaciones. Algunas veces entrelazaba la mano de Sophia con la mía, era como sentirme libre de expresar mis sentimientos sin tener represalias, aunque en cierta manera faltaba enfrentar a mi manager, sin embargo sabía que decir, y que hacer. Eran mis decisiones no las de nadie más, y era mi vida, debía respetarla.

(...)

Pasamos así la mañana, y llego la hora del almuerzo. Algunas personas me reconocieron y me pedían autógrafos o fotos, a lo cual accedía alegremente. Fuimos hacia un restaurante dentro del lugar, pero tuve que alejarme porque mi móvil sonó, y al instante supe quién era.

De todas las cosas que podías hacer, hiciste eso, no tomaste en cuenta lo que dije — habló apresurado.

Es mi vida, te lo digo una vez más. Lo que digan los medios no me afectan, mientras Sophia este bien, y yo esté bien. Así si no puedes respetar mis decisiones, nose como vamos a trabajar juntos — respondí.

Bien, solo respetaré tu decisión, pero te advierto lo que puede venir.

En estos momentos, mi felicidad es más importante. Te veré pronto — termine de decir y corte la llamada.

Regrese a nuestra mesa, esta vez un poco más alejada de la ventana a pedido de Harrison, al parecer no quería otro incidente. Me hacía gracia su actitud, pero lo entendía, era mejor ir por la privacidad. Sin duda habíamos disfrutado este día, tal vez no solo con ella, sino con Haz también. Y, como ya había dicho, aunque suene egoísta, mi felicidad era lo primero, vivimos para nosotros, no para los demás. 

OMG! 

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OMG! 

NEGANDO EL AMOR | TOM HOLLAND (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora