El Enigma

Capítulo 10

Capítulo 10:

Cuando estábamos a punto de llegar a la comisaria, nos sorprende ver a una persona caminando por la calle, esa persona era Apolo que resultaba que era nuestro amigo, pero que por razones obvias ya no lo era. Nosotros pasamos de él y seguimos camino de la comisaria sin embargo él se quedó mirándonos fijamente, pero nosotros no le dimos importancia. Cuando llegamos a la comisaria, allí estaba Miguel, al vernos se sorprende un poco.

-¿Qué hacéis aquí? –nos pregunta.

-No nada que tenemos que hablar contigo en privado si puede ser. –le contesto.

-Si claro, seguidme. –nos dice.

-Bueno, ¿y qué pasa? –nos dice entrando a una sala.

-Pues que necesitamos que nos vuelvas a enseñar las fotos del caso de Aurora, creo que podemos ver algún detalle que a lo mejor os lo habéis pasado por alto. –le dice Andrea.

-¿Y esto a qué viene ahora? –nos pregunta.

-Miguel necesito que confíes en nosotros, por favor. –le respondo.

-Vale, pero que no se entere nadie. –nos dice Miguel.

-Muchas gracias de verdad. –le dice Andrea.

-Pues aquí tenéis las fotos. –nos dice entregándonos una carpeta.

Andrea y yo nos ponemos a buscar en las fotos cualquier palabra o frase que nos dé la quinta pista, pero no encontramos nada, hasta que de repente veo la foto de la habitación de Aurora y debajo ponía una frase. "Para encontrar la última pista tenéis que ir a ver a David a la cárcel. Él os dirá dónde está Aurora".

-Bueno, ¿y habéis encontrado algo? –nos pregunta Miguel.

-No, pensaba que encontraríamos algo. –dice Andrea.

-Bueno nos vemos en casa. –le respondo a Miguel.

-Adiós. –nos responde.

-Andrea, tenemos que ir a la cárcel, para hablar con David para que nos diga la sexta y última pista para encontrar a Aurora. –le digo.

-A ver a David, ¿por qué no me sorprende en absoluto? –me pregunta.

-No sé, pero me da la sensación de que David tiene que ver en todo esto, así que vamos a verlo ahora mismo. –le digo.

Cuando salíamos de la comisaria nos volvemos a encontrar a Apolo, pero nosotros nos dirigimos hasta casa para coger el coche para ir hasta la cárcel donde está David. Mientras estamos llegando a casa, me doy cuenta de que Apolo nos está siguiendo así que le digo a Andrea que aligere el paso un poco, no vaya a ser que nos ataque o nos haga algo. Cuando llegamos a casa, cierro la puerta, no tardamos mucho hasta que volvemos a salir, pero esta vez Apolo no estaba por ningún lado, así que decido coger el coche y dar una vuelta a la manzana para ver si está por los alrededores de mi casa, pero no veo nada, así que Andrea y yo nos dirigimos a la cárcel donde esta David. Cuando llegamos allí David no aparecía por ningún lado, así que le preguntamos a un policía que se encontraba en una oficina.

-Perdona, ¿David sabe dónde está? –le pregunto al policía.

-Sí, está en la celda 24 en el pasillo 32. –me responde él policía.

-Muchas gracias, muy amable. –le digo.

-De nada. –me dice.

Nos dirigimos a la celda donde se encuentra David, pero allí no encontramos a nadie. Así que decidimos preguntarle a un compañero de celda de David.