Andrea se sobresalta al oír su móvil, cuando termina de hablar por teléfono se reúne con los demás.
-Andrea, ¿quién era? –le pregunta Miguel.
-Era del hospital. –dice agachando la cabeza y llorando.
-¿Y qué querían? –pregunta Aurora.
-Se lo llevan al hospital, al parecer al cruzar la calle, no vio a un coche que lo atropello, está herido gravemente, me han dicho que está muy grave. –dice Andrea llorando.
Corriendo se dirigen al hospital, para saber cómo estoy. El doctor les atiende en una sala de espera muy íntima, Miguel está muy nervioso, Andrea no para de temblar, pero sin embargo Aurora, estaba muy tranquila, estaba intentando tranquilizar a los demás.
-Doctor, ¿cómo está? –le pregunta Andrea.
-Esta extremadamente grave, creemos que no sobrevivirá. Lo siento mucho de verdad. –contesta el doctor.
-No, eso no es posible, él tiene que vivir. –dice Miguel llorando.
-Lo siento mucho, ahora mismo está en quirófano y los médicos están tratando de salvarle la vida. –dice el médico.
-Todo esto es culpa mía. –dice Miguel llorando y abrazándose a Andrea.
-No digas eso. –le responde Andrea.
-Venga no podemos estar triste, debemos ser fuertes por él, para darle fuerza. –dice Aurora.
-Es verdad, tenemos que permanecer fuertes, verás cómo sale de esta y estaremos todos juntos de nuevo. –dice Andrea.
Pero Andrea se equivocaba, nada iba bien, los médicos seguían en quirófano, habían conseguido que yo no muriera, pero entre en estado de coma, mi vida dependía de un hilo. Los días posteriores fueron una tortura para mis amigos y mis padres, Miguel, estaba hundido, pero pese a eso no dejo de estar ni un solo día a mi lado en el hospital, renunció a su trabajo en Alemania e incluso dejo de ir a trabajar por quedarse a mi lado. Andrea y Aurora se encargaban de que Miguel, estuviera comiendo bien, de mantener la casa recogida y al igual que Miguel, ellas tampoco me dejaron solo ni un solo día. Yo seguía estando en coma, ya habían pasado dos meses desde que paso todo, Miguel cada día iba perdiendo la esperanza, puesto que los médicos, no podían hacer nada y eso era lo peor que llevaba Miguel. ÉL seguía diciendo que toda la culpa era suya, que jamás me tendría que haber dicho que se iba a trabajar fuera y que el trabajo era más importante que yo.
Un día Miguel, entro a mí habitación y empezó a llorar, recordando los buenos momentos, y todo lo que hemos vivido desde que nos conocemos, de pronto se encontró con un disco que yo hice con el tiempo para que lo viera Miguel o cualquiera de mis amigas. Miguel llamó corriendo a Andrea y a Aurora para que vinieran a casa a para ver que decía el video.
En el video salgo solamente yo y lo que digo en el video, es que después de lo que pasó con Aurora, el intento de asesinato de Andrea, decidí que si a mí por casualidad me ocurría algo, yo les exijo que no desperdicien su vida por estar a mí lado, que se olviden de mí y que sean felices, antes de que acabe el video me despido de todos uno por uno. Miguel apaga corriendo el televisor, porque ya no quiere seguir viendo ni escuchando nada.
-Yo no me pienso rendir. –dice Aurora.
-Yo tampoco. –comenta Andrea.
-Tenemos que ser realistas, jamás despertará del coma, tenemos que asumirlo, hasta él mismo se ha despedido. –dice Miguel llorando.
-Pero, ¿qué estás diciendo? –le pregunta Andrea.
-Lo que oyes. –le responde Miguel.
-No sabemos cuándo puede despertar. –le dice Aurora.
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El Enigma
Mystery / ThrillerEl libro comienza con una historia de misterio, que luego se convierte en una bonita amistad entre los personajes, pero a esa historia de amistad dará un giro cuando a uno de los protagonistas le sucede un hecho muy extraño que deberá afrontar para...