Te Esperé © |#1| [TRILOGÍA INFIDELIDADES]

CAPÍTULO 32

JANE POV'S.

Semanas han pasado desde que Liam, y yo, decidimos volver a intentarlo, está vez sin secretos, como lo fue todo en un principio.

Y me siento llena y feliz, entendí que lo qué pasó fue por la falta de comunicación, la maldad de otros, secretos que no debieron serlo.

¿Perdone una infidelidad? Si, la verdad.

Pero no todo es por las misma circunstancia, si hubiera sido de una manera diferente tal vez, ni hubiera pensado en hacerlo, pero no fue completamente su culpa. De eso estoy más que segura.

De alguna manera, Cristal se enteró que ahora si las cosa iban enserio, y no solo fue un chisme de revistas de farándula.

Llegó reclamando las cosas ¿A caso está loca? Nadie me quita de la cabeza que está obsesionada con Liam, o simplemente quiere hacerme la vida imposible, como siempre lo ha hecho.

Desde que tengo memoria fue así, competía contra mí, si yo tenía algo, ella lo quería, hacía rabietas para que le prestaran atención, y nunca llegue a comprender al cien por ciento, él porque lo hacía.

Sus padres son personas hermosas, la complacían en todo, la aman, pero ella solo veía lo que me rodeaba.

Nathan tuvo que volver a España, por asuntos de trabajo, hace dos días se fue, y se le extraña. Estaba viviendo en un departamento que por casualidades de la vida encontró, y este venía hasta amueblado, se carga una suerte que Dios mío..

Él estaba teniendo algo con mi secretaria Helena, aunque le dije de mil formas que con ella no, al final ni caso me hizo, y ahora tengo a la chica desconcentrada en el trabajo.

«Gracias por nada Nathan».

Miro el vestido que luce en mi cuerpo, es precioso, esta noche Liam y yo saldremos a cenar, no sé el lugar, no me lo ha querido decir, solo me dijo que no tan formal, y que sea algo cómodo.

Horas después estoy lista, y él llega por mi, al verlo por una extraña razón mis mejillas se tiñen de rosa, como en esos años atrás, cuando apenas empezábamos a conocernos.

Él es quien se acerca y deja un beso en mis labios, gustosa lo acepto, para después sentir como apoya su cabeza en mi hombro mientras me abraza.

—Estás perfecta— murmura en mi oído erizándome completamente.

—Gracias, tú también te ves perfecto.

Hablamos un poco, para luego decidir salir de casa, en dirección al lugar. Después de casi veinte minutos de carretera llegamos a una playa, mis ojos se iluminan con emoción al ver el lugar, es precioso, luces adornan todo, las palmas, flores, personas bailando, y expresando la enorme felicidad que los acompaña ahora.

Al salir tomo de su mano, y con pasos un poco apresurado nos adentramos más al lugar, un chico nos recibe llevándonos a una mesa, y cómo niña pequeña sigo repasando cada rincón del lugar.

—Tú mirada me dice lo mucho que te gustó el lugar— pronuncia Liam, obteniendo mi atención.

—Me fascinó, es más que perfecto.

Tiempo después el mismo chico, se acerca para que pidamos nuestros platos, y con la misma rapidez que se fue regreso con lo que pedimos, sorprendiéndome.

—Son rápidos, no pasaron ni diez minutos— menciono cuando se marcha.

—Si, dejare propina al irnos— asentí consientisando su acción.

Comemos con calma, hablando de todo y de nada, un momento lindo, como siempre debió ser, como era, y es ahora.

Al terminar, reposamos y le pido ir a bailar a la playa, suena una música hermosa, es merengue, me encanta bailar ese género de música, y él lo sabe.

Quitó mis plataformas, dejando que mis pies toquen la fría arena, suelto un suspiro por la grata sensación. Las dejo junto a nuestras cosas, y nos acercamos hasta donde bailan los demás, y unos hombres tocan los instrumentos que le dan vida al lugar.

Con una enorme sonrisa, me muevo al ritmo de la música, seguida de Liam, mis padres son de nacionalidad dominicana, y pues nos inculcaron estos bailes, al igual que la bachata, ya que son géneros originarios de su país. Y oh que bien se siente.

Me dejo llevar por el ritmo, soltándome, olvidándome de todo problema, mirando la enorme sonrisa de Liam, y cómo brillan sus ojos, de felicidad.

En un movimiento rápido junto sus labios con los míos, dejándonos llevar por el apasionado beso, como si hace años no lo hiciéramos, y la verdad se siente así.

Solo me siento así con él, solo él sabe hacerme sentir de esta manera.

Y son cosas que disfruto de sobremanera.

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