Sucumbiendo a la tentación (Resubido)

Capítulo 100 - Infancia de los niños

Antes de leer, tomen en cuenta:

"Diálogos."

'Pensamientos.'

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Un año pasó luego de esa experiencia con esas dos criaturas...

En ese tiempo, la chica fue invitada a un torneo especial llamado el Torneo de los Maestros que se realiza cada veinte años entre los mejores entrenadores de todo el mundo Pokémon.

Ella participó, sin embargo, lo ocurrido en ese gran torneo se contará en otra ocasión...

Ahora en pueblo Paleta, especialmente en la posada "Pallet House" que gestiona la madre de Delia.

"¿Cómo te sientes Mamá?"

La chica le preguntó a su madre que se encontraba recostada en su cama, su rostro se tornaba pálido debido a su enfermedad.

"No es muy grave hija... Eso fue lo que dijo el doctor..."

Ella mintió al ver el rostro preocupado de su hija. El doctor le había diagnosticado que su sistema inmunológico seguirá fallando y que eventualmente dejará de funcionar.

"Pero mamá..."

Como hubo un lento desarrollo en el área de la medicina, hay un alto índice de mortandad a causa de este tipo de enfermedades.

"No te preocupes por mí... Ve a continuar tu viaje Pokémon, todavía tienes mucho tiempo por delante..."

La chica sintió que algo andaba mal con su madre, como si su enfermedad no tuviera cura.

"No mamá... Yo me quedaré ayudando en la posada en tu lugar..."

"Pero hija..."

"Nada de peros... No quiero viajar pensado que mi única familia en este estado..."

La madre vio la expresión dolorosa de su hija mientras derramaba lágrimas de su rostro.

"Desde que papá se fue... Sentí que estás sobre esforzándote... Y eso me pone triste..."

Ella lo sabía, sin su padre presente, su madre hizo todo el trabajo de criarla y de encargarse de la posada totalmente sola.

'Es una bendición tenerte como hija...'

Dentro de ella, se sintió muy feliz de que su hija se haya convertido en una espléndida persona...

***

Luego de ese día, la joven prodigio se retiró como entrenadora Pokémon y se dedicó a la posada junto a sus Pokémones como ayudantes.

Al llegar a los 18 años, la joven conoció a un entrenador que tenía un tiempo de estancia en la posada y se casaron.

Unos meses después, tuvieron su hijo Ash, y poco después del nacimiento de su hijo, el padre del niño abandonó Pueblo Paleta y nunca regresó.

La madre de Delia continuó enferma y cuando Ash cumplió un año de vida, lastimosamente murió por esa enfermedad, dejando a la joven madre solamente con su hijo.

A pesar de ser una gran entrenadora, Delia es un humano después de todo, y tuvo un daño sentimental en el momento que su esposo abandonó y más en la muerte de su madre.

Sin embargo, la nueva vida que nació a partir de ella, le recordó esa extraña ilusión antes de recibir esas plumas, y reflejó la imagen de ese chico en su hijo. Con eso en mente, Delia sacó en adelante la posada por su hijo...