Heather - Toko

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Cuando terminó de sonar la canción la gente del lugar comenzó a aplaudir, el ruido de las palmas resonaba en sus oídos, la chica frente a sus ojos se separó, la actitud extrañó a Zuko más no dijo palabra alguna.

Sin decirle palabra ella caminó de regreso a la mesa con los demás, evitó su compañía el resto de la noche, lo cual lo tenía ansioso ¿Hizo algo que la ofendiera?

Estaba al tanto de que no era la mejor persona existente, sus acciones de los últimos tres meses servían muy bien de ejemplo en esta situación.

Ahora estaba molesto y parcialmente deprimido, primero Toph y ahora Mai, ambas evitaban su compañía y huían de su persona, miraba a su mejor amiga a lo lejos, Toph se había negado a la invitación que le extendieron a comer con ellos, y ahora estaba mal sentado en su silla, moviendo los restos de comida que seguían en su plato.

Y aún faltaba para el final de la fiesta.

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La cantidad de gente en el lugar había pasado considerablemente, sus padres seguían dentro del mismo manteniendo una superficial plática, con otra pareja del lugar, sobre sus hijos.

Ella buscó irse lo antes posible, evitando estar presente durante esa "competencia", ahora que podía ver sus padres negaban a capa y espada la existencia de alguna discapacidad en su persona, ahora o antes.

Salió del lugar en busca de los jardines, buscando algo de brisa fresca y luz de luna, como venía haciendo cada que tenía insomnio o dilemas personales, cerró sus ojos dejando que el aire frío diera de lleno contra su cara relajando su postura, se sentó en el pastó llevando sus rodillas hacia el pecho.

- Pareces disfrutar tu tiempo a solas - abrió los ojos para comprobar quien le hablaba - haz tenido mucho últimamente ¿No es así? -

Azula siguió acercándose hacia su persona, Toph dejó de observarla, sabía que ese comportamiento infantil había sido en demasía grosero y no tenía como excusarse, estaba avergonzada.

- Lo lamento -

- Lo sé - dobló sus piernas para quedar más cerca de ella, bajando también su tono de voz - pero me gusta ver cómo te carcome la culpa-

La más baja rodó los ojos, ya se había acostumbrado al recurrente humor negro de Azula.

- Eres cruel -

- Solo pensé que te gustaría contar con una mano amiga - la miró, con un gesto de molestia y confusión que la invitó a seguir hablando - vamos Toph, ¿Vas a negarme que estás celosa? -

Trató de negar, más un molesto nudo se instaló en su garganta, abrió y cerró su boca tratando de soltar una palabra, cualquiera que no la haga quedar con una expresión tonta y gestos de pescado.

- Y aunque lo negaras, es más que obvio - y no hizo falta decir nada, la mandó a callar sin más -

- No tengo porque estar celosa - abrazó más sus piernas - Y eso me hace sentir más que patética -

- Eso no te hace patética - Azula se reincorporó tras sentir temblar sus piernas - en realidad me decepciona mucho todas las molestias que pasas por mi hermano, creí que eras mucho mejor que esto la verdad-

- ¿Qué? -

- No deberías dejar de pasar tiempo con tus amigos por evitar toparte con él- Toph frunció el ceño para después sonreír, no una sonrisa plana, si no si típica sonrisa burlona- Demuéstrale que él ya no te importa, que le duela verte siendo feliz sin él -

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Terminaba marzo y Zuko ya tenía unas ganas increíbles de saltar por un puente, metafóricamente cabe aclarar; no quería darme más preocupaciones a su pobre tío; si creyó haber tenido algún avance en sus casi cuatro meses con Mai ese se desintegró casi tan de repente como había surgido.