02.

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En cuanto se despertó, lo primero que vio fue la gran bandera azul que colgaba de su pared, aquella que le recordaba que Xavier volvía a estar a su lado.

Se estiró antes de levantarse y prepararse, aunque odiase la idea tenía que ir a clase para que Lina no le castigase.

Cuando estuvo listo recogió su mochila antes de salir de su cuarto, Xavier hizo lo mismo simultáneamente ocasionando que Jordan sonriese.

- Buenos días, Jordan – El peliverde sonrió al sentir el brazo de Xavier sobre sus hombros, esos pequeños gestos era lo que más había añorado mientras estaban separados.

No pasó mucho tiempo hasta que comenzaron a caminar hacia el instituto junto a Claude y Bryce, no dejaban de hablar sobre cualquier cosa.

En cuanto cruzaron la puerta del instituto, un gran número de estudiantes rodearon a los dos coreanos y a Xavier separándolos de Jordan. El peliverde trataba de acercarse, pero todo era en vano.

En un momento dado, alguien le empujó haciéndole caer al suelo. En la caída terminó por hacerse un pequeño corte en el dorso de la mano haciéndola sangrar.

Se levantó cubriendo su mano con la otra y salió en dirección al baño para poder quitarse la sangre.

Mientras limpiaba su mano, sus ojos se quedaron fijos en su reflejo mientras sonreía con cierta tristeza. Ahora que Xavier, Claude y Bryce había vuelto, las cosas iban a ser muy diferentes.

De pronto, alguien le sacó de sus pensamientos cuando sintió una mano agarrar su muñeca, no tardó en girarse para ver quién era.

- ¿Cómo te has hecho esto? – La mirada de Xavier no se separaba de la herida del peliverde.

- Creo que alguien me empujó sin querer y me caí, pero no te preocupes, ya estoy acostumbrado – Aquellas palabras confundieron al pelirrojo.

- ¿A qué te refieres con eso? – Jordan tragó saliva antes de sonreír.

- Me esforcé tanto en los entrenamientos que ya estoy acostumbrado a caerme y hacerme daño, ¿qué pensabas? – Xavier sonrió aliviado.

- Menos mal, pensé que alguien te estaba haciendo daño – El peliverde rió ante la idea de su amigo – Ven, voy a curarte esto.

Aunque rió en voz alta, su cabeza hizo todo lo contrario. A pesar de que odiaba admitirlo, lo que Xavier había pensado era la más cruda realidad.

Desde que había dejado el Inazuma Japón, las burlas sobre que era débil y el acoso habían sido su pan de cada día, pero eso era algo que el pelirrojo no debía saber.

Aunque le fastidiaba admitirlo, sentía envidia del pelirrojo y sus amigos coreanos. Ellos tenían a medio instituto admirándoles, jamás había escuchado una sola crítica negativa sobre ellos, todo el mundo hablaba de sus grandes habilidades y sobretodo de su atractivo, en especial el de Xavier.

- Creo que esto será suficiente – La voz de Xavier le trajo de nuevo a la realidad, entonces miró el pequeño vendaje que su amigo había hecho en su mano - ¿Te ocurre algo? Estás muy callado.

- No te preocupes, solo estaba dándole vueltas a algo – Jordan sonrió tratando de relajar a su amigo, y de hecho pareció funcionar.

Ambos se reunieron con Bryce y Claude antes de poner rumbo al aula, pronto empezaría la primera clase.

- Bueno chicos, creo que todos estamos de acuerdo en que deberíamos aplaudir a Xavier por haber ayudado a que Japón ganase el Mundial – Toda la clase aplaudió – Dinos, ¿cómo se siente haber jugado con personas que han logrado llegar a lo más alto?

‘’Yo también he jugado con ellos…’’ El peliverde no levantaba la cabeza de su libreta en ningún momento, le dolía que incluso los profesores le rechazasen.

Todas las clases fueron igual, no había ningún profesor que no irrumpiese la lección para hacerle preguntas a Xavier sobre cómo había sido ganar el Mundial.

En algunas ocasiones, incluso Claude y Bryce eran interrogados sobre cómo se sentían al haberse quedado a las puertas de jugar ante el mundo, todo parecía hundir más al peliverde, a nadie le interesaba saber lo que él pensaba.

Cuando las clases terminaron, los cuatro salieron del aula hablando entre ellos, Jordan era quien más callado estaba.

Los alumnos volvieron a rodearlos mientras les hacían toda clase de preguntas o les pedían un autógrafo. Por su parte el peliverde había vuelto a acabar en el suelo, y cuando alguien pisó su mano herida cerró los ojos sintiendo unas inmensas ganas de llorar.

Terminó por levantarse y salir corriendo en dirección al orfanato, ni Xavier ni los demás le habían visto.

Tenía los ojos totalmente húmedos, no sabía si sus lágrimas eran por el dolor de la herida o por todo lo que había pasado a lo largo de la mañana.

Sabía que Xavier y los otros dos no tenían la culpa de nada, pero por un momento pareció odiarles. Se retractó al momento de ese pensamiento, jamás podría odiarles.

Mientras caminaba totalmente sumido en sus pensamientos acabó por chocarse con alguien, quizás una de las personas que más quería ver en esos meses.

- Hola, Jordan – El peliverde sonrió al ver a la persona frente a él.

FAMA ;; Inazuma Eleven ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora