Hablar

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Llore por 10 minutos y cuando me calme mi madre me invito a la cocina, me preparo un té y me invito a hablar y a contarle que me pasa.
Entonces dije "si no es ahora, ¿cuando?.
Y comencé. Le conté lo que me pasó cuando ella se fue, lo impotente que me sentí porque me sentía culpable y sentía que merecía eso que me estaba pasando. Le conté de cómo tuve que hacer para aportar dinero a la casa, le conté del hombre maravilloso que conocí y le conté porque se fue.
Entonces le dije que soy bisexual y que no tenía ni idea de qué es parte viviera en mi.
Cuando le conté todo eso, sentí como el mundo al fin se me desprendía de mis hombros. Sentí como toda la responsabilidad dejo de invadirme y de atormentarme hasta por el más mínimo detalle.
No tenía idea que hablar con alguien era tan sanador y tan terapéutico, sobre todo si se trata de tu madre.

Ella me miró, tenía lágrimas en los ojos. No tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba en mi vida. Ella siempre estuvo pendiente de mi, pero nunca le conté lo que me pasaba porque mi madre es una mujer enferma.

La Aburrida Vida de CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora