Descubrimiento

10 1 0
                                    

Cuando me volteo, veo a mi esposo con lágrimas en los ojos. Me vio besar a Elizabeth y la verdad no se que tiempo lleva ahí parado, solo se que no lo tomo bien.
El se queda mudo, yo me quedo blanca, petrificada. Sabía que este momento llegaría pero no de esta manera.
Le pido a Elizabeth que nos deje solos y ella se marcha, se disculpa conmigo y se va.

Mi esposo se acerca a mi y con la garganta echa un nudo me pregunta:
-¿Desde cuando caro, desde cuando?-
-Desde cuando esta pasando esto?
-Si.-
-Hace unas semanas-
-¿Y qué piensas decirme al respecto?-
Entonces todo sale de mi sin siquiera pensarlo:
-Que lo siento, te lo iba a decir pero no sabía cómo ni cuando. Solo paso, hace mucho que siento esta curiosidad por ella. Pero pasó sin que yo lo controlara. Entonces pensé en decírtelo pero no sé cómo reaccionarías. Yo lo siento mi amor, yo... ya no te amo.-
Esas fueron las dos palabras más dolorosas que él había escuchado en toda su vida, dos lagrimas recorrieron sus mejillas. Se levantó de la silla, beso mi frente y se fue. Sin decir nada, sin recoger nada. Solo se fue y creo que fue mejor. Ambos necesitábamos tiempo.

La Aburrida Vida de CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora