Ese día era la tan esperada fiesta en el mundo del Glam Metal, bandas como Ratt, Poison, Whitesnake y nuestros protagonistas se arreglaban y ponían sus mejores atuendos para la fiesta. Sin embargo, Tom no sabía qué ponerse. Tenía tres conjuntos para escojer, pero ninguno le convencía, pues creía que iría demasiado formal para una fiesta casual.
Al azabache le encantaba toda la ropa que tenía, pero en casos como este parecía una mujer, pues no se decidía ni por uno ni por otro. Y luego de varios minutos de pensar, se decidió por el segundo conjunto, que era de color negro.
Luego de un par de horas, Tom salió de su departamento cerrando bien la puerta principal, se adentró en su auto y condujo en dirección al hogar de Jon y Richie, quienes se habían mudado a Pensilvania recientemente.
Una vez llegó al hogar, estacionó su vehículo algo lejos del lugar. Salió de éste y comenzó a caminar dirigiéndose a la entrada.
— ¡Tom! Creí que no vendrías. —Saludó Jon al pelinegro con su característica sonrisa.
En la fiesta ya había algo de gente, ente ellos había integrantes de bandas como Ratt, Mötley Crüe, Skid Row, y muchos más, pero la mayoría no estaban completos.
— Ese era el plan pero tuve un buen presentimiento y decidí venir. —Se encogió de hombros adentrándose al lugar.
La fiesta incluía de todo, drogas, alcohol, alguna que otra mujer —ya que la mayoría de los invitados eran gays— y muchos besos, pues habían varias parejas besandose apasionadamente en un rincón. Tom se dió un golpe mental por haber aceptado asistir a la fiesta, se sentía incómodo y en cierta parte sentía que no encajaba.
Varios minutos más tarde, el ojiazul ya tenía una bebida en la mano, estaba sumergido en sus pensamientos hasta que algo —o más bien, alguien— lo sacó de su burbuja.
— Una cerveza por favor. —Mencionó un rubio al mismo tiempo que se sentaba en la barra a un lado de Tom.
Tom volteó por instinto al oír aquella voz, ya que se le hacía bastante familiar. Al observar a aquella "Barbie"en frente suyo, su corazón comenzó a latir rápidamente sin creer lo que había frente a sus ojos.
El moreno no se había percatado de la presencia del azabache hasta que giró su cabeza admirando el lugar. Cuando lo notó, por poco se le sale el corazón del pecho, pero trató de mantener la calma y esconder su nerviosismo.
— Hola. —Sonrió trayendo a Tom de nuevo a la realidad. El pelinegro asintió con la cabeza en respuesta, pues las palabras de su boca no querían salir.— Soy un amigo de Jon, ¿tú? —Preguntó con tanta fluidez que ni él mismo se reconocía, pues normalmente se era muy tímido cuando se trataba de conocer a gente nueva, y más tratándose de Tom.
— Oh, pues, yo también. —Contestó tratando de formar una sonrisa, sin embargo, terminó formando una mueca.
Joey no supo si tomar eso como un acto de nerviosismo o como una señal de que no soportaba su presencia, así que decidió subirle el ánimo de cualquier forma.
— ¿Usas maquillaje o estás sonrojado? —Preguntó el rubio antes de darle un trago a su cerveza. Esto hizo que el mayor se sonrojara más, provocando que Joey casi se ahogara con su bebida a consecuencia de la risa.— Lo siento, aunque igual te ves lindo. —Sonrió dejando a un lado la botella que contenía la cerveza.
— Gracias. —Tartamudeó dándole un sorbo a su propia bebida tratando de ocultar su sonrojo de alguna manera. Joey tenía un no-sé-qué que le transmitía paz a Tom, cosa que no pasaba ni con Jon, ni con cualquier miembro de Cinderella.
Los nervios de ambos se habían desvanecido con el paso de las horas, al igual que se conocían mejor y se hacían amigos. Habían pasado tan solo tres horas y ellos ya sentían que se conocían de toda la vida, era un sentimiento que ni ellos mismos podían explicar.
Pasaron los minutos y Tom había perdido la cuenta de cuantas cervezas se había tomado hasta ese momento, a diferencia de Joey, quien llevaba muy pocas comparándolo con las que el azabache había tomado, pues no planeaba emborracharse mucho esa vez.
— ¿Sabes? Siempre creí que eras una Barbie. —Tom rió para segundos después darle otro trago a su bebida.
— ¿De verdad? —Preguntó entre risas el rubio.— Nunca me habían dicho eso, quiero decir, me habían dicho antes que me parecía a una mujer pero no a una Barbie. —Rió suavemente.
— Sí, aparte eres muy lindo. —Dijo sin saber muy bien lo que decía. Estaba tan ebrio que inconscientemente se acercó a Joey en un intento de besarlo, pero en vez de eso terminó tropezando y cayendo sobre el pecho del menor quedando a pocos centímetros de distancia entre sus bocas.— L-lo siento. —Se sonrojó mientras se alejaba de él y bajaba la mirada.
— Hey, tranquilo. —Acunó el rostro del pelinegro con cautela e hizo que alzara su mirada para que se cruzara con la suya.— No te disculpes, todo está bien, ¿si? —Habló tratando de tranquilizarlo.
— No, enserio lo siento, y-yo me salgo de control a veces. —Rió moviendo la cabeza de tal forma que la mano del rubio quedara en su cabello para acariciarlo como si de un gato se tratase.
Joey sonrió y decidió que era mejor irse a dormir ya, Tom se negó y se aferró a su brazo para impedir que se fuera o que lo moviera, así que el rubio no tuvo otra opción mas que cargarlo. Lo cargó al estilo princesa y buscó con la mirada a Jon, quien estaba hablando tranquilamente con el vocalista de Skid Row. El rubio fue hacia donde estaban los otros dos evitando a su paso las miradas que les mandaban.
— Hey, Jon. —Habló lo suficientemente fuerte para que el contrario lo escuchara. El mencionado lo volteó a ver y sonrió.
— ¿Qué necesitan? —Preguntó bajando su vista a Tom, quien ya se encontraba en el quinto sueño.
— Pues quería saber si... podías prestarnos un cuarto... —Respondió bajando poco a poco la voz. Jon lo miró con una sonrisa pícara, Joey notó eso y se justificó.— ¡No es lo que piensas...! es solo que Tom ya bebió demasiado y eso. —Dijo nervioso. El rubio contrario asintió y los guío a una habitación vacía no sin antes decirle a Sebastian que lo espere.
Jon los dejó solos con la puerta cerrada mientras que Joey recostaba al azabache en la cama para que pudiera dormir mejor, ya que fue el que bebió más de los dos. Por su parte, el rubio decidió dormir en el sofá a un lado de la cama, pues tampoco quería incomodar a Tom, ya eran como amigos y no quería que su amistad se fuera a la mierda, mucho menos teniendo en cuenta que intentó besarlo y probablemente —según la imaginación de Joey— fue a causa de la borrachera.
El rubio se recostó el el sillón no sin antes mirar de reojo a Tom. Una vez confirmado que se había dormido, se acomodó de tal forma que su brazo derecho sustituyera a una almohada y casi de inmediato cayó dormido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
no sé qué hago con mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Stoopid Barbie [Joey Tempest & Tom Keifer]
FanfictionLuego de conocerse en una fiesta organizada por Jon, Tom y Joey empezaron a conocerse mejor, pues ambos solo se habían visto en revistas, no sabían cómo era su voz fuera de los conciertos. Entonces, con el paso del tiempo, Tom comenzó a sentir "cosa...