Los días siguientes luego de esa fiesta pasaron tranquilamente, Tom y Joey no se volvieron a ver durante un buen tiempo, —a pesar que Europe aún no dejaba América— cosa que 'tranquilizó' de cierta forma al mayor, pues tenía tiempo para pensar y reflexionar lo que le estaba pasando.
Ese día, Tom se encontraba tocando la guitarra acústica junto con Jeff, estaban componiendo una nueva canción y la melodía estaba siendo perfeccionada.
— ...Entonces solo falta poner la batería y el bajo, ¿Te parece si nos ponemos de acuerdo más tarde sobre eso? —Habló el ojiazul dejando a un lado la guitarra. El rizado lo miró sonriente y asintió.
— De acuerdo, yo le avisaré a Fred. —Se levantó del sofá dónde ambos habían estado sentados con anterioridad, guardó la guitarra en su estuche para después colgarsela en el hombro y despedirse del más alto, quien se despidió también y lo acompañó hasta la puerta.
Cuando el pelinegro volvió a quedarse solo, se recostó en el sofá largo y miró a la nada mientras se hundía en sus pensamientos, cosa que parecía convertirse en un hábito.
Y por segunda ocasión en ese día, un golpeteo en la puerta lo sacó de sus pensamientos. El pelinegro bufó levantándose del sofá dirigiéndose a la puerta para saber de quién de trataba. Pensaba que eran de nuevo los integrantes de Bon Jovi que querían molestarlo, pero su sorpresa fue otra al encontrarse con el rubio al que llamaba "Barbie" enfrente suyo.
— ¡Joey! ¿Cómo supiste mi dirección? —Tartamudeó haciéndose a un lado para que el rubio pudiera entrar al departamento.
— Bueno, Jon me lo dió. —Rió entrando al lugar para después sentarse en un sofá. Tom cerró la puerta y se sentó a un lado de Joey.
— Oh vaya, creo que tendré que hablar muy seriamente con él. —Rió también mientras recargaba su espalda y cabeza en el respaldo del sofá.— ¿Y cómo haz estado? —Preguntó sin saber cómo iniciar una conversación decente o apropiada.
— Bastante bien, ¿y tú? tengo entendido que tú y tu banda están empezando un nuevo álbum. —Dijo sonriendo. El pelinegro asintió con la cabeza al mismo tiempo que se acomodaba mejor en en asiento.
— Pues, en realidad solo estamos componiendo canciones y en un par de semanas iremos de gira —Se encogió de hombros para después sonreir levemente.
— Ya veo. —Pronunció el rubio luego de unos segundos en silencio.
Joey estaba nervioso, pues su visita no había sido del todo para saber cómo estaba él y su banda, sino que quería confesarle sus sentimientos. Quería decírselo sin importarle nada, además, ya se habían conocido en persona, así que ya no había tantos obstáculos entre ellos. Sin embargo, sus nervios no estaban ayudando.
— Uhh, ¿quieres algo de tomar? —Preguntó rompiendo el silencio que se había formado entre los dos.
— Agua por favor. —Pronunció apenas. El pelinegro asintió al mismo tiempo que se levantaba del sofá para poder traerle al rubio el vaso con agua.
En ese corto lapso de tiempo, Joey se dedicó a recorrer el lugar con la mirada, o bueno, por lo menos la sala de estar. Tenía las paredes pintadas de blanco y había guitarras casi en todos lados, los sillones eran azules y algo desgastados. El rubio rió internamente por el leve desorden que tenía Tom en su departamento y observó al antes mencionado salir de la cocina agarrando dos vasos, uno contenía agua y el otro jugo de naranja.
— Toma. —Le extendió el vaso que portaba agua para después sentarse de nuevo y darle un trago a su jugo con un ligero sonrojo.
— Gracias. —Sonrió agarrando el vaso e imitando la acción del mayor sin dejar de mirarlo.
Tom quería aprovechar ese momento para confesar sus sentimientos, pero aún estaba indeciso y creía que sus pensamientos se aclararían después de la gira, sin embargo, era mucho tiempo, o eso pensaba el azabache.
Pasó el tiempo y después de un buen tiempo de plática, Joey se levantó del sofá y preguntó:
— ¿Puedo usar tu baño? —Trató de sonar lo más tranquilo posible, pues sus ganas de ir al baño se las había aguantado por no querer romper la agradable conversación que había hecho con el pelinegro.
— Por supuesto, está al final del pasillo a la derecha. —Respondió riendo, ya que el rubio había salido disparado cual bala hacia el baño.
Por otro lado, Eric también planeaba ir a visitar a Tom. El bajista seguía enamorado del pelinegro y quería que le volviera a dar una oportunidad. Además sabía que a Tom le gustaba Joey, pues lo había estado espiando.
El rubio llegó a la casa de Tom, le dió tres golpes suaves a la puerta y esperó a que le abrieran. Escuchó algunas risas seguido de unos pasos que se acercaban a abrir la puerta.
— Hey, viejo, ¿qué te trae por aquí? —Preguntó con una sonrisa a consecuencia de las risas de hace unos momentos.
— Pues yo... quería decirte algo, ¿Hay alguien más contigo? —Mencionó asomándose un poco para ver si podía divisar a alguien.
— Eh, si, pero si es importante puedes decírmelo ahora. —Respondió invitándolo a pasar, sin embargo, el rubio negó diciendo que no iba a tardar mucho.— ¿Qué querías decirme?
— Okey, pues... verás, sabes que tú y yo habíamos sido pareja cuando no teníamos ni veinte años, ¿Verdad? —Dijo tratando de sonar lo más calmado y serio posible. Tom asintió con la cabeza.— Pues me gustaría que todo fuera como antes, que saliéramos a comprar helado cada fin de semana. —Rió suavemente antes de agarrar la mano derecha del ojiazul con delicadeza.— Es por eso que te pido que me des otra oportunidad. —Lo miró a los ojos haciéndole saber que decía la verdad.
— Eric, no puedo darte otra oportunidad después de todo lo que hiciste y... —Fue interrumpido por los labios del rubio sobre los suyos. Trató de apartarse pero el mayor lo había tomado por la cintura, cosa que le impidió irse.
— ¿Tom? —Preguntó una tercera voz haciendo que el rubio mayor rompiera el beso y lo mirara.
— Lo siento, no sabía que estabas tú aquí. —Habló Eric haciendo énfasis en la palabra "tú".
— Me dí cuenta. —Forzó una sonrisa al mismo tiempo que fulminaba al rubio contrario con la mirada.
Tom bajó la cabeza sin saber que decir para defenderse, aquel beso había desatado un mar de emociones, provocando que sus sentimientos por él y por Joey se confundieran y crearan un nudo en su mente.
Se había formado un incómodo silencio que el moreno se atrevió a romper.
— Creo que es mejor que me vaya, así ustedes pueden estar más tranquilos. —Dijo con notoria molestia en su voz. Eric iba a decir algo hasta que el pelinegro lo impidió.
— No, porfavor quédate, creo que lo más apropiado sería que Eric se vaya. —Habló sin saber a quién de los dos mirar.
Eric asintió con un semblante neutro y salió del hogar a paso rápido. Ahora se arrepentía de haberlo besado, pero su impulso había sido más grande y por su acción era muy probable que su amistad como Cinderella se vaya al carajo.
Por otro lado, Joey y Tom se quedaron un buen rato en silencio. El pelinegro con la cabeza gacha y el rubio con la expresión de enojo en su rostro.
— ¿Sabes? Creo que es mejor que me vaya yo también, te veré luego. —Se despidió lo menos seco que podía sacar y se retiró sin importarle el azotar la puerta.
Al estar solo de nuevo, el vocalista se mordió el labio tratando de contener sus sollozos, sin embargo, la angustia ganó y varias lágrimas gruesas se deslizaron por sus pálidas mejillas hasta llegar a su mentón, donde el patrón se repetiría hasta el cansancio.
Revolvió bruscamente su esponjado cabello y se hizo bolita en un rincón de la sala de estar. Si de por sí ya estaba confundido por sus sentimientos hacia Joey, Eric había empeorado las cosas.
Tom tenía miedo, tenía miedo de perder a su amigo de toda la vida, y al que posiblemente era el amor de su vida.
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No me pregunten por qué quedó así, es que veo mucho Televisa y pues el drama se me pega jajan't
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Stoopid Barbie [Joey Tempest & Tom Keifer]
FanficLuego de conocerse en una fiesta organizada por Jon, Tom y Joey empezaron a conocerse mejor, pues ambos solo se habían visto en revistas, no sabían cómo era su voz fuera de los conciertos. Entonces, con el paso del tiempo, Tom comenzó a sentir "cosa...