06. Piénsalo bien.

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Después de todo lo sucedido, Joey se dirigía al hotel donde él y sus compañeros se estaban hospedado, quería hablar con alguien sobre lo sucedido, y su primera opción era Jon. Sin embargo, Jon podía contarle todo a Tom y tampoco era buena idea dirigirle palabra alguna al pelinegro.

Una vez en su respectiva habitación, se sentó en la orilla de la cama y suspiró profundamente. En la habitación se encontraba Ian, quien al ver a su amigo así, no dudó en preguntar qué le pasaba.

— ¿Estás bien? —Habló sentándose a un lado de Joey, quien suspiró y negó con la cabeza.

— No Ian, sinceramente no estoy bien. —Contestó soltando un suspiro triste. En sus ojos se acumulaban las lágrimas, le habían roto el corazón y ahora se sentía como el hombre más triste del mundo.

— ¿Quieres hablar de eso? —Preguntó poniendo una mano sobre el hombro derecho del contrario para después acariciarlo suavemente.

— Pff no lo sé. —Dijo mirándolo. Tenía el corazón destrozado y cada vez sus esperanzas de poder tener una relación con Tom se esfumaban con el paso de los días.

— Es sobre ese tal Tom, ¿Verdad?

Joey asintió con la cabeza para después bajarla y mirar al suelo con desinterés.

— Creo que quiere a alguien más. —Habló sin despegar la mirada del suelo.

Ian lo miraba con una mueca de incredulidad, no creía posible que su amigo al que la mayoría de las veces lo había visto alegre creyera que su enamorado estuviera enamorado de alguien más cuando todo apunta a que sus sentimientos son correspondidos.

— ¿Por qué crees eso? —Frunció el ceño.— Vamos Joey, hemos estado investigando mucho sobre él y su banda y habíamos quedado que nuestras sospechas eran ciertas.

— No soy el único chico rubio y alto en el mundo. —Rodó los ojos con obviedad.

Ian lo miró con desaprobación e intriga, dando a entender que quería saber el por qué decía eso.

El lugar se quedó en un incómodo silencio que Joey rompió luego de varios minutos en la misma postura.

— Creo que le gusta Eric, los ví besándose y parecía que a Tom le gustaba.—Habló sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas. Ian lo abrazó por los hombros y trató de consolarlo acariciándole levemente la espalda.

— No creo que a Tom le guste Eric, se nota, ¿Sabes? —Dijo provocando que el contrario alzara la mirada, confundido.

— ¿Por qué dices eso? —Preguntó limpiando sus lágrimas.

A este punto, Joey ya no sabía qué creer, ni siquiera se creía a si mismo. Eran tantas las opciones y posibilidades que había, pero solo una de tantas era la correcta.

— Pues, si le gustara Eric, ya serían novios y toda su banda lo sabría. —Se encogió de hombros al decir lo último.— Además, si a tu príncipe azul le gustara Eric, no habría dicho todo lo que te dijo en la fiesta de Jon. —Sonrió notando como el rostro contrario se teñía de un color rojizo.

— Supongo que tienes razón.—Rió por el apodo que su amigo le había puesto a Tom.

— Entonces vé a por él. —Dijo con intenciones de motivarlo y que no perdiera la esperanza.

Joey asintió con la cabeza antes de levantarse de la cama y volver a salir del hotel. Sentía la necesidad de que el aire frío golpeara su rostro para que se desvanecieran los malos pensamientos y convencerse a sí mismo que Tom no quería nada con Eric.

Una vez fuera del edificio suspiró aliviado mientras caminaba en círculos por la cuadra.
A la segunda vuelta el recuerdo del pelinegro y Eric besándose volvió a su mente. Había pasado hace algunos minutos pero parecía que pasó hace horas.

Pensó en la reacción de Tom ante el beso y la notoria molestia entre los dos rubios, la tensión que había y lo que había pasado antes. A pesar de eso aún no lograba desifrar los posibles pensamientos que Tom tenía en ese momento.
Aún estaba muy confundido, ya no sabía lo que era real y lo que era mentira, así que decidió crear sus propias conclusiones y asimilar cuál era la más probable.

A la cuarta vuelta volvió a entrar al hotel, donde en la cafetería, los tres restantes de Europe comían animadamente.

— ¿Dónde habías estado? —Preguntó John con curiosidad.— Ian nos dijo que regresaste del departamento de Tom todo mal y después saliste de nuevo.

— Sí bueno... salí a caminar un rato, pero estoy bien. —Sonrió tomando asiento al lado de Kee.

Mic le entregó una manzana a Joey quien la aceptó gustoso.

— ¿Y se van a volver a ver? —Preguntó esta vez Mic.

Joey le dió un mordisco a la manzana frunciendo el entrecejo.

— ¿Tom y yo? —Preguntó algo distraído. Mic asintió y Joey relajó su rostro.— No lo sé, Cinderella pronto irá de gira —Mordió de nuevo la manzana.— Y supongo que cuando regresen nosotros ya estaremos de regreso en Suecia. —Agregó encogiéndose de hombros fingiendo desinterés.

Mic lo miraró con desaprobación ante lo dicho mientras que John y Kee miraban a distintas direcciones sin saber qué decir, aunque en lo más profundo de su mente, Kee la daba la razón a Joey.

— Pero eso no impide que tú y Tom se vean de nuevo. —Opinó John ganándole la palabra a los otros tres.

Mic alzó las cejas asintiendo varias veces con la cabeza, indicando que estaba completamente de acuerdo con él.

— Lo sé pero aún no sé si quiero verlo de nuevo antes de volver. —Suspiró dejando la manzana en la mesa, que ya solo tenía la mitad.

Joey se levantó de su asiento dirigiéndose de nuevo a su habitación, cada cosa que mencionaban sus compañeros de banda lo confundían, y necesitaba tiempo para pensar. Caminaba tomándose su tiempo con la mirada en el suelo. Por poco chocaba con una pared si no hubiera sido porque levantó la mirada por un momento.

Suspiró entrando en la habitación. Se despojó de sus zapatos y se recostó en la cama individual del hotel; giró de tal manera que quedara en medio de la cama y cerró sus ojos con el objetivo de dormir un poco.

Stoopid Barbie [Joey Tempest & Tom Keifer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora