7-Hospital

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Pasaron al rededor de 15 minutos para que Horacio por fin despertara y se reincorporara.

—Volkov?—Clavo su vista en el comisario que se encontraba a su lado.

—Horacio? Cómo se siente—Mentiría si dijera que no le preocupaba el estado del chico.

—Estoy un poco en la mierda no le voy a mentir.

—Hombre pues normal recibió dos disparos solo por que no me dieran a mi—la vista del comisario también se pozo sobre el de cresta.

—Bueno, si no lo hacía el súper me iba a echar la bronca—Río ligeramente desviando la vista de los ojos de Volkov a otro lugar.

—No tenía que hacerlo, pudo disparar cuando vio a él tirador.

—Pero corría el riesgo de que le dispararan a usted.

—Una bala más no me afectaría en nada—eso pensaba pues a lo largo de su vida a estado en situaciones mucho peores que una simple bala.

—Puede ser...pero no quería volver a verlo en una camilla—esa era la verdadera razón, no le importaba que dijera el superintendente, solo no quería ver a su comisario lastimado de nuevo.

—Aún así no tenia porque recibir las balas usted.

—No me importa recibirlas si con eso no le pasa nada a usted Volkov—se acomodo quedando sentado en la camilla, y su mirada volvió al comisario, que no sabía qué decir después de la contestación del chico.

—Agradezco que se preocupe Horacio, pero no debería dejar ser lastimado—sus ojos estaban fijos en los contrarios.

—Es lo menos que puedo hacer después de...de lo qué pasó—quiso aportar su mirada de la de Volkov, recordar eso lo avergonzaba, sabía que lo había echo por su mejor amigo y tampoco se arrepentía por completo, es decir, gracias a eso Gustabo esta bien y en tratamiento para que no vuelva Pogo, pero por otro lado daño demasiado a una persona a la cual le tiene cariño.

—Que le parece si nos olvidamos de eso? No le voy a mentir, si me molesto que me hubiese disparado pero comprendo por qué lo hizo y la presión por la que estaba pasando en ese momento—inconscientemente y con lentitud posó su mano cuidadosamente sobre la del chico de cresta pareciéndose a la situación de cuando él despertó del coma, sin saber por todo lo que en ese momento estaba pasando en la mente de Horacio.

—M-me parece bien—se había puesto realmente nervioso, por un tiempo él fue el que realizaba esa acción pero Volkov en esos momentos estaba inconsciente, ahora estaba totalmente despierto.

—Perfecto—nunca se caracterizó por una persona que mostraba que sentía pero en ese momento le pareció inevitable dejar a la vista una muy ligera sonrisa que al verla a Horacio le movió la vida entera.

Unos segundos después de contestar entraron un poco deprisa Conway y Gustabo que habían salido del código tres y tenían que ir a ver la situación del chico.
Cuando los vio entrar retiró la mano de la de Horacio dejando paso a un leve sonrojo al igual que al chico, pero del que los otros dos no se percataron.

—Como te encuentras capullo?—Conway fue el primero en hablar, acercándose a la camilla donde se encontraba.

—Un poco mejor que cuando desperté.

—Eso es un me siento como el culo?—interrumpió Gustabo que parecía no venir de tan mal humor.

—Exacto—sonrió un poco divertido por la situación.

—Venga capullo que eso no es nada.

—Cállese viejo que solo lo dice para presumir que tiene entrenamiento militar y esas mierdas—volvió a decir el rubio.

—Anormal deja de llamarme viejo—Le molestaba y justo por esa razón Gustabo siempre le llamaba así.

—O que anciano?

—Vuelve a decirme así—Gustabo se callo al instante cuando vio al súper sacar la porra—así calladita nenaza.

—Nunca le va a cambiar ese humor de mierda verdad Conway?—dijo Volkov ganándose un gruñido de parte de su superior.

—Y? Cuando me podré ir de aquí?—interrumpió la pelea Horacio.

—Acabamos de preguntar afuera y nos dijeron que en unas horas más te podrías ir—Horacio miro a su mejor amigo para luego contestarle.

—Vale, se quedarán aquí o vendrán después?

—Tenemos que irnos pero el anormal de Volkov se quedará aquí para llevarte cuando te den el alta.

—Yo? Pero si tengo que ir a trabajar.

—Pues será que no, te quedarás aquí con él.

—Bueno nosotros nos tenemos que ir, te veo después Horacio, diviértete—Se despidió el rubio para tomar del brazo a su padre y salir de de ahí.

—Adiós perla!—Y de nuevo se encontraban los dos solos en un silencio que Volkov rompió al instante.

—Perla? Qué significa eso?

—Es una expresión con la que habló con Gustabo desde antes de todo lo qué pasó.

—Vale...

No sabían de qué hablar y estuvieron en silencio por unos diez minutos asta que a Horacio se le ocurrió algo de que hablar y así surgió una conversación de cualquier cosa que se les ocurriera a ambos, hablando cosas del trabajo o Horacio burlándose sobre cosas.
Se les pasaron dos horas hablando y nunca hubo un ambiente incómodo, los dos se sentían bien hablando con el otro asta que su conversación se vio interrumpida por un enfermero que entró a revisar que todo estuviera bien para avisar que si así lo deseaban podría llevarse a Horacio a un lugar más cómodo, Volkov dejo que Horacio se vistiera para luego ayudarlo a salir del hospital y montarlo en el patrulla.

—Acabo de decirle a Gustabo que me llevaría a casa, él le dirá a Conway—dijo guardando su teléfono.

—De acuerdo, marqueme en el gps donde vive—Horacio marco la dirección de su casa y Volkov comenzó a conducir en camino a ella.

—Puedo poner la radio?

—Adelante—esas palabras le trajeron algunos recuerdos, Horacio puso la radio de SpainRp, dejando un ambiente tranquilo y dejando paso a más recuerdos.

Ninguno de los dos dijo nada pero tampoco se sentían por completo incómodos, asta llegar a casa de Horacio para despedirse fue cuando volvieron a dirigirse la palabra.

—Gracias por haberme traído Volkov.

—No es nada, vamos le ayudo a entrar—se bajo del patrulla y ayudo a Horacio a bajar y a ir a la puerta de su casa.

—Lo veo mañana.

—Nos vemos mañana Horacio, mi patrulla tendrá apartado un lugar para usted.

Después de despedirse Horacio entró a su casa y Volkov regresó a Comisaría, para terminar lo que faltaba de su turno, seguido de salir de servicio e ir a su propia casa, donde tomó una ducha y se recostó en su cama asta lograr conciliar el sueño.



Después de despedirse Horacio entró a su casa y Volkov regresó a Comisaría, para terminar lo que faltaba de su turno, seguido de salir de servicio e ir a su propia casa, donde tomó una ducha y se recostó en su cama asta lograr conciliar el sueño

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Perdón por tardar tanto en actualizar, tuve algunos problemas, además de sin querer borrar el capítulo...

Después del caos (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora